• ayer
Transcripción
00:00:00Una madre anciana llegó a visitar a su hijo Rico, pero al abrir la puerta descubrió algo
00:00:06que la dejó helada. El amanecer apenas comenzaba a teñir de luz los campos cuando Donata se
00:00:12despertó como lo había hecho durante toda su vida. Su pequeño hogar en el campo, con
00:00:18muebles desgastados por el tiempo, estaba sumido en el mismo silencio de siempre, un
00:00:23silencio que en los últimos años se había vuelto más pesado. El frío de la mañana
00:00:29se filtraba por las paredes, pero eso no le importaba. Donata tenía algo más urgente
00:00:34que la incomodaba, su hijo Fernando. Se había acostumbrado a las largas noches en vela,
00:00:40pensando en él. El tiempo parecía haberse detenido desde la última vez que recibió
00:00:45una llamada o una carta suya. Dos años habían pasado desde su última visita, y aunque al
00:00:51principio había justificado su ausencia con el ritmo implacable de la vida en la ciudad,
00:00:56las dudas empezaron a carcomerla. Los vecinos se lo preguntaban constantemente, ¿y su hijo,
00:01:02señora Donata, cuándo viene a visitarla? Donata siempre le sonreía y respondía que
00:01:08Fernando estaba muy ocupado, pero en su interior la angustia crecía como una sombra. Mientras
00:01:14se vestía con sus mejores ropas, una falda de lana marrón y una blusa que había guardado
00:01:19para ocasiones especiales, Donata tomó una decisión que había estado evitando. No podía
00:01:25esperar más. Las noches eran demasiado largas y el silencio demasiado doloroso. Si Fernando
00:01:31no venía a ella, sería ella quien iría a buscarlo. Había criado a su hijo con sus
00:01:36propias manos, trabajando de sol a sol en los campos después de la muerte de su esposo.
00:01:41Él lo era todo para ella. No podía dejarlo ir sin al menos saber la verdad. ¿Estaba
00:01:47bien? ¿Había encontrado algo que lo alejaba de su madre, o había algo más oscuro detrás
00:01:53de su desaparición?
00:01:55Con una maleta pequeña en la mano, Donata salió de su casa, cerrando la puerta con
00:02:00un nudo en la garganta. El viaje a la ciudad no era largo en términos de distancia, pero
00:02:05el peso emocional lo hacía parecer interminable. Subió al viejo autobús que la llevaría
00:02:11a su destino, sentándose en un rincón mientras observaba los paisajes del campo que se alejaban
00:02:16por la ventana. Recordaba las veces que había despedido a Fernando cuando él partía hacia
00:02:22la ciudad, lleno de sueños y promesas. Prometió volver, prometió que su éxito sería también
00:02:29el éxito de ella. Pero ahora, después de tantos años de silencio, esos recuerdos la
00:02:35llenaban de una tristeza abrumadora. A medida que las horas pasaban, el paisaje cambió.
00:02:41Las vastas llanuras del campo se transformaron en edificios grises y altos que parecían
00:02:47desafiar al cielo. La ciudad era ruidosa, bulliciosa y, para Donata, completamente ajena.
00:02:54Las luces de los autos, el ruido incesante del tráfico, la prisa de las personas…
00:03:00todo aquello la hacía sentir pequeña, como si estuviera en un lugar donde no pertenecía.
00:03:05Pero no había vuelta atrás. Fernando estaba aquí, y ella tenía que encontrarlo. Al llegar
00:03:13a la estación de autobuses, Donata se sintió abrumada por la cantidad de personas que iban
00:03:18y venían, sin siquiera fijarse en ella. Con dificultad, encontró el papel arrugado con
00:03:24la dirección de la mansión de Fernando. Lo había guardado en su bolso desde la última
00:03:29vez que él le escribió. La dirección era en una de las zonas más exclusivas de la
00:03:34ciudad, un lugar que jamás imaginó visitar. Tomó un taxi, y mientras el auto la conducía
00:03:40a través de las calles lujosas, Donata miraba con asombro los enormes edificios y mansiones
00:03:46que pasaban por su ventana. Nunca había visto casas tan grandes, tan perfectas. Eran frías,
00:03:53impolutas y no parecían tener vida. Recordó la promesa de Fernando. Algún día te llevaré
00:03:59a vivir conmigo, mamá. A la ciudad, donde todo es más fácil, más cómodo. Pero Donata
00:04:05nunca deseó dejar su vida en el campo. Lo único que siempre quiso era que su hijo fuese
00:04:09feliz, aunque eso significara estar lejos de ella.
00:04:13Finalmente, el taxi se detuvo frente a una imponente mansión. Las rejas de hierro forjado
00:04:20y el jardín perfectamente cuidado la intimidaron. Con manos temblorosas, pagó al taxista y
00:04:25salió del auto quedándose frente a la puerta. Sentía el peso del lujo que la rodeaba, como
00:04:31si aquel lugar la estuviera juzgando. Respiró hondo y se armó de valor, tocando el timbre.
00:04:38Pasaron varios minutos que para Donata parecieron una eternidad. Finalmente, la puerta se abrió
00:04:43lentamente revelando a una mujer joven vestida elegantemente. Su belleza era fría y sus
00:04:49ojos, al encontrarse con los de Donata, se llenaron de una mezcla de sorpresa y desprecio.
00:04:55¿Sí? Preguntó la mujer sin siquiera intentar ocultar su desdén.
00:05:00Soy Donata, la madre de Fernando, respondió con voz temblorosa.
00:05:05El rostro de la mujer no mostró ninguna emoción, ni una sonrisa, ni un gesto de bienvenida.
00:05:12Fernando no está en casa, dijo Cortante. Está muy ocupado con sus negocios. La decepción y la
00:05:20inquietud de Donata se intensificaron, pero no se dejó intimidar. Había venido desde lejos. Había
00:05:26viajado con el corazón roto para ver a su hijo y no se iría tan fácilmente. He venido desde el
00:05:32campo para verlo. Puedo esperar hasta que regrese, dijo con una calma que no reflejaba el caos
00:05:38emocional que sentía. Verónica, que así se presentó la mujer, la miró con una mezcla de
00:05:44irritación y desdén. Tras unos segundos de incomodidad, finalmente accedió a dejarla pasar,
00:05:50llevándola a una pequeña sala junto a la entrada. El contraste entre la opulencia de la mansión y la
00:05:57humildad de Donata era evidente, pero ella no se dejó llevar por eso. Sólo quería saber dónde
00:06:04estaba su hijo y por qué él no le había contado nada sobre su vida nueva, especialmente sobre su
00:06:09matrimonio. La espera sería larga, pero en ese momento Donata estaba dispuesta a cualquier cosa
00:06:16con tal de reencontrarse con Fernando. El silencio en la casa, sin embargo, era inquietante, y mientras
00:06:24Donata se acomodaba en un sofá, que no parecía haber sido usado nunca, una sensación oscura
00:06:30comenzó a crecer en su pecho. Algo no estaba bien. Lo podía sentir. Donata no podía dejar de mirar a
00:06:38su alrededor mientras se acomodaba en el enorme y lujoso salón de la mansión. El contraste entre
00:06:44los muebles antiguos de su casa en el campo y la frialdad de la opulencia que la rodeaba en ese
00:06:49momento era abrumador. Las paredes estaban adornadas con cuadros costosos y las cortinas
00:06:55de terciopelo caían pesadas hasta el suelo, como si ocultaran secretos detrás de ellas. Sin embargo,
00:07:01a pesar del lujo, algo en ese lugar le parecía vacío, como si la casa misma careciera de vida.
00:07:08Donata se removió incómoda en el sofá de cuero, que crujía bajo su peso. No podía sacudirse la
00:07:15sensación de que no pertenecía allí, pero su amor por Fernando la mantenía firme. Había viajado
00:07:20tanto para verlo, y no se iría sin respuestas. Miró a su alrededor en busca de señales de su
00:07:26hijo. Una foto, algún recuerdo que le confirmara que esa era su casa. Pero no encontró nada. Ni
00:07:34una sola fotografía de Fernando, ni rastro de su presencia. Era como si la mansión no reflejara
00:07:40nada de él. Pasaron unos minutos antes de que Verónica, la esposa de Fernando, regresara a la
00:07:46sala. Su expresión seguía siendo fría, casi desapegada, y llevaba una taza de té que dejó
00:07:52frente a Donata en una mesita baja. «Tome para calentarse», dijo con tono indiferente. «Gracias,
00:07:59hija», respondió Donata con suavidad, esperando romper la barrera entre ambas. «¿Cuándo crees
00:08:05que Fernando regrese? Estoy deseando verlo». Verónica se sentó en una silla cercana,
00:08:11cruzando las piernas con una elegancia que parecía calculada. Sus ojos recorrieron el
00:08:17cuerpo pequeño y cansado de Donata como evaluando cada aspecto de su aspecto humilde.
00:08:22«Fernando está muy ocupado últimamente», respondió Verónica. «Los negocios le consumen
00:08:29todo el tiempo. A veces ni siquiera regresa a casa por la noche. Está siempre viajando,
00:08:34cerrando tratos importantes. Es un hombre muy solicitado». Donata asintió lentamente,
00:08:41pero algo en sus palabras no le convencía. Ese no era el Fernando que ella conocía. Su
00:08:47hijo siempre había sido dedicado, sí, pero también cariñoso. Nunca hubiera dejado a su
00:08:52madre tanto tiempo sin comunicarse, mucho menos con esa indiferencia que ahora Verónica proyectaba.
00:08:58Cada palabra que decía parecía tener una capa de frialdad y distancia, como si hubiera algo
00:09:05que no quería revelar. «¿Y cuándo crees que lo pueda ver?»,
00:09:08insistió Donata con una voz más firme que antes. «No lo sé», respondió Verónica levantándose de
00:09:15nuevo. «Puede que tarde días, quizás semanas. No estoy segura de su agenda, pero si lo deseas,
00:09:22puedes quedarte aquí hasta que regrese». Verónica no esperó una respuesta antes de girarse para
00:09:28marcharse, dejando a Donata sola una vez más en aquel enorme salón vacío. Donata observó
00:09:34cómo su figura desaparecía tras una puerta y se quedó con el sonido del eco de sus propios
00:09:39pensamientos. El tiempo pasaba lentamente en la mansión. Los rayos de luz que entraban por
00:09:45las ventanas comenzaron a desvanecerse a medida que el sol se ponía, tiñendo todo de tonos
00:09:51naranjas y dorados. Los segundos se sentían eternos mientras Donata esperaba alguna señal,
00:09:56alguna noticia de su hijo. El té que Verónica le había traído se había enfriado, pero ella no lo
00:10:03tocó. Su estómago estaba demasiado inquieto para beber o comer algo. Horas más tarde,
00:10:09Donata comenzó a sentirse aún más incómoda. El silencio en la mansión era inquietante.
00:10:16Las paredes parecían acercarse y cada pequeño sonido, desde el crujido de la madera hasta el
00:10:22murmullo distante del personal, se amplificaba en su mente. Sabía que algo no estaba bien. Su
00:10:29instinto de madre le gritaba que había algo oculto detrás de esa frialdad, algo que Verónica no
00:10:35estaba dispuesta a decirle. El personal de la casa pasaba de vez en cuando, evitando mirarla
00:10:41directamente. Eran como sombras, moviéndose rápidamente de una habitación a otra, como si
00:10:46quisieran permanecer invisibles. Esto sólo aumentaba la inquietud en el corazón de Donata.
00:10:52Nadie le dirigía una sonrisa, ni siquiera una mirada de comprensión. Se sentía como una extraña
00:11:00en la vida de su propio hijo. Finalmente, cuando la oscuridad envolvía por completo la casa,
00:11:06Verónica regresó al salón. Esta vez no le ofreció ninguna explicación ni palabra amable.
00:11:12Simplemente se detuvo en la entrada, mirando a Donata.
00:11:15—Es tarde, señora Donata —dijo sin emoción—. Le pediré a Esteban, nuestro mayordomo,
00:11:22que la lleve a una habitación para que pueda descansar. Es posible que Fernando tarde varios
00:11:27días en regresar. Donata se puso de pie, asintiendo despacio, aunque su corazón estaba
00:11:34lleno de incertidumbre. Quería decir algo, preguntar más, pero sabía que Verónica no
00:11:40le daría ninguna respuesta. La esposa de su hijo tenía una barrera impenetrable alrededor de ella,
00:11:45y no había manera de traspasarla por el momento. El mayordomo Esteban apareció en la puerta. Era
00:11:52un hombre mayor, con el rostro marcado por la experiencia y una expresión cautelosa. Le indicó
00:11:58a Donata que lo siguiera por los pasillos oscuros de la mansión, en silencio. Mientras caminaban,
00:12:04Donata notó que Esteban evitaba hacer contacto visual con ella, pero había algo en su actitud
00:12:11que la hizo pensar que él sabía más de lo que dejaba ver. Llegaron a una habitación pequeña,
00:12:17lejos del centro de la casa. No era más que un cuarto de huéspedes, pero para Donata era
00:12:23más que suficiente. Estaba agotada, tanto física como emocionalmente. Se sentó en el
00:12:30borde de la cama, escuchando el eco de los pasos de Esteban alejarse en el pasillo.
00:12:34El silencio volvió a caer sobre ella. Un silencio que pesaba sobre su pecho. Antes de que Esteban
00:12:42cerrara la puerta, Donata lo detuvo con una pregunta que había estado en su mente desde
00:12:47que llegó. —Disculpe, ¿Esteban, verdad? —dijo con suavidad. —¿Usted sabe cuándo
00:12:53volverá mi hijo? Esteban titubeó, como si no supiera si debía responder o no. Finalmente
00:12:59asintió levemente, sin mirarla. —Su hijo. —Fernando. —Es complicado, señora Donata.
00:13:06Él... —Está ocupado —dijo, y sin añadir más, cerró la puerta tras él.
00:13:11Las palabras de Esteban resonaron en la mente de Donata. Algo en la forma en que habló la dejó
00:13:17intranquila. Las mismas palabras vacías que Verónica había repetido, pero esta vez con un
00:13:23tono que insinuaba algo más. ¿Qué era lo que estaban ocultando? Acostada en la pequeña cama,
00:13:29Donata intentó cerrar los ojos, pero no podía dormir. Su hijo estaba en algún lugar, quizás
00:13:36más cerca de lo que ella creía, pero envuelto en un misterio que no lograba comprender. ¿Qué
00:13:42le estaba ocultando Verónica? ¿Y por qué nadie parecía querer hablar de él directamente?
00:13:47Mientras sus pensamientos vagaban, Donata supo una cosa con certeza. No se marcharía de esa
00:13:54mansión hasta descubrir la verdad sobre su hijo. Algo estaba mal, lo sentía en lo más
00:14:00profundo de su corazón. El primer rayo de sol entraba por las cortinas pesadas de la habitación
00:14:06cuando Donata abrió los ojos, tras una noche llena de sueños inquietos. El cansancio emocional pesaba
00:14:13en su cuerpo, pero sabía que no podía detenerse. Aunque Verónica insistiera en que Fernando estaba
00:14:20de viaje, su corazón le decía otra cosa. Había algo en esa mansión que no encajaba, algo que
00:14:26todos a su alrededor parecían estar ocultando. Se levantó lentamente, sintiendo el frío
00:14:32del suelo bajo sus pies descalzos, y se vistió con la misma ropa que había traído del campo.
00:14:39Una vez lista, decidió bajar al comedor, esperando que quizás, por fin, Verónica
00:14:44le diera alguna noticia más concreta sobre su hijo. Mientras caminaba por los largos
00:14:49pasillos, el silencio absoluto la envolvía. Apenas escuchaba los pasos de los empleados
00:14:56de la casa, moviéndose como sombras entre las habitaciones, sin dirigirle una sola palabra
00:15:02o una mirada. Al llegar al comedor, encontró la gran mesa vacía. Ni rastro de Verónica
00:15:08ni de ningún otro miembro de la familia. Sólo un par de sirvientes pasaban de un lado
00:15:13a otro, sirviendo un desayuno que parecía más apropiado para un festín que para la
00:15:18soledad en la que se encontraba la casa. Se sentó lentamente en una de las sillas, incómoda
00:15:24por el lujo que la rodeaba, pero decidió esperar. Pasaron unos minutos, quizás horas,
00:15:30pero Verónica no apareció. La mansión, a pesar de su tamaño, parecía vacía, y
00:15:36la sensación de abandono crecía en el pecho de Donata. Los sirvientes se movían con prisas,
00:15:42evitándola con la mirada cada vez que pasaban cerca de ella. Ni una palabra amable, ni un
00:15:48gesto de cortesía. Era como si estuvieran asustados de que les hiciera alguna pregunta,
00:15:54como si la presencia de Donata rompiera la rutina controlada y fría que Verónica había
00:15:59impuesto. Después de terminar el desayuno sin siquiera
00:16:02recordar qué había comido, Donata decidió caminar por la mansión. Algo la empujaba
00:16:08a descubrir lo que estaba ocurriendo, a encontrar cualquier pista que le revelara dónde estaba
00:16:13Fernando. Pasó por varias habitaciones cerradas con llave, algo que le pareció extraño en
00:16:18una casa tan grande. Cada vez que intentaba acercarse a una de las puertas, algún sirviente
00:16:24aparecía como si la estuvieran vigilando, dándole una excusa para alejarse de esa zona.
00:16:31En uno de los pasillos más lejanos de la casa, cerca de la zona que parecía reservada
00:16:35para el personal de servicio, Donata vio a Esteban, el mayordomo. Estaba inclinado, limpiando
00:16:42una mesa antigua, pero cuando notó su presencia se detuvo, sus ojos cargados de una mezcla
00:16:48de preocupación y cautela la observaron por un segundo demasiado largo. Esteban llamó
00:16:55Donata acercándose lentamente. El hombre levantó la vista, y aunque parecía incómodo, no
00:17:01la evitó como los demás. «Señora Donata», respondió con voz grave.
00:17:06«¿Dónde está mi hijo?», preguntó directamente sintiendo que ya no podía seguir fingiendo
00:17:11que todo estaba bien. Esteban se tensó, como si esa pregunta lo
00:17:16hubiera puesto en una situación peligrosa. Miró hacia los lados, asegurándose de que
00:17:21nadie más estuviera escuchando. «Señora…», empezó, pero luego se quedó
00:17:27en silencio por un momento, como si luchara con las palabras. «No es mi lugar decirlo».
00:17:34Donata se dio cuenta de que Esteban sabía algo, algo importante, pero, por alguna razón,
00:17:40no podía decirlo en ese momento. No obstante, su intuición le decía que él era la clave
00:17:45para descubrir lo que realmente estaba ocurriendo en esa casa.
00:17:49«Si no es su lugar, entonces ¿de quién es?», replicó Donata tratando de mantener
00:17:54la calma. «Mi hijo es todo lo que tengo, y algo me dice que ustedes no me están contando
00:18:00toda la verdad». Esteban apartó la mirada, claramente afectado
00:18:04por la situación, pero, antes de que pudiera decir algo más, un sonido en el pasillo lo
00:18:10alertó. Verónica apareció en el umbral de la puerta,
00:18:14su presencia fría llenando el ambiente. «¿Todo bien por aquí?», preguntó con
00:18:19una sonrisa tensa, mirando a Donata y luego a Esteban, que se apartó inmediatamente,
00:18:25continuando con su trabajo sin decir nada más.
00:18:29Donata sintió el peso de la mirada de Verónica sobre ella, pero no dijo nada. Sabía que,
00:18:34por el momento, debía ser cautelosa. Apretando los labios, hizo una pequeña reverencia con
00:18:41la cabeza y regresó al salón principal. Más tarde, mientras la tarde caía, Donata
00:18:47decidió acercarse nuevamente a Esteban, sabiendo que su único aliado, aunque en silencio,
00:18:53estaba atrapado en el miedo que Verónica inspiraba en todos los empleados. Lo encontró
00:18:58en la cocina, organizando unos cubiertos, y esta vez se aseguró de que nadie más estuviera
00:19:04cerca. «Esteban, sé que usted sabe algo, se lo
00:19:08ruego, dígame la verdad», imploró Donata en voz baja, sus ojos llenos de súplica.
00:19:14El mayordomo bajó la vista, pero esta vez no pudo evitar responder.
00:19:17«Señora Donata, las cosas en esta casa no son lo que parecen», susurró con un tono
00:19:23tenso. «Su hijo, Fernando, no está de viaje. Él
00:19:28está aquí, en la casa». Donata sintió un golpe en el pecho. ¿Fernando
00:19:33estaba en la casa todo el tiempo? ¿Por qué Verónica había mentido?
00:19:38Antes de que pudiera preguntar más, Esteban continuó, bajando aún más la voz.
00:19:43«Fernando, sufrió un accidente hace meses, un accidente muy grave. Desde entonces, Verónica
00:19:50no deja que nadie lo vea. Lo mantiene… escondido. No puedo decir más, señora, pero usted tiene
00:19:56derecho a saberlo. Solo tenga cuidado, Verónica no es quien parece ser».
00:20:01El corazón de Donata latía con fuerza mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar.
00:20:06Fernando estaba en esa mansión, quizás cerca, y ella ni siquiera lo sabía. ¿Qué clase
00:20:12de accidente había sufrido? ¿Y por qué Verónica lo mantenía oculto?
00:20:18Antes de que pudiera hacer más preguntas, Esteban se alejó rápidamente, dejando a
00:20:22Donata sola en la cocina con el peso de sus nuevas sospechas.
00:20:27Esa noche, en su pequeña habitación, Donata no podía dejar de pensar en lo que había
00:20:32descubierto. Algo terrible estaba ocurriendo en esa casa, y ahora lo sabía con certeza.
00:20:39Verónica le había mentido desde el principio. Su hijo, su querido Fernando, estaba allí,
00:20:44en alguna parte, y lo mantenían prisionero de alguna manera. La intriga y el miedo la
00:20:49consumían, pero una cosa estaba clara, no se iría de esa mansión hasta saber exactamente
00:20:55qué le había pasado a su hijo y por qué su propia esposa lo mantenía alejado del
00:21:00mundo. Donata se prometió a sí misma que descubriría la verdad, sin importar el costo.
00:21:06Esa noche Donata apenas pudo pegar ojo. Los murmullos de las sombras parecían resonar
00:21:12por los pasillos de la mansión, mezclándose con sus propios pensamientos. Sabía que Fernando
00:21:17estaba allí, tan cerca y tan lejos a la vez, pero estaba siendo ocultado, mantenido en
00:21:23las sombras por la frialdad de Verónica. Las palabras de Esteban rondaban en su cabeza.
00:21:31Fernando está en la casa. ¿Pero por qué nadie hablaba de él? ¿Qué tipo de accidente
00:21:35había sufrido para que lo mantuvieran encerrado, invisible para el mundo? La ansiedad y el
00:21:41miedo no le permitían quedarse quieta. El silencio en la mansión era aún más opresivo
00:21:46que de costumbre, y la sensación de que algo no estaba bien la devoraba desde dentro. Se
00:21:52levantó de la cama decidida a actuar. Sabía que Verónica no le diría nada más, y las
00:21:57pocas pistas que había conseguido de Esteban no eran suficientes. Tenía que encontrar
00:22:02la verdad por sí misma, aunque implicara arriesgarse a lo desconocido. Descalza y con
00:22:08paso cauteloso, salió de su habitación y recorrió los pasillos de la mansión que
00:22:13estaban apenas iluminados por las tenues luces de las lámparas. Su respiración se aceleraba
00:22:18con cada paso, y el eco de sus pies parecía resonar en cada rincón, como si todo el
00:22:24lugar la estuviera observando. Las sombras alargadas de los muebles parecían moverse
00:22:29a su alrededor, y Donata sintió un escalofrío que le recorría la espalda. Pasó frente
00:22:35a varias puertas cerradas, recordando cómo, en días anteriores, había notado que muchas
00:22:40de las habitaciones estaban completamente bloqueadas. Se detuvo frente a una de esas
00:22:46puertas. Era una gran puerta de madera con una cerradura pesada. Algo dentro de ella
00:22:51le decía que detrás de esa puerta se ocultaba una parte de la verdad que tanto buscaba.
00:22:56Intentó girar el pomo, pero estaba cerrada, como tantas otras. A punto de alejarse, escuchó
00:23:03un sonido. Un leve murmullo, casi imperceptible, provenía del otro lado de la puerta. Donata
00:23:10contuvo el aliento y pegó la oreja a la madera. No podía distinguir palabras, pero lo que
00:23:15escuchaba era inconfundible. Alguien estaba hablando. Y no era un monólogo, parecía
00:23:21una conversación. El miedo se mezcló con la curiosidad. ¿Quién
00:23:26estaba allí? ¿Sería Fernando? Donata dio un paso atrás, su corazón latiendo con fuerza.
00:23:32No podía abrir la puerta, pero esto confirmaba sus sospechas. Algo estaba ocurriendo detrás
00:23:37de esas paredes cerradas con llave. Antes de que pudiera moverse, una figura apareció
00:23:43al final del pasillo. Era Esteban, el mayordomo. Al verla allí, se tensó visiblemente. Caminó
00:23:51hacia ella, sus pasos silenciosos, como si intentara no alertar a nadie más en la casa.
00:23:57—Señora Donata —susurró—, no puede estar aquí. Verónica no debe enterarse.
00:24:03Donata lo miró, sus ojos reflejando la urgencia de una madre desesperada por conocer la verdad.
00:24:10—Esteban, por favor, dime la verdad —dijo en un tono bajo, casi implorante—. Mi hijo
00:24:17está aquí, ¿verdad? No me puedes seguir ocultando lo que está pasando. Algo está
00:24:22mal. Lo siento en el corazón. Esteban miró nerviosamente hacia ambos lados
00:24:27del pasillo antes de acercarse aún más a Donata. Sus ojos estaban llenos de preocupación,
00:24:33pero también de compasión. —Tiene razón. Fernando está aquí —susurró
00:24:39con voz grave—. Pero no como usted espera. Sufrió un accidente. Eso es lo que se supone
00:24:46que todos creamos. Donata sintió un nudo formarse en su garganta.
00:24:51—¿Qué tipo de accidente? —preguntó su voz quebrándose.
00:24:56Esteban tragó saliva, claramente nervioso por lo que estaba a punto de decir. Nadie
00:25:01sabe con certeza lo que ocurrió. Verónica nos dijo que Fernando tuvo una caída, pero
00:25:06los rumores entre el personal —miró hacia los lados de nuevo, asegurándose de que nadie
00:25:10los escuchaba— dicen que no fue un accidente. Lo que es seguro es que desde entonces Fernando
00:25:16no ha vuelto a ser el mismo. Está en cama, gravemente enfermo. Lo mantienen recluido
00:25:22en una habitación en el ala más alejada de la casa, a la que solo Verónica y muy
00:25:26pocas personas tienen acceso. Donata sintió que el suelo bajo sus pies desaparecía.
00:25:32—¿Por qué lo ocultan? —preguntó, con la voz ahogada por la angustia.
00:25:36—No lo sé con certeza —respondió Esteban, mirando hacia abajo—, pero muchos creemos
00:25:42que no fue un simple accidente. Verónica ha cambiado muchas cosas desde que Fernando
00:25:48cayó enfermo. Se ha hecho con el control total de los negocios y apenas permite que nadie
00:25:54lo visite. Incluso la enfermera que lo cuida está bajo su estricto control. La casa entera
00:26:01se ha convertido en una prisión para Fernando. Donata sintió un torbellino de emociones,
00:26:07el dolor, la ira, el miedo. Fernando, su hijo, estaba siendo mantenido
00:26:13prisionero en su propia casa, bajo el control de su esposa, y nadie hacía nada para ayudarlo.
00:26:20—Tengo que verlo —dijo Donata, apretando los puños—. Tengo que ver a mi hijo.
00:26:25Esteban la miró con tristeza. —No es tan fácil. Verónica tiene ojos en todas partes. No permite
00:26:32que nadie se acerque a Fernando sin su permiso. Pero hay alguien que tal vez pueda ayudarla.
00:26:38Donata levantó la vista esperanzada. La enfermera que cuida de Fernando se llama Julia. Es la única
00:26:46que lo ha visto desde que enfermó. Si puede hablar con ella, tal vez pueda descubrir más.
00:26:51Donata asintió sintiendo que una chispa de esperanza encendía su alma. Ahora tenía un nombre,
00:26:58una posible aliada. Pero también sabía que cualquier movimiento en falso podría poner en
00:27:04riesgo no solo la salud de su hijo, sino también su propia vida. Esteban la tomó del brazo suavemente
00:27:11y la guió hacia la parte trasera de la casa, donde había un pequeño jardín oculto por los
00:27:16altos muros de la mansión. —No puede ir directamente —advirtió. Debe esperar el
00:27:22momento adecuado. Verónica sale de la casa en ciertos momentos para atender los negocios.
00:27:27Cuando se ausente, buscaré la forma de que pueda hablar con Julia. Pero, por favor,
00:27:32señora Donata, tenga cuidado. Aquí no estamos seguros. Donata asintió con determinación.
00:27:38El aire fresco del jardín nocturno golpeó su rostro, dándole un momento de claridad. Sabía
00:27:45que las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar, pero también comprendía que enfrentarse
00:27:50a Verónica sería un desafío lleno de peligro. Devuelta en su habitación, Donata se dejó caer
00:27:56en la cama. Su mente estaba en constante agitación. Fernando estaba allí, en algún lugar de la
00:28:02mansión, y ella no se detendría hasta liberarlo. Pero ahora sabía que no estaba sola en esta lucha.
00:28:09Julia y Esteban eran la clave para descubrir la verdad y sacar a su hijo de las garras de esa
00:28:15casa que, a pesar de su lujoso exterior, escondía oscuros secretos en su interior. La noche se hizo
00:28:23aún más larga, pero esta vez Donata no sintió el mismo vacío. Sabía lo que debía hacer,
00:28:29y nada ni nadie podría detenerla. El sol comenzaba a despuntar en el horizonte
00:28:34cuando Donata se despertó, con los pensamientos aún nublados por lo que había descubierto la
00:28:40noche anterior. Sabía que la situación en la mansión era mucho más oscura de lo que Verónica
00:28:46había dejado entrever, y que su hijo estaba atrapado en medio de un complot que aún no
00:28:51comprendía del todo. Pero el rostro frío y calculador de Verónica, y el tono temeroso de
00:28:57Esteban, le dejaron claro que nada de lo que ocurriera allí era un accidente. Estaba esperando
00:29:03el momento indicado. Tal como Esteban le había prometido, Verónica había salido temprano de la
00:29:09mansión para atender unos asuntos de negocios. Donata sintió que ese era el instante que tanto
00:29:16había esperado. Su corazón latía con fuerza mientras recorría los pasillos en dirección a
00:29:22la zona donde Esteban le había dicho que encontraría a Julia, la joven enfermera que cuidaba de Fernando.
00:29:28Finalmente llegó a una puerta discreta, casi oculta al final de un largo corredor. Respiró
00:29:35profundamente antes de golpear suavemente la puerta, su mano temblando por la tensión acumulada.
00:29:41Tras unos segundos que le parecieron eternos, la puerta se abrió, revelando a una joven de
00:29:47rostro cansado pero amable. Era Julia. —¿Usted es… la madre de Fernando? —preguntó Julia en un susurro,
00:29:55como si ya supiera quién era, aunque nunca la hubiera visto antes. Donata asintió,
00:30:01su garganta cerrándose por la emoción contenida. —Necesito saber la verdad… sobre mi hijo —dijo
00:30:09su voz temblorosa pero firme—. Por favor, dígame lo que está pasando. ¿Qué le ha sucedido?
00:30:15Julia miró nerviosamente a su alrededor, asegurándose de que nadie estuviera escuchando.
00:30:21Luego, con un gesto rápido, le indicó a Donata que entrara. Una vez dentro,
00:30:27Julia cerró la puerta con cuidado y se volvió hacia ella, sus ojos reflejando preocupación.
00:30:33—Señora Donata, hay muchas cosas que no debería decirle, pero usted tiene derecho a saberlo —comenzó
00:30:40Julia en un tono casi inaudible—. Su hijo está gravemente enfermo, y no sólo por el
00:30:46accidente que Verónica menciona. Yo… yo no puedo demostrarlo, pero sospecho que Fernando
00:30:52ha sido envenenado lentamente. El mundo de Donata se detuvo en ese instante. Las palabras de Julia
00:30:59cayeron como un golpe seco sobre su pecho. —¿Envenenado? —susurró Donata, incapaz
00:31:05de comprender—. ¿Cómo es posible? ¿Quién podría hacer algo así? Julia respiró hondo antes de
00:31:11continuar. —Verónica, ella controla todo lo que pasa en esta casa, y desde el accidente de Fernando,
00:31:18nadie más ha tenido acceso directo a su cuidado, excepto yo y unas pocas personas de su confianza.
00:31:25Los síntomas que presenta su hijo no son consistentes con una caída. La debilidad,
00:31:30los vómitos, la pérdida de movilidad, todo apunta a que ha estado consumiendo algo que
00:31:37lo ha debilitado lentamente. Yo no tengo pruebas concretas, pero cada vez que él muestra signos
00:31:43de mejora, de repente empeora tras una de las visitas de Verónica. Donata sintió cómo una
00:31:49rabia fría se apoderaba de su interior. ¿Cómo podía Verónica hacer algo tan monstruoso? Su hijo,
00:31:56su querido Fernando, estaba siendo destruido desde dentro por la persona en la que más había
00:32:01confiado. —No puede ser —dijo, luchando por contener las lágrimas—. ¿Por qué haría eso? ¿Qué
00:32:09ganaría con hacerle daño? Julia la miró con tristeza. —Control. Desde que Fernando cayó
00:32:15enfermo, Verónica ha tomado el control de todos los negocios, ha hecho movimientos financieros
00:32:21sospechosos y su hermano Javier también está involucrado. Todo apunta a que están vaciando
00:32:26lentamente las cuentas de Fernando, apropiándose de sus bienes. Si Fernando muere, Verónica heredaría
00:32:33todo. Las palabras de Julia calaron hondo en Donata. Todo comenzaba a tener sentido. La frialdad de
00:32:41Verónica, el silencio en la casa, las miradas esquivas del personal. Era un complot, un plan
00:32:47meticulosamente calculado para arrebatarle a Fernando no sólo su vida, sino todo lo que había
00:32:53construido con tanto esfuerzo. Y mientras tanto, su hijo yacía en una cama consumiéndose lentamente.
00:33:00—Tenemos que hacer algo, tenemos que sacarlo de aquí —dijo Donata, su voz cargada de desesperación.
00:33:07Julia asintió. —Lo sé, pero no será fácil. Verónica tiene todo bajo control. Cada medicamento
00:33:15que recibe Fernando pasa primero por sus manos y tiene a los médicos bajo su mando. Yo he intentado
00:33:20cambiar el tratamiento, pero cada vez que intento algo diferente Verónica lo descubre. No sé cuánto
00:33:26tiempo más podré seguir ayudándolo sin que ella se dé cuenta. Donata sintió un nudo en la garganta.
00:33:33El miedo por la vida de su hijo era más grande que nunca, pero sabía que no podían quedarse de
00:33:39brazos cruzados. Tenían que idear un plan y hacerlo rápido. Pero necesitaban pruebas, algo que pudieran
00:33:46llevar a las autoridades para exponer lo que Verónica estaba haciendo. Sin pruebas, todo sería en vano.
00:33:52—¿Hay alguna forma de conseguir pruebas de lo que le están haciendo? —preguntó Donata,
00:33:57con la mirada fija en Julia. La joven enfermera asintió, aunque con cautela. —He estado
00:34:04recolectando muestras de los medicamentos que Verónica le da a Fernando y creo que puedo
00:34:09conseguir que un médico de confianza las analice, pero necesitaré tiempo y será arriesgado. Si
00:34:15Verónica descubre lo que estamos haciendo, podría empeorar las cosas para Fernando. Donata sabía
00:34:21que el tiempo no estaba de su lado, pero también comprendía que sin pruebas no tendrían ninguna
00:34:26oportunidad. Verónica y Javier eran peligrosos, y cualquier error podría poner en peligro no
00:34:32sólo la vida de Fernando, sino también la de Julia y la suya. —Tienes que hacerlo, Julia.
00:34:38Es nuestra única opción —dijo Donata tomando las manos de la joven con una urgencia desesperada.
00:34:45—Por favor, tenemos que salvar a mi hijo —Julia asintió con determinación en los ojos. —Lo haré,
00:34:52pero usted también tiene que cuidarse. Verónica no es tonta. Si sospecha que estamos tramando algo,
00:34:59no dudaría en actuar. Lo que estamos haciendo aquí es extremadamente peligroso.
00:35:04Donata lo sabía. El peligro se cernía sobre ella como una sombra constante,
00:35:09pero el amor que sentía por su hijo era más fuerte que cualquier miedo. No importaba lo
00:35:15que tuviera que hacer, no importaba el riesgo, no descansaría hasta ver a Fernando fuera de
00:35:20peligro. Mientras Julia comenzaba a recolectar las muestras y preparaba su plan para analizarlas,
00:35:26Donata se quedó sola en la pequeña habitación. Sus pensamientos eran un torbellino de emociones.
00:35:32Por un lado, sentía miedo. Miedo de lo que Verónica era capaz de hacer. Pero por otro lado,
00:35:39una creciente furia y determinación la mantenían en pie. Sabía que la lucha que tenía por delante
00:35:45no sería fácil, pero estaba preparada para enfrentarla. Mientras salía de la habitación,
00:35:51Esteban apareció en el pasillo. Sus ojos, aunque cansados, mostraban algo de alivio al verla.
00:35:58¿Lo ha descubierto? Preguntó en voz baja. Donata asintió. Fernando está envenenado,
00:36:05Verónica lo está matando lentamente. Esteban cerró los ojos por un momento,
00:36:10como si lo que acababa de escuchar confirmara todas sus sospechas. Luego miró a Donata con
00:36:17determinación. Le ayudaré en lo que sea necesario, no podemos dejar que Verónica se salga con la
00:36:23suya. Donata asintió. Sabía que ahora más que nunca necesitaría aliados, y Esteban y Julia serían
00:36:30sus pilares en esta lucha. El tiempo corría en su contra, pero ahora tenía un plan, y sobre todo,
00:36:38una esperanza. Mientras el sol comenzaba a ocultarse, tiñendo los cielos de un rojo
00:36:44oscuro, Donata sintió que la batalla por la vida de su hijo acababa de comenzar,
00:36:49y estaba lista para enfrentarse a Verónica, sin importar lo que eso significara. Los días
00:36:55transcurrían lentamente en la mansión, cada uno cargado de una tensión silenciosa. Donata sentía
00:37:02el peso de la incertidumbre aplastarla cada vez más mientras aguardaba el momento en que Julia
00:37:07pudiera obtener las pruebas del envenenamiento de Fernando. No podía permitirse cometer un solo
00:37:12error, ni actuar precipitadamente. La amenaza que representaban Verónica y Javier era más grande
00:37:20de lo que ella había imaginado. Durante el día, Donata pasaba la mayor parte del tiempo recorriendo
00:37:26los pasillos de la casa, observando los movimientos del personal y de Verónica con atención. Sin
00:37:32embargo, la esposa de su hijo parecía más ocupada que nunca, constantemente hablando por teléfono y
00:37:39saliendo de la casa para atender asuntos de negocios. Aunque mantenía una fachada de control
00:37:44y elegancia, Donata percibía la frialdad y el desprecio cada vez que Verónica cruzaba una
00:37:51habitación sin dignarse a mirarla. Mientras tanto, Esteban continuaba siendo su único aliado entre el
00:37:57personal de la mansión. El mayordomo la mantenía informada sobre los movimientos de Verónica y
00:38:02Javier, mientras que Julia hacía lo imposible para mantener a Fernando estable y recopilar
00:38:08las muestras de los medicamentos alterados. Donata sabía que las pruebas no serían suficientes para
00:38:15salvar a su hijo. También necesitaban desenterrar el pasado de Verónica, algo que pudiera desenmascararla
00:38:22por completo. Una tarde, mientras el cielo gris amenazaba con lluvia, Donata decidió investigar
00:38:28por su cuenta. Sabía que en algún lugar de esa mansión debía haber más pistas sobre quién era
00:38:35realmente Verónica y qué planes oscuros ocultaba. Esteban la había advertido sobre los despachos de
00:38:42Verónica y Javier, que se encontraban en una de las salas más alejadas de la casa. Eran dos habitaciones
00:38:48que siempre estaban cerradas con llave, pero el mayordomo, en un acto de lealtad y desesperación,
00:38:54le había proporcionado una copia de las llaves. Con el corazón latiendo aceleradamente, Donata se
00:39:01acercó a la puerta del despacho de Verónica. La mansión estaba inusualmente tranquila y sabía
00:39:07que Verónica y Javier habían salido para asistir a una reunión importante en la ciudad. Este era el
00:39:12momento que había estado esperando. La llave giró en la cerradura con un leve clic y Donata empujó
00:39:19suavemente la puerta, abriéndola. El despacho era un reflejo perfecto de la personalidad de
00:39:25Verónica. Impecablemente ordenado, frío y sin una pizca de calidez humana. Los muebles de caoba
00:39:32oscura y los cuadros costosos en las paredes hablaban de poder y control. Donata caminó
00:39:38hacia el escritorio, donde apilados cuidadosamente había varios documentos. Sabía que debía actuar
00:39:44rápido, pero también con cautela. Revisó los papeles con manos temblorosas, buscando algo que
00:39:50pudiera darle una pista sobre los oscuros secretos de Verónica. Contratos de negocios,
00:39:55acuerdos financieros… todo parecía en regla, pero entonces en el fondo de un cajón encontró
00:40:02algo que la hizo detenerse en seco. Era un archivo personal con el nombre de Verónica,
00:40:08estampado en letras doradas. Lo abrió con manos nerviosas. El contenido del archivo era una serie
00:40:15de cartas y documentos que desvelaban un pasado que Verónica había ocultado con esmero.
00:40:20Las cartas eran correspondencia de sus dos matrimonios anteriores, y a medida que Donata
00:40:25leía, una imagen clara comenzó a formarse en su mente. Verónica había sido la viuda de dos hombres
00:40:31ricos antes de casarse con Fernando. Ambos matrimonios habían terminado en tragedia. Los
00:40:37dos hombres habían muerto en circunstancias sospechosas poco tiempo después de firmar
00:40:42documentos que la nombraban heredera de sus fortunas. Una de las cartas más antiguas,
00:40:47escrita por el hermano de uno de los fallecidos, relataba cómo había intentado investigar la
00:40:53muerte de su hermano, pero todos sus intentos se habían visto frustrados por Verónica,
00:40:58quien se encargó de silenciar a los medios y a cualquier persona que intentara poner en duda
00:41:03la versión oficial del accidente. Donata sintió como una sensación de repugnancia y horror se
00:41:11apoderaba de ella al darse cuenta de que Verónica había estado repitiendo este ciclo. Casarse con
00:41:17hombres ricos, manipularlos y deshacerse de ellos para quedarse con sus fortunas.
00:41:22Fernando, su querido hijo, era la siguiente víctima en esa larga lista de traiciones y
00:41:27muertes. Donata apretó los puños mientras la rabia y el dolor luchaban por sobrepasarla,
00:41:32pero sabía que no podía ceder ante esas emociones. Tenía que mantenerse fuerte,
00:41:38enfocada. Esta información era crucial, pero no podía ser suficiente para condenar a Verónica
00:41:45sin las pruebas del envenenamiento. Sin embargo, con este archivo, al menos podía exponer su
00:41:51verdadero carácter ante las autoridades. Guardó rápidamente el archivo en su bolso y salió del
00:41:57despacho. Aún quedaba el despacho de Javier, y Donata estaba convencida de que allí encontraría
00:42:03más pruebas sobre la conspiración financiera que ambos hermanos habían estado llevando a
00:42:07cabo mientras Fernando yacía indefenso en su cama. Con la misma cautela, se dirigió al despacho de
00:42:13Javier, cuya puerta también abrió con la llave que Esteban le había proporcionado. El interior
00:42:19era mucho más austero que el de Verónica, con pilas de papeles y libros legales apilados por
00:42:24todas partes. A diferencia del orden meticuloso de Verónica, Javier parecía tener un caos
00:42:30controlado a su alrededor. Donata comenzó a revisar las carpetas y los documentos sobre
00:42:37el escritorio, buscando cualquier cosa que pudiera incriminar a Javier y su hermana.
00:42:42Lo que encontró la hizo sentir un escalofrío recorrerle la espalda. Contratos firmados por
00:42:49Fernando, donde cedía el control de sus negocios a Verónica. Las firmas eran recientes, pero Donata
00:42:55sabía que Fernando había estado demasiado enfermo para siquiera sostener un bolígrafo en las últimas
00:43:00semanas. Eso solo podía significar una cosa. Las firmas habían sido falsificadas. Además,
00:43:07encontró varios registros de transferencias de dinero a cuentas desconocidas, todas vinculadas
00:43:13a Verónica y Javier. El dinero que Fernando había trabajado tan duro para ganar estaba
00:43:19desapareciendo, siendo drenado en un plan cuidadosamente calculado para empobrecerlo,
00:43:24y dejar a Verónica como la única heredera de lo que quedara. La prueba estaba ahí frente a ella.
00:43:30Verónica y Javier habían estado manipulando los negocios de Fernando desde que él cayó enfermo.
00:43:35No solo querían su vida, también querían destruir su legado, su esfuerzo, todo lo que había construido.
00:43:42Donata tomó algunas fotografías rápidas de los documentos con su teléfono, sabiendo que debía
00:43:49moverse rápido antes de que alguien la descubriera. Guardó las pruebas en su bolso y salió del despacho,
00:43:55con el corazón latiéndole con fuerza. Tenía todo lo que necesitaba, el oscuro pasado de Verónica,
00:44:03los contratos falsificados y los registros financieros que demostraban la traición.
00:44:08Lo único que faltaba eran las pruebas del envenenamiento. Regresó a su habitación,
00:44:13sintiendo que finalmente había dado un paso crucial hacia la salvación de su hijo,
00:44:18pero el peso de lo que había descubierto también la aplastaba. ¿Cómo podía alguien ser tan cruel?
00:44:24¿Cómo podía Verónica, la mujer que había prometido amar y cuidar a Fernando,
00:44:29estar detrás de semejante monstruosidad? Al día siguiente Donata se reunió con Julia
00:44:36en secreto. La enfermera le entregó las muestras de los medicamentos que había recogido en los
00:44:41últimos días. Las guardó con cuidado, sabiendo que un médico de confianza se encargaría de
00:44:47analizarlas. Si sus sospechas se confirmaban y los medicamentos estaban adulterados,
00:44:52tendrían la prueba definitiva para llevar a las autoridades. ¿Cuánto tiempo crees que
00:44:59nos tomará obtener los resultados? preguntó Donata, ansiosa. Julia suspiró, claramente agotada
00:45:05por la tensión de los últimos días. Espero que en un par de días, pero debemos tener cuidado.
00:45:11Verónica está comenzando a sospechar. Si nota que estamos tramando algo, podría actuar antes de que
00:45:17tengamos las pruebas. Donata asintió, sintiendo que el tiempo era su mayor enemigo. Cada día que
00:45:23pasaba, la vida de Fernando pendía de un hilo. Pero también sabía que no podían apresurarse. La
00:45:29única forma de vencer a Verónica era siendo meticulosas, tal como ella había sido en su
00:45:34plan para destruir a Fernando. Julia le prometió que seguiría manteniendo a Fernando lo más estable
00:45:39posible, aunque cada vez era más difícil. La situación se volvía más desesperada a medida
00:45:45que los días pasaban, pero ambas mujeres sabían que no podían rendirse. Donata volvió a su habitación
00:45:53aquella noche, abrumada por el peso de las pruebas que había recolectado y por el miedo de que
00:45:58Verónica descubriera lo que estaban tramando. Sabía que una confrontación era inevitable,
00:46:04y que cuando llegara ese momento, necesitaría todo el coraje y la fortaleza que le quedaban
00:46:10para enfrentarse a una mujer tan peligrosa y calculadora como Verónica. Miró por la ventana,
00:46:16donde las luces de la ciudad parpadeaban en la distancia. Se preguntó cuántas otras vidas
00:46:21Verónica había destruido con su ambición desmedida, pero una cosa estaba clara para Donata,
00:46:27su hijo no sería la próxima víctima. Con esta determinación renovada, Donata se
00:46:34preparó mentalmente para los próximos pasos. Los días pasaban lentamente en la mansión,
00:46:40y cada hora que transcurría, sentía como si el tiempo estuviera en su contra. Donata sabía que
00:46:46la situación se estaba volviendo más crítica con cada día que Fernando permanecía bajo el
00:46:51control de Verónica y Javier. Sin embargo, ahora tenía una ventaja. Las pruebas estaban en camino,
00:46:58y el envenenamiento de su hijo estaba a punto de ser expuesto. Pero había algo más que la
00:47:04preocupaba profundamente. Aunque obtuvieran las pruebas, Fernando seguía siendo un prisionero
00:47:10en su propia casa. Verónica apenas había dejado la mansión en los últimos días,
00:47:15lo que complicaba cualquier intento de acercarse a Fernando. Sus movimientos eran fríos y
00:47:21calculados, y Donata no podía evitar sentir que Verónica comenzaba a sospechar de algo. No
00:47:27obstante, el destino pronto le dio la oportunidad que estaba esperando. Una mañana, Esteban le
00:47:34informó que Verónica y Javier tenían una reunión importante fuera de la ciudad, y que se ausentarían
00:47:40durante gran parte del día. Este era el momento que Donata, Julia y Esteban habían estado esperando.
00:47:47El plan de escape debía ejecutarse ahora, mientras Verónica y Javier estaban fuera.
00:47:52Cualquier retraso podría ser fatal. Sabían que no podían simplemente sacar a Fernando de la
00:47:58mansión sin que alguien los detuviera. Así que habían ideado un plan meticuloso. Apenas
00:48:04había amanecido cuando Verónica y Javier salieron de la casa. El mayordomo, siempre
00:48:09eficiente y discreto, confirmó que los guardias de la entrada y las cámaras de seguridad habían
00:48:15sido desactivados temporalmente, gracias a una pequeña avería que él mismo había orquestado.
00:48:21El tiempo corría a su favor, pero también sabían que cualquier error podía costarles caro. Julia
00:48:29se encontraba en la habitación de Fernando, preparándolo para el traslado. Fernando,
00:48:34aunque débil y apenas consciente, parecía percibir que algo importante estaba a punto de suceder.
00:48:39Sus ojos, apagados por la enfermedad, se movían lentamente mientras intentaba
00:48:45comprender lo que estaba pasando a su alrededor. Donata entró en la habitación en silencio,
00:48:50y se detuvo al ver a su hijo en ese estado. Había pasado semanas sin poder acercarse a él,
00:48:57y ahora que lo tenía frente a ella, no pudo contener las lágrimas. El hombre que había sido
00:49:04su orgullo, su hijo fuerte y decidido, ahora yacía en la cama como una sombra de lo que alguna vez fue.
00:49:10Su piel estaba pálida, casi translúcida, y su cuerpo había adelgazado tanto que parecía frágil,
00:49:16vulnerable. Verlo así le rompió el corazón en mil pedazos, pero también encendió en ella
00:49:22una fuerza que no sabía que tenía. No podía dejar que Fernando muriera en ese lugar.
00:49:28«¡Fernando, hijo mío!», susurró mientras se acercaba a la cama, acariciando su mano con cuidado.
00:49:35«Estoy aquí, estoy aquí para sacarte de esto». Fernando giró su cabeza lentamente hacia ella,
00:49:42y aunque no pudo pronunciar una sola palabra, Donata vio en sus ojos un destello de reconocimiento.
00:49:48Sabía que, en el fondo, su hijo aún luchaba, aunque su cuerpo estuviera debilitado por meses
00:49:55de envenenamiento. Julia se acercó con delicadeza. «Tenemos que moverlo ahora,
00:50:00antes de que Verónica regrese», dijo en un susurro. «He preparado la ambulancia. Nos
00:50:07llevará a una clínica privada donde estará a salvo». Donata asintió, secándose las lágrimas
00:50:13rápidamente. Sabía que ese no era el momento para desmoronarse. Juntas, Julia y Donata ayudaron
00:50:20a Fernando a incorporarse lo más suavemente posible. El cuerpo de Fernando apenas podía
00:50:26sostenerse por sí solo, y cada pequeño movimiento parecía causarle dolor. Pero no había alternativa.
00:50:33Necesitaban sacarlo de allí antes de que fuera demasiado tarde. Esteban apareció en la puerta
00:50:40con una silla de ruedas, y con mucho cuidado colocaron a Fernando en ella. El silencio en
00:50:46la mansión era absoluto, pero cada pequeño ruido, desde el chirrido de las ruedas hasta
00:50:51el susurro de las sábanas, parecía resonar con fuerza en los pasillos vacíos. Cualquier
00:50:56sonido podía alertar a alguien, y no podían permitirse ser descubiertos. El trayecto por
00:51:02los pasillos de la mansión fue tenso, con cada sombra y cada esquina sintiéndose como
00:51:08una amenaza inminente. A medida que avanzaban hacia la salida trasera, donde la ambulancia
00:51:13ya los esperaba, Donata no podía evitar imaginar lo que ocurriría si Verónica o Javier regresaban
00:51:20antes de tiempo. Su corazón latía con fuerza, y la sensación de urgencia aumentaba con
00:51:26cada paso que daban. Finalmente alcanzaron la puerta trasera. La ambulancia estaba allí,
00:51:33tal como Julia había prometido, con un conductor que había sido contratado por ella, alguien
00:51:39de confianza que se aseguraría de que llegaran a la clínica sin problemas. Con sumo cuidado,
00:51:45colocaron a Fernando en una camilla y lo subieron al vehículo. Donata no se permitió relajarse
00:51:51hasta que las puertas de la ambulancia se cerraron y comenzaron a alejarse de la mansión. Julia
00:51:56estaba a su lado, monitoreando de cerca el estado de Fernando mientras el vehículo avanzaba
00:52:01rápidamente hacia la clínica. Aunque sabían que el peligro inmediato había pasado, el
00:52:06riesgo seguía siendo enorme. Verónica y Javier pronto descubrirían que Fernando no
00:52:11estaba en la casa, y cuando lo hicieran, reaccionarían con furia. Mientras la ambulancia se alejaba,
00:52:19Donata miró por la ventana, viendo como la mansión se hacía más pequeña en la distancia.
00:52:24Una parte de ella sintió alivio al ver como el lugar que tanto daño había causado a
00:52:29su hijo, desaparecía detrás de ellos. Pero otra parte, la más racional, sabía que la
00:52:35verdadera batalla estaba por comenzar. Sacar a Fernando de la mansión era sólo
00:52:41el primer paso. La clínica privada a la que llegaron era pequeña, discreta y alejada
00:52:47del bullicio de la ciudad. Julia había elegido cuidadosamente el lugar para que Fernando
00:52:52pudiera recibir atención médica sin que Verónica o Javier pudieran interferir. En
00:52:58cuanto llegaron, un equipo médico, al tanto de la situación, se hizo cargo de Fernando,
00:53:04llevándolo de inmediato a una sala donde comenzaron a tratarlo. Donata permaneció
00:53:09en la sala de espera, sentada en una incómoda silla de plástico, mientras Julia y los médicos
00:53:14trabajaban dentro. Sabía que estaban haciendo todo lo posible por salvarlo, pero la espera
00:53:21era insoportable. Cada minuto que pasaba sin saber cómo estaba su hijo, la desgarraba
00:53:26por dentro. Después de lo que parecieron horas, Julia salió de la sala, con una expresión
00:53:32de alivio moderado.
00:53:33«Fernando está estable por ahora», dijo en un tono tranquilizador. «Los médicos
00:53:39creen que podemos revertir algunos de los daños que ha sufrido, pero será un proceso
00:53:43largo y complicado. Lo importante es que está en un lugar seguro». Donata soltó un suspiro
00:53:50que llevaba conteniendo durante todo el día. Aunque su hijo seguía luchando por su vida,
00:53:56el hecho de que estuviera fuera del control de Verónica y Javier era un alivio inmenso.
00:54:01Sabía que Fernando no estaba completamente fuera de peligro, pero al menos tenía una
00:54:06oportunidad de recuperarse.
00:54:07«¿Qué hacemos ahora?», preguntó Donata, mirando a Julia con ojos llenos de incertidumbre.
00:54:13«Ahora, debemos esperar a los resultados de las pruebas de los medicamentos», respondió
00:54:20Julia. «Si confirmamos que Fernando fue envenenado, podremos llevar el caso ante las autoridades.
00:54:27Las pruebas que tienes sobre los movimientos financieros también serán cruciales. Verónica
00:54:32y Javier no podrán salir impunes de esto». Donata asintió, aunque sabía que ese momento
00:54:38aún estaba lejos. Todavía quedaba mucho por hacer, y la amenaza de Verónica seguía
00:54:43latente. No se quedarían de brazos cruzados cuando descubrieran que Fernando había escapado,
00:54:49pero por ahora Donata se permitió un momento de paz. Su hijo estaba a salvo, aunque fuera
00:54:56solo temporalmente, y eso era más de lo que había tenido en semanas.
00:55:01Con el rostro cansado pero lleno de determinación, se sentó en la sala de espera, sabiendo que
00:55:07la lucha aún no había terminado, pero que al menos habían dado un paso importante hacia
00:55:12la libertad de Fernando. El silencio en la clínica era distinto al de la mansión. Aquí
00:55:19no había sombras acechantes ni secretos oscuros. Aquí había esperanza. El sol apenas
00:55:25comenzaba a ocultarse detrás de las colinas cuando Verónica y Javier llegaron a la mansión.
00:55:31El ambiente en el vehículo estaba tenso, habían tenido una reunión importante, pero
00:55:36su mente no estaba completamente en los negocios. Verónica había notado pequeños cambios
00:55:41en la casa en los últimos días. Había algo en el aire que la inquietaba, y aunque no
00:55:46podía señalar con precisión qué era, sentía que las cosas no estaban bajo su control como
00:55:51antes. Cuando llegaron a la entrada principal, algo
00:55:55llamó inmediatamente su atención. La seguridad parecía relajada. Verónica frunció el ceño
00:56:01y salió del auto, caminando rápidamente hacia la puerta. Javier, quien siempre había
00:56:06sido más metódico y cauteloso, la siguió con pasos firmes. La mansión parecía tranquila,
00:56:13pero ese silencio absoluto que una vez le había parecido reconfortante, ahora le resultaba
00:56:18inquietante. Al entrar, los recibió el mayordomo Esteban,
00:56:22como siempre, con su semblante neutral, pero Verónica notó algo diferente en su mirada.
00:56:28Era casi imperceptible, pero sabía leer a las personas, y Esteban parecía incómodo.
00:56:34Verónica lo observó por un segundo demasiado largo, pero no dijo nada. En su interior,
00:56:39su desconfianza crecía con rapidez. «¿Todo está en orden, Esteban?», preguntó,
00:56:45con su voz suave pero cargada de autoridad. «Todo está como siempre, señora», respondió
00:56:50el mayordomo, evitando el contacto visual, lo que solo sirvió para aumentar las sospechas
00:56:55de Verónica. Sin embargo, decidió no presionarlo por el
00:56:59momento. A lo largo de los años, había aprendido a confiar en su instinto, y ese instinto le
00:57:05decía que algo había cambiado mientras ella no estaba. Miró a Javier, quien, aunque no
00:57:10compartía la misma sensación de urgencia, asintió brevemente, como si entendiera lo
00:57:16que ella estaba pensando. Sin decir una palabra, ambos comenzaron a caminar hacia el ala donde
00:57:22Fernando había estado recluido. Mientras tanto, en la clínica, Donata miraba
00:57:28el reloj con ansiedad. Julia había insistido en que necesitaba descansar después de la
00:57:33tensión del día, pero la madre no podía apartar de su mente la imagen de Verónica
00:57:37y Javier descubriendo la huida de Fernando. Sabía que ese momento estaba a punto de llegar.
00:57:44Pronto, el silencio en la mansión sería reemplazado por una tormenta de furia.
00:57:50El doctor salió de la habitación de Fernando, donde lo habían estado estabilizando durante
00:57:55las últimas horas. Se acercó a Donata y Julia, que esperaban en el pasillo.
00:58:00«Su hijo está estable por ahora», informó el doctor. «Su cuerpo ha respondido bien
00:58:06al tratamiento inicial, pero ha sido sometido a un proceso de envenenamiento lento y prolongado.
00:58:12Le tomará tiempo recuperarse completamente si es que lo logra».
00:58:16Donata tragó saliva, su corazón apretado por la angustia.
00:58:19«¿Va a sobrevivir?», preguntó con voz temblorosa. El doctor hizo una pausa, como
00:58:26si eligiera cuidadosamente sus palabras. «Tiene muchas posibilidades de sobrevivir,
00:58:32pero necesitará atención constante. El daño causado por el envenenamiento es extenso y
00:58:38su recuperación será un proceso largo y difícil. Lo que más necesita ahora es descanso
00:58:43y estabilidad». Donata asintió, aliviada de que, al menos,
00:58:47su hijo seguía con vida. Pero sabía que ese alivio era temporal. Afuera, en el mundo
00:58:53real, la amenaza de Verónica y Javier seguía latente, y solo era cuestión de tiempo antes
00:58:58de que comenzaran a buscar a Fernando. «¿Las pruebas del envenenamiento?», comenzó
00:59:03a decir Julia, interrumpiendo sus pensamientos. «¿Cuánto tiempo más tomará obtener los
00:59:09resultados?» «Unos días más», respondió el doctor.
00:59:13«Lo que hemos encontrado hasta ahora confirma nuestras sospechas, pero necesitamos un análisis
00:59:18más detallado para presentarlo como evidencia formal».
00:59:22Unos días. Donata sintió que esos días serían interminables. No había tiempo que perder.
00:59:29Cada segundo que pasaba era una oportunidad para que Verónica actuara. Y Donata sabía
00:59:34que no se quedarían de brazos cruzados. En la mansión, Verónica y Javier llegaron
00:59:39a la habitación de Fernando. Verónica abrió la puerta con la misma seguridad fría de
00:59:44siempre, esperando encontrar a su esposo en el estado indefenso y vulnerable en el
00:59:49que lo había dejado. Pero cuando entró, su corazón se detuvo. La cama estaba vacía.
00:59:56Por un segundo no pudo procesar lo que veía. No había personal médico, ni equipo, ni
01:00:01rastro de Fernando. La habitación estaba completamente vacía. El silencio que había
01:00:07imperado en la casa ahora se volvía ensordecedor. Su mirada fría se transformó en una expresión
01:00:12de puro desconcierto. Giró lentamente hacia Javier, cuyos ojos se habían ensanchado al
01:00:18comprender lo que significaba la ausencia de Fernando.
01:00:21«¿Dónde está?», escupió Verónica, su tono controlado a duras penas.
01:00:27Javier comenzó a revisar la habitación rápidamente, como si esperara encontrar alguna pista que
01:00:32les indicara a dónde había ido Fernando. Pero todo estaba meticulosamente en orden,
01:00:37sin señales de lucha ni de algún tipo de problema.
01:00:39«Esto no puede estar pasando», murmuró Verónica, empezando a perder el control que
01:00:45tanto se esforzaba por mantener. «¿Cómo es posible que se haya ido? Nadie puede haberlo
01:00:50sacado de aquí sin que yo lo supiera». Se acercó a Esteban, que había seguido a
01:00:55una distancia prudente.
01:00:56«Esteban, ¿quién estuvo aquí mientras estuvimos fuera?», preguntó Verónica, su
01:01:02tono helado. Esteban, quien había estado esperando este momento, mantuvo la mirada
01:01:08baja. «Sólo el personal de siempre, señora. Nadie
01:01:12ajeno a la casa. ¿Nadie lo vio salir?» Verónica comenzó a perder la calma. Su fachada de
01:01:18control y poder se desmoronaba rápidamente. «¿Cómo es posible que haya desaparecido
01:01:23sin dejar rastro?» Esteban hizo una pequeña pausa, como si eligiera cuidadosamente sus
01:01:29palabras. «Es posible que alguien del personal lo ayudara
01:01:34a salir», dejó la frase en el aire, sabiendo que señalar a alguien directamente pondría
01:01:39en riesgo a más de una persona, incluida él mismo.
01:01:44Verónica se volvió hacia Javier con una expresión de puro odio.
01:01:46«Sabía que debíamos haber tomado más precauciones. Sabía que no podíamos confiar en nadie»,
01:01:54dijo casi escupiendo las palabras. «Pero no importa. Lo encontraremos, y cuando lo
01:02:00hagamos, no quedará nadie para interponerse en nuestro camino».
01:02:04De vuelta en la clínica, el ambiente era tenso, donata, aunque aliviada por la seguridad
01:02:10de su hijo, no podía dejar de pensar en la tormenta que estaba a punto de desatarse.
01:02:15Sabía que Verónica y Javier no se detendrían ante nada para recuperar el control de Fernando
01:02:20y de sus negocios. Julia, observando su preocupación, se sentó
01:02:25junto a ella. «Sé lo que estás pensando», dijo en voz
01:02:28baja. «Verónica va a venir por él, lo sabemos. Pero ahora estamos más cerca de obtener lo
01:02:34que necesitamos para detenerla». Donata asintió, pero no podía calmar su corazón.
01:02:40«Fernando ha sufrido tanto…», murmuró. «No sé cómo llegamos a este punto. Cómo
01:02:46no vi quién era realmente Verónica». Julia puso una mano sobre la de Donata, intentando
01:02:51transmitirle consuelo. «Hiciste todo lo que pudiste», dijo. «Y
01:02:56ahora has hecho lo más importante. Has sacado a Fernando de ese lugar. Ahora es el momento
01:03:01de luchar para asegurarnos de que nunca vuelva a caer en sus manos».
01:03:06Donata sabía que Julia tenía razón. Verónica y Javier podían ser poderosos, pero ahora
01:03:11ellos también tenían armas, las pruebas del envenenamiento, los documentos que demostraban
01:03:16las maniobras financieras y legales. Aún había muchas preguntas sin respuesta, pero
01:03:22lo que quedaba claro era que Fernando ya no era una víctima pasiva. Ellos lucharían
01:03:27por él y esta vez Verónica y Javier enfrentarían la justicia.
01:03:33Mientras la noche caía y el aire fresco de la clínica entraba por las ventanas, Donata
01:03:37se preparaba mentalmente para lo que vendría. No sería fácil, pero el amor de una madre
01:03:43es una fuerza imparable. Verónica podía haber planeado cuidadosamente su conspiración,
01:03:49pero subestimó el poder del amor, el sacrificio y la determinación. La batalla por la vida
01:03:56y el legado de Fernando apenas había comenzado. El día comenzó como una calma antes de la
01:04:03tormenta. Donata, sentada junto a la cama de Fernando en la clínica, observaba cómo
01:04:09su hijo respiraba suavemente. El sonido regular del monitor cardíaco era la única señal
01:04:15constante de que la vida seguía luchando dentro de su cuerpo debilitado. A su lado, Julia
01:04:21revisaba cuidadosamente las constantes vitales de Fernando, asegurándose de que todo estuviera
01:04:26en orden. Los médicos habían logrado estabilizarlo, pero sabían que la recuperación sería lenta
01:04:33y que el daño causado por el envenenamiento había dejado profundas cicatrices. Sin embargo,
01:04:40el mero hecho de que Fernando estuviera a salvo y comenzando a mejorar era una pequeña
01:04:45victoria, un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Pero Donata sabía que la paz
01:04:51que sentía en ese momento era solo temporal, sabía que Verónica no se rendiría fácilmente
01:04:57y que en cualquier momento su furia desatada caería sobre ellos. El reloj avanzaba lentamente,
01:05:04cada tic-tac en la pared era un recordatorio de que el enfrentamiento final se acercaba.
01:05:09Solo faltaba una cosa para poner en marcha su plan, las pruebas definitivas que confirmaran
01:05:14que Fernando había sido envenenado. De repente, Julia entró apresuradamente en la habitación,
01:05:21con una expresión de urgencia en su rostro. «Las pruebas han llegado», anunció sin poder
01:05:26ocultar el nerviosismo en su voz. «Los resultados confirman lo que sospechábamos. Fernando
01:05:32ha estado recibiendo dosis progresivas de veneno en su tratamiento durante meses».
01:05:38Donata sintió una mezcla de alivio y horror. Alivio porque ahora tenían las pruebas que
01:05:42necesitaban para llevar a Verónica ante la justicia, y horror porque esas pruebas confirmaban
01:05:47la maldad de la mujer que había traicionado a su hijo. Verónica no solo había intentado
01:05:52destruirlo física y emocionalmente, sino que lo había hecho con una crueldad metódica,
01:05:58envenenándolo lentamente para arrebatarle todo lo que él había construido.
01:06:02«¿Y ahora qué?», preguntó Donata, tratando de mantener la calma mientras su mente corría
01:06:08con posibilidades. Julia, siempre pragmática, respondió rápidamente.
01:06:13«Con las pruebas médicas, junto con los documentos financieros que ya tenemos, podemos
01:06:18presentar una denuncia formal. Pero debemos actuar rápido. Verónica no tardará en encontrar
01:06:23la clínica, o peor aún, usar su influencia para intentar detenernos antes de que lleguemos
01:06:29a las autoridades». Donata asintió, consciente de la gravedad
01:06:33del momento. Sabía que no podían permitirse errores. Con las pruebas en la mano, el siguiente
01:06:40paso sería enfrentarse a Verónica y Javier en su propio juego, pero esta vez con la ley
01:06:44de su lado. Mientras tanto, en la mansión, Verónica estaba
01:06:48fuera de sí. Los empleados, aterrados por su temperamento, se movían rápidamente para
01:06:53no quedar atrapados en su camino. La noticia de la desaparición de Fernando la había
01:06:58desquiciado. No sólo porque su control sobre él se había esfumado, sino porque temía
01:07:04lo que pudiera suceder si alguien descubría lo que realmente había estado haciendo. Si
01:07:09Fernando lograba recuperarse, si las pruebas del envenenamiento salían a la luz, toda
01:07:14su vida, su fortuna y su reputación estarían en peligro.
01:07:18«Esto no puede estar pasando», murmuraba mientras caminaba frenéticamente por el despacho
01:07:24de Javier. «Teníamos todo bajo control». Javier, más calmado pero igualmente preocupado,
01:07:31se sentó detrás de su escritorio, revisando los contratos y movimientos financieros que
01:07:36habían manipulado durante meses. «No es tan simple como que desaparezca»,
01:07:41dijo Javier sin levantar la vista. «Si Fernando está recibiendo tratamiento médico, es sólo
01:07:46cuestión de tiempo antes de que se recuperen las pruebas del envenenamiento, y entonces
01:07:51estaremos perdidos». Verónica lo miró con furia, claramente frustrada por su calma.
01:07:57«Entonces tenemos que detenerlo», gritó sus ojos encendidos de rabia. «No podemos
01:08:03dejar que llegue a ese punto. No ahora». «¿Y cómo sugieres que lo hagamos?», preguntó
01:08:09Javier su tono frío. «No podemos ir a la clínica y simplemente sacarlo de allí. Ya
01:08:15es demasiado tarde para eso». Verónica sabía que su hermano tenía razón,
01:08:21pero eso no mitigaba su desesperación. Sabía que Donata y Julia eran las responsables de
01:08:26todo esto, y la idea de que su plan perfecto estuviera desmoronándose ante sus ojos la
01:08:31llenaba de ira. «Hay otras formas de controlar la situación»,
01:08:35dijo Javier, finalmente levantando la mirada. «Si logramos que las autoridades se pongan
01:08:40de nuestro lado antes de que ellos presenten las pruebas, podríamos desacreditarlos. Necesitamos
01:08:46hacer que todo esto parezca un ataque personal de Donata para recuperar el control de los
01:08:51negocios de Fernando». Verónica sonrió, entendiendo el plan de
01:08:55su hermano. «Sí, podemos hacer que parezca que todo esto es una trampa. Desacreditar
01:09:01a Donata. Hacerla parecer desesperada». Después de todo, ¿quién confiaría en una
01:09:07madre desesperada que intenta culpar a su nuera de un accidente? Ambos sabían que,
01:09:13aunque no fuera una estrategia a largo plazo, podía darles el tiempo suficiente para evitar
01:09:18que las pruebas llegaran a las autoridades y, de alguna manera, cambiar la narrativa.
01:09:25Más tarde, en la clínica, Donata y Julia estaban preparándose para llevar las pruebas
01:09:30directamente a las autoridades. Sabían que no podían esperar más. Julia había contactado
01:09:36a un abogado de confianza que conocía el caso y que las acompañaría a presentar las
01:09:41pruebas médicas y los documentos financieros. Todo estaba listo.
01:09:46Justo cuando estaban a punto de salir, el teléfono de Julia sonó. La voz del abogado
01:09:51al otro lado de la línea era tensa. «Hay un problema», dijo. «Veronica y Javier
01:09:57han presentado una denuncia contra ustedes. Están alegando que Fernando fue secuestrado
01:10:02por su madre y que todo esto es parte de un plan para retomar el control de los negocios».
01:10:08Donata sintió como el suelo se desmoronaba bajo sus pies.
01:10:11«¿Cómo es posible?», preguntó, con la voz quebrada por la indignación. «Fernando
01:10:17está luchando por su vida». «Lo sé», dijo el abogado. «Pero parece que están
01:10:23moviendo hilos detrás de escena. Están intentando desacreditarlas antes de que puedan presentar
01:10:28las pruebas. Necesitan actuar ahora». Donata se giró hacia Julia, sabiendo que
01:10:33la batalla legal que estaban a punto de enfrentar sería aún más difícil de lo que habían
01:10:38imaginado. Pero también sabía que no podían detenerse. El bienestar y la vida de Fernando
01:10:44estaban en juego, y no podía permitir que Verónica ganara esta vez.
01:10:48«Vamos», dijo con una firmeza renovada. «Vamos a luchar con todo lo que tenemos».
01:10:55En el juzgado la batalla legal comenzó con intensidad. Verónica, con su elegancia habitual,
01:11:01se presentó ante el juez como una esposa preocupada por el bienestar de su esposo,
01:11:06alegando que Donata y Julia lo habían secuestrado para alejarlo de su tratamiento médico y
01:11:11reclamar el control de su fortuna. Sin embargo, cuando Donata presentó las pruebas
01:11:16del envenenamiento, junto con los documentos financieros que demostraban la manipulación
01:11:21de los negocios de Fernando, la sala del tribunal quedó en completo silencio. Verónica intentó
01:11:27mantener su compostura, pero a medida que los abogados y testigos presentaban la evidencia
01:11:32de su traición, su rostro comenzó a descomponerse. El juez, después de revisar las pruebas,
01:11:40no tardó en entender lo que realmente había sucedido. Fernando no había sido secuestrado.
01:11:46Había sido rescatado de las garras de una esposa que había intentado asesinarlo lentamente
01:11:51para apoderarse de su fortuna. Verónica y Javier, declaró el juez, son culpables de
01:11:57intento de asesinato y fraude financiero. La sentencia cayó sobre ellos como un golpe
01:12:03mortal. Verónica, que había manipulado todo a su alrededor durante años, vio cómo su
01:12:09imperio se desmoronaba en cuestión de minutos. Los agentes de seguridad la escoltaron fuera
01:12:15de la sala, mientras Donata, aliviada pero agotada, se desplomaba en una silla, sintiendo
01:12:21que finalmente la justicia había triunfado. Los días posteriores al juicio fueron una
01:12:27mezcla de alivio y reflexión para Donata. Tras la sentencia de Verónica y Javier, la
01:12:32vida comenzó a retomar un ritmo más tranquilo, aunque el proceso de sanación, tanto para
01:12:38Fernando como para ella, sería largo. El viento cálido del verano soplaba suavemente
01:12:44sobre el campo donde Donata había vivido la mayor parte de su vida, y donde ahora se
01:12:48encontraba de nuevo, junto a su hijo, que se recuperaba lentamente en la tranquilidad
01:12:53de la casa familiar. Fernando había sido trasladado desde la clínica a una pequeña
01:12:58casa rural, alquilada cerca del hogar de Donata, donde recibía atención médica constante,
01:13:04o lejos de los recuerdos dolorosos de la mansión. Aunque su estado de salud aún
01:13:08era frágil, había mostrado signos claros de mejora en las últimas semanas. Sus fuerzas
01:13:14volvían poco a poco, y aunque el camino por recorrer aún era largo, estaba vivo, fuera
01:13:20de peligro, y rodeado del amor de su madre. Donata estaba sentada en el porche de la pequeña
01:13:27casa, mirando el horizonte mientras el sol descendía lentamente. El cielo se teñía
01:13:33de colores cálidos, y el sonido de los pájaros llenaba el aire. Habían pasado tantas cosas
01:13:39en los últimos meses que, por momentos, le costaba creer que todo había terminado. Recordaba
01:13:45cada momento de angustia, cada lágrima derramada al lado de la cama de su hijo, y ahora, aquí
01:13:51estaba, con Fernando a salvo, y Verónica y Javier enfrentando las consecuencias de
01:13:55sus acciones. Julia llegó poco después, sonriendo con esa mezcla de agotamiento y
01:14:01satisfacción que le era tan propia. Había decidido continuar como la enfermera de Fernando
01:14:07durante su recuperación, y con el tiempo se había convertido en una amiga cercana
01:14:12para Donata. Ambas habían compartido un viaje de lucha y sacrificio, y la complicidad que
01:14:19habían forjado era algo que no podría romperse fácilmente.
01:14:22«Hoy lo vi un poco mejor», dijo Julia mientras se sentaba junto a Donata. «Está recuperando
01:14:29la movilidad en las piernas, y los médicos creen que pronto podrá empezar a caminar
01:14:34de nuevo, aunque será un proceso lento». Donata sonrió. «Cualquier pequeña mejora
01:14:40era un regalo inmenso para ella». «Gracias, Julia. No sé cómo habría hecho todo esto
01:14:45sin ti», dijo, su voz cargada de gratitud. Julia le devolvió la sonrisa, pero sus ojos
01:14:53reflejaban algo más profundo. «No fue solo por Fernando que lo hice. Tú
01:14:58has sido increíble, Donata. Tu amor y tu determinación salvaron a tu hijo. Fuiste
01:15:04tú quien nunca se rindió, ni siquiera cuando parecía que todo estaba perdido».
01:15:11Donata miró hacia el horizonte, dejándose llevar por las palabras de Julia. No se consideraba
01:15:17una heroína ni mucho menos, pero sabía que había luchado con todo lo que tenía. En
01:15:22el fondo era el amor de una madre lo que la había impulsado, lo que le había dado
01:15:27fuerzas para enfrentarse a Verónica, a pesar de todas las dificultades. Más tarde, Donata
01:15:33entró en la casa y fue directamente a la habitación de Fernando. Él estaba sentado
01:15:38en la cama, con almohadas apoyando su espalda, y los ojos cerrados, pero al sentir la presencia
01:15:44de su madre, abrió los ojos lentamente y sonrió. «Mamá», murmuró con una voz suave
01:15:50pero clara. Donata se acercó y se sentó junto a él, tomando su mano entre las suyas.
01:15:56La calidez del contacto la reconfortaba, como un recordatorio constante de que su hijo seguía
01:16:01con ella. «Estás cada día mejor, hijo mío», dijo con ternura. «Pronto estarás corriendo
01:16:08por los campos otra vez, como cuando eras niño». Fernando dejó escapar una pequeña
01:16:13risa, aunque se notaba el esfuerzo que le costaba. «Tal vez no corra tan rápido como
01:16:19antes, pero espero estar de pie pronto». Ambos se quedaron en silencio por un momento,
01:16:25disfrutando de la compañía del otro. El tiempo de las palabras ya no era tan necesario
01:16:31como antes. Sólo estar juntos, después de todo lo que habían pasado, era suficiente.
01:16:37«Quiero que sepas algo, mamá», dijo Fernando de repente, su voz más firme. «Durante todo
01:16:44este tiempo, aunque no podía hablar ni moverme, yo te sentía. Sabía que estabas cerca. Incluso
01:16:51cuando estaba en la mansión, sabía que no me habías abandonado. Eso fue lo que me dio
01:16:55fuerzas para seguir luchando, aunque parecía que todo estaba perdido». Donata sintió
01:17:01cómo las lágrimas llenaban sus ojos. Apretó la mano de su hijo con más fuerza, intentando
01:17:07contener las emociones que la invadían. «Siempre estaré contigo, Fernando», dijo
01:17:13su voz quebrándose por la emoción. «Siempre». Con el paso de los días, la vida comenzó
01:17:18a encontrar un nuevo equilibrio. Fernando poco a poco fue recuperando más movilidad
01:17:23gracias a las sesiones de fisioterapia y al apoyo constante de Julia y los médicos. El
01:17:29proceso no fue fácil, pero cada pequeño paso representaba una victoria, no sólo para él,
01:17:35sino también para Donata, que veía cómo su hijo volvía a ser el hombre fuerte y determinado
01:17:41que siempre había conocido. Por otro lado, Verónica y Javier fueron
01:17:46condenados a prisión por sus crímenes. El juicio había sido una catarsis para Donata,
01:17:51quien, aunque llena de dolor por lo que su hijo había sufrido, pudo ver cómo la justicia
01:17:56finalmente prevalecía. El imperio que Verónica había intentado construir a base de mentiras
01:18:02y traición se derrumbó, y aunque el daño hecho a Fernando no podía borrarse por completo,
01:18:08al menos ahora sabía que estaba fuera de peligro.
01:18:11Con el tiempo, Donata decidió volver a vivir en su casa en el campo, el lugar que siempre
01:18:17había sido su refugio mientras Fernando permanecía cerca en la pequeña casa rural donde continuaba
01:18:23su recuperación. El vínculo entre madre e hijo se había fortalecido a lo largo de
01:18:28todo lo que habían pasado, y ambos sabían que, aunque el camino había sido difícil,
01:18:34lo más importante era que lo habían recorrido juntos.
01:18:37Meses después, una tarde tranquila, Donata y Fernando decidieron caminar por los campos
01:18:43cercanos. Fernando, aunque todavía necesitaba apoyo para caminar largas distancias, se sentía
01:18:49más fuerte cada día. El cielo azul y despejado se extendía sobre ellos mientras caminaban
01:18:55lentamente, recordando los tiempos en los que Fernando era sólo un niño que corría
01:19:00libre por esos mismos campos.
01:19:02—Este lugar me da paz —dijo Fernando mientras observaba el paisaje—. Es como si todo lo
01:19:08que hemos pasado se quedara atrás cada vez que estoy aquí.
01:19:13Donata sonrió, sintiendo el mismo alivio.
01:19:15—Aquí es donde siempre encontrarás tu hogar, hijo. No importa lo lejos que vayas, este
01:19:20será siempre tu refugio.
01:19:23Fernando la miró y sonrió. Sabía que, pase lo que pase en el futuro, siempre tendría
01:19:28a su madre a su lado.
01:19:31Esa era la verdadera riqueza, algo que ni Verónica ni Javier jamás podrían arrebatarle.
01:19:37El sol comenzó a ocultarse en el horizonte, y madre e hijo continuaron caminando juntos
01:19:42con la promesa de un futuro lleno de paz después de haber enfrentado y vencido la oscuridad.
01:19:48La vida había cambiado, pero el amor y la fortaleza que compartían los unirían para
01:19:52siempre.
01:19:53Gracias por acompañarnos en esta increíble historia llena de emoción y suspenso. Si
01:19:58te gustó, no olvides darle like, suscribirte y activar la campanita para que no te pierdas
01:20:05los próximos episodios llenos de más drama y giros inesperados. Nos vemos en el próximo
01:20:11capítulo donde el amor y la justicia siempre prevalecen. Hasta la próxima.

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