Agentes de la brigada antidroga descubrieron drogas al hacer una redada en una pizzería de Alemania, siguiendo un aviso de inspectores de alimentos sospechosos.
Los agentes informaron de que el restaurante de Düsseldorf escondía cocaína debajo de cada pizza cuando los clientes pedían un "número 40" del menú.
Tras la inspección, los investigadores de estupefacientes pusieron el negocio bajo vigilancia y se dieron cuenta de que el número 40 era uno de los favoritos de los clientes.
“Era una de las pizzas más vendidas (...) Eso era nuevo para nosotros y nos sorprendió porque el propietario nunca había sido acusado de delitos relacionados con drogas", explicó el director criminal Michael Graf von Moltke.
La policía no ha revelado cuánto cobraba el establecimiento a sus clientes por el pedido especial.
Al parecer, el encargado de la pizzería, de 36 años, arrojó por la ventana una bolsa con droga, que "cayó directamente en los brazos de los agentes de policía" cuando éstos llamaron a su apartamento.
El botín incluía 1,5 kg de cocaína, 390 gramos de cannabis y 268.000 euros en efectivo.
El gerente fue puesto en libertad poco después de su detención, pero siguió distribuyendo el "número 40" tras reabrir el restaurante.
Esto permitió a la policía rastrear su cadena de suministro, lo que dio lugar a una redada contra una banda de narcotraficantes en el oeste de Alemania que condujo a la detención de tres sospechosos.
El principal sospechoso es un ruso de 22 años que presuntamente compraba cannabis y cocaína "en cantidades de kilogramos" para revenderlos a otros traficantes.
El encargado de la pizzería permanece ahora bajo custodia tras ser detenido durante un intento de fuga al extranjero. Debido a las normas alemanas sobre privacidad, no se ha dado el nombre de ningún sospechoso.
Los agentes informaron de que el restaurante de Düsseldorf escondía cocaína debajo de cada pizza cuando los clientes pedían un "número 40" del menú.
Tras la inspección, los investigadores de estupefacientes pusieron el negocio bajo vigilancia y se dieron cuenta de que el número 40 era uno de los favoritos de los clientes.
“Era una de las pizzas más vendidas (...) Eso era nuevo para nosotros y nos sorprendió porque el propietario nunca había sido acusado de delitos relacionados con drogas", explicó el director criminal Michael Graf von Moltke.
La policía no ha revelado cuánto cobraba el establecimiento a sus clientes por el pedido especial.
Al parecer, el encargado de la pizzería, de 36 años, arrojó por la ventana una bolsa con droga, que "cayó directamente en los brazos de los agentes de policía" cuando éstos llamaron a su apartamento.
El botín incluía 1,5 kg de cocaína, 390 gramos de cannabis y 268.000 euros en efectivo.
El gerente fue puesto en libertad poco después de su detención, pero siguió distribuyendo el "número 40" tras reabrir el restaurante.
Esto permitió a la policía rastrear su cadena de suministro, lo que dio lugar a una redada contra una banda de narcotraficantes en el oeste de Alemania que condujo a la detención de tres sospechosos.
El principal sospechoso es un ruso de 22 años que presuntamente compraba cannabis y cocaína "en cantidades de kilogramos" para revenderlos a otros traficantes.
El encargado de la pizzería permanece ahora bajo custodia tras ser detenido durante un intento de fuga al extranjero. Debido a las normas alemanas sobre privacidad, no se ha dado el nombre de ningún sospechoso.
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