“CODA”, el acrónimo de “hijos de padres sordos” que desde siempre han vivido rodeados de silencio. La sordera de sus padres conforma las vidas de estos niños, quienes asumen responsabilidades impropias de su edad y se convierten en el principal vínculo de comunicación entre sus familias y la sociedad, que a menudo los discrimina.
“Cuando era muy pequeña pensaba que papá y mamá por la noche, cuando cerraban la puerta de su habitación empezaban a hablar entre ellos y que todo aquello sólo era un juego”. Este es el testimonio de Laura, una de las tres protagonistas de ‘Hijos del silencio’.
Acompañan a sus padres a todos los lados desde muy niños. Sus primeras palabras salieron de sus manos, convertidas en el lenguaje de signos, el vehículo de comunicación con sus familiares sordos. “Es la lengua que uso todos los días, en la que pienso y sueño”, admite Catherine.
Intérpretes de sus padres ante la sociedad, to
“Cuando era muy pequeña pensaba que papá y mamá por la noche, cuando cerraban la puerta de su habitación empezaban a hablar entre ellos y que todo aquello sólo era un juego”. Este es el testimonio de Laura, una de las tres protagonistas de ‘Hijos del silencio’.
Acompañan a sus padres a todos los lados desde muy niños. Sus primeras palabras salieron de sus manos, convertidas en el lenguaje de signos, el vehículo de comunicación con sus familiares sordos. “Es la lengua que uso todos los días, en la que pienso y sueño”, admite Catherine.
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