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Transcripción
00:00A primera vista, la casa, bonita y elegante, parece fuera de contexto, como trasplantada
00:08de aquí por error. No es solo la apariencia exterior la que llama la atención, y es el
00:14interior el que revela más detalles intrigantes. El piso es de mármol, este lujo no pertenece
00:20a un pueblo como este. Entre campos de alfalfa, en un poblado a tres horas de la Ciudad de
00:31México. De no ser por algunos detalles peculiares, esta podría ser la casa de un profesionista
00:37en la Ciudad de México, Puebla o Guadalajara. Tiene un aire limpio y hogareño, pero algo
00:45no encaja. Como si de una fortaleza se tratara, hay otros elementos que le dan un aire de
00:54aislamiento a la casa. La puerta parece imposible de derribar, y por encima de todo están las
01:02cámaras de seguridad. El perímetro entero de la casa está bajo vigilancia electrónica.
01:11Esta cautela tiene una razón de ser, la paranoia y con justa razón de Ramiro Eguachicolero.
01:18Ese es el nombre que le daré a este hombre que está sentado frente a mí. El miedo en sus ojos
01:23es evidente, las condiciones de su reclusión no han ayudado a su salud mental. Ramiro lleva
01:29cuatro años sin abandonar estos muros. Sobre él pende una orden de aprehensión federal,
01:34pero su mayor preocupación no es la justicia. Sus antiguos compañeros han sido asesinados,
01:40cazados por los cárteles de la droga que se adueñaron de su negocio, lo que una vez fue
01:45un imperio en crecimiento, hoy es una ruina del miedo. Ramiro es el último contrabandista de San
01:53Martín Texmelucan, el miembro final de la generación que inició y fomentó el robo
01:58de combustible en el poblado, hasta convertirlo en la capital nacional del huachicoleo.
02:03Encuentra el cómic completo en milenio.com,
02:10siguiendo el enlace que te dejamos en la descripción.

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