A medida que la temperatura sigue bajando en los meses de invierno, hay cosas en casa que debemos tener en cuenta.
Aunque se recomienda dejar gotear los grifos durante el invierno, muchos se preguntan qué ocurre si la temperatura desciende por debajo del punto de congelación.
La respuesta corta, según la Cruz Roja, es sí, ya que el goteo de los grifos durante los meses de invierno evita que nuestras tuberías se congelen.
Si bien el goteo de los grifos puede perjudicar nuestra capacidad para mantener baja la factura del agua, es posible que tengas que hacer frente a costes más elevados si una de tus tuberías llegara a reventar.
Tus tuberías son susceptibles de congelarse y potencialmente reventar; sin embargo, si las tuberías están expuestas al aire frío o carecen de aislamiento, pueden reventar por encima de este umbral.
Algunos de los signos que pueden indicar que las tuberías están congeladas son la falta de agua en el grifo o la acumulación de escarcha o hielo en las tuberías visibles.
Sus tuberías también pueden estar congeladas si notas un olor fuerte procedente de los desagües, ruidos extraños en las tuberías o daños causados por el agua en toda la casa.
Si las tuberías se han congelado pero no han reventado, no está todo perdido, ya que puedes utilizar el secador de pelo para descongelarlas; sólo tienes que asegurarte de no estar de pie sobre el agua mientras lo haces.
Aunque se recomienda dejar gotear los grifos durante el invierno, muchos se preguntan qué ocurre si la temperatura desciende por debajo del punto de congelación.
La respuesta corta, según la Cruz Roja, es sí, ya que el goteo de los grifos durante los meses de invierno evita que nuestras tuberías se congelen.
Si bien el goteo de los grifos puede perjudicar nuestra capacidad para mantener baja la factura del agua, es posible que tengas que hacer frente a costes más elevados si una de tus tuberías llegara a reventar.
Tus tuberías son susceptibles de congelarse y potencialmente reventar; sin embargo, si las tuberías están expuestas al aire frío o carecen de aislamiento, pueden reventar por encima de este umbral.
Algunos de los signos que pueden indicar que las tuberías están congeladas son la falta de agua en el grifo o la acumulación de escarcha o hielo en las tuberías visibles.
Sus tuberías también pueden estar congeladas si notas un olor fuerte procedente de los desagües, ruidos extraños en las tuberías o daños causados por el agua en toda la casa.
Si las tuberías se han congelado pero no han reventado, no está todo perdido, ya que puedes utilizar el secador de pelo para descongelarlas; sólo tienes que asegurarte de no estar de pie sobre el agua mientras lo haces.
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