Soledad Gallego-Díaz reflexiona sobre el antisemitismo en Europa y su relación con el conflicto en Gaza.
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00:00El antisemitismo es una de las mayores aberraciones enraizadas en Europa durante siglos, y no
00:15se debe olvidar ni un minuto lo que esa aberración fue capaz de provocar, el holocausto de millones
00:21de judíos. Los actuales europeos no son responsables de lo que hicieron sus abuelos o bisabuelos,
00:27pero sí son responsables de que no vuelva a ocurrir. El saludo nazi de Elon Musk, porque
00:33eso es exactamente lo que hizo, imitar el gesto que identificó durante años a los
00:37seguidores de Hitler, su empeño en apoyar al Partido Alternativo por Alemania, en el
00:42que se refugian los nostálgicos de aquel saludo, no son casualidades, son la raíz
00:47del pensamiento antisemita y deben ser erradicados. Debe insistir el compromiso por parte de todos
00:52los demócratas del mundo de no dejarlo crecer, de ninguna forma, en ninguna faceta, en ningún
00:57lugar, no nunca jamás. Luchar contra el antisemitismo es perfectamente compatible
01:03con defender el derecho de los palestinos a existir como una nación, con su propio
01:07territorio y con sus propios dirigentes. Es la misma cara de la misma moneda. Quienes
01:12proponen deportar a los palestinos fuera de Gaza y de Cisjordania han heredado el pensamiento
01:17nazi y pretenden aplicar sus doctrinas. Hoy van contra los palestinos, mañana querrán
01:23exterminar de nuevo a los judíos o promover el apartheid de los negros, porque lo que
01:28son es profundamente supremacistas blancos y cristianos. Se creyeron superiores y únicos
01:33y lo siguen creyendo. Bien haremos todos, los propios israelíes incluidos, en no confundirnos.