• ayer
Transcripción
00:00:00Una joven mujer fue a cuidar de un anciano en sus últimos días, pero al llegar, queda impactada al ver el anillo del anciano,
00:00:07el mismo que llevaba su abuela fallecida.
00:00:10El cielo gris de otoño parecía reflejar el estado de ánimo de María mientras conducía por la sinosa carretera que llevaba a las afueras de la ciudad.
00:00:18Las hojas caídas danzaban al ritmo del viento, formando remolinos de color ocre y dorado que contrastaban con el asfalto húmedo.
00:00:25María apretó el volante con fuerza, intentando calmar los nervios que le revolvían el estómago.
00:00:31A sus 28 años, María se había graduado como enfermera hacía apenas unos meses.
00:00:36Su cabello castaño, recogido en una coleta práctica, enmarcaba un rostro joven pero determinado.
00:00:43Sus ojos verdes, herencia de su abuela, escudriñaban el camino con atención mientras repasaba mentalmente los detalles de su nuevo trabajo.
00:00:51Cuidar a un anciano en sus últimos días, murmuró para sí misma.
00:00:55Puedes hacerlo, María.
00:00:57Has estudiado para esto.
00:00:59El GTS de su coche anunció que había llegado a su destino.
00:01:02María miró por la ventanilla y contuvo el aliento.
00:01:06Frente a ella se alzaba una imponente mansión victoriana, sus torres y agujas recortándose contra el cielo plomiso.
00:01:13La fachada, aunque bien mantenida, mostraba signos inequívocos del paso del tiempo.
00:01:19María estacionó frente a la entrada principal y apagó el motor.
00:01:23Respiró hondo, tratando de calmar los latidos de su corazón.
00:01:27Es solo un trabajo más, se dijo.
00:01:30No hay razón para estar nerviosa.
00:01:32Con decisión, salió del coche y caminó hacia la puerta.
00:01:36Antes de que pudiera tocar el timbre, ésta se abrió, revelando a una mujer mayor de aspecto severo.
00:01:41Usted debe ser la señorita Guzmán, dijo la mujer con voz áspera.
00:01:45María sintió, esbozando una sonrisa profesional.
00:01:48Así es.
00:01:50María Guzmán, la nueva enfermera.
00:01:53La mujer la escrutó de arriba abajo con mirada crítica antes de hacerse a un lado.
00:01:57Adelante.
00:01:59Soy la señora Peralta, el ama de llaves.
00:02:02El señor Álvarez la está esperando.
00:02:05María entró en el vestíbulo, maravillándose ante la opulencia que la rodeaba.
00:02:09Candelabros de cristal, cuadros al óleo y muebles antiguos decoraban el espacio.
00:02:14El aroma a madera pulida y libros viejos impregnaba el ambiente.
00:02:18Por aquí, indicó la señora Peralta, guiándola por un pasillo alfombrado.
00:02:23El señor Álvarez está en la biblioteca.
00:02:26Le advierto, señorita Guzmán, que el señor puede ser difícil a veces.
00:02:31María sintió, preparándose mentalmente.
00:02:34Entiendo.
00:02:36Haré mi mejor esfuerzo para que se sienta cómodo.
00:02:39La señora Peralta se detuvo frente a una puerta de roble tallado.
00:02:43Una cosa más, añadió, bajando la voz.
00:02:46El señor Álvarez es peculiar con sus pertenencias.
00:02:50No toque nada sin su permiso expreso.
00:02:53Antes de que María pudiera responder, la señora Peralta abrió la puerta y anunció con voz firme.
00:02:58Señor Álvarez, la nueva enfermera está aquí.
00:03:01María entró en la biblioteca, un espacio amplio y acogedor,
00:03:04con estanterías que llegaban hasta el techo y grandes ventanales que daban a un jardín descuidado.
00:03:10En el centro de la habitación, sentado en un sillón de cuero gastado, estaba el señor Álvarez.
00:03:15A primera vista, el anciano parecía frágil, con su piel arrugada y su cabello blanco despeinado.
00:03:21Sin embargo, cuando levantó la mirada,
00:03:24María se encontró con unos ojos azules penetrantes que denotaban una inteligencia aguda.
00:03:29Así que usted es la nueva enfermera, dijo el señor Álvarez con voz ronca pero firme.
00:03:34Acérquese, jovencita. Déjeme verla bien.
00:03:38María avanzó, consciente de la mirada escrutadora del anciano.
00:03:42Es un placer conocerlo, señor Álvarez.
00:03:45Soy María Guzmán.
00:03:47El anciano la observó en silencio durante un momento que pareció eterno.
00:03:51Luego, con un gesto brusco, le indicó que se sentara en una silla cercana.
00:03:56María Guzmán repitió, como si saboreara el nombre.
00:04:00Dígame, señorita Guzmán, ¿qué la trae a cuidar de un viejo cascarrabias como yo?
00:04:05María, sorprendida por la pregunta directa, respondió con honestidad.
00:04:09Bueno, señor Álvarez, acabo de graduarme como enfermera y...
00:04:13Ah, así que soy su proyecto de caridad, interrumpió el anciano con una risa amarga.
00:04:18Una joven idealista que quiere salvar al mundo, un anciano a la vez.
00:04:22No, no es eso en absoluto, se apresuró a aclarar María, sintiendo que la conversación se le escapaba de las manos.
00:04:29Yo, no se moleste en explicar, señorita Guzmán, dijo el señor Álvarez, haciendo un gesto despectivo con la mano.
00:04:36Todos tenemos nuestras razones.
00:04:39La cuestión es, está preparada para lo que implica cuidar de alguien en sus últimos días.
00:04:44María se hirgió en su asiento, decidida a no dejarse intimidar.
00:04:48Señor Álvarez, entiendo que esta situación puede ser difícil para usted.
00:04:53Pero le aseguro que estoy aquí para ayudar, no para juzgar ni para imponer nada.
00:04:58Mi objetivo es hacer que se sienta lo más cómodo y atendido posible.
00:05:02El anciano la miró fijamente durante unos segundos, como evaluándola.
00:05:06Luego, para sorpresa de María, una sonrisa torcida apareció en su rostro arrugado.
00:05:12Tiene agallas, señorita Guzmán.
00:05:14Eso me gusta.
00:05:16Muy bien, veamos cuánto dura antes de salir corriendo.
00:05:20María respiró aliviada, sintiendo que había pasado algún tipo de prueba.
00:05:24No tengo intención de salir corriendo, señor Álvarez.
00:05:28Estoy aquí para quedarme.
00:05:30Eso ya lo veremos, respondió el anciano, recostándose en su sillón.
00:05:34Ahora, supongo que querrá saber sobre mi rutina y mis necesidades médicas.
00:05:39Durante la siguiente hora, María y el señor Álvarez discutieron los detalles prácticos de su cuidado.
00:05:45El anciano resultó ser sorprendentemente lúcido y detallista,
00:05:49explicando con precisión sus medicamentos, horarios y preferencias.
00:05:53A medida que avanzaba la conversación, María se fue relajando.
00:05:57El señor Álvarez, a pesar de su actitud inicial, parecía apreciar su profesionalismo y atención.
00:06:03Una última cosa, señorita Guzmán, dijo el anciano cuando terminaron de repasar la información.
00:06:09Como habrá notado, tengo muchos objetos valiosos en esta casa.
00:06:13Le agradecería que no husmeara ni tocara nada sin mi permiso.
00:06:17María sintió, recordando la advertencia del ama de llaves.
00:06:22Por supuesto, señor Álvarez.
00:06:24Respetaré su privacidad y sus pertenencias.
00:06:27Bien, gruñó el anciano.
00:06:29Ahora, si no le importa, me gustaría descansar un poco antes de la cena.
00:06:34María se levantó, entendiéndola indirecta.
00:06:37Por supuesto. Volveré más tarde para ayudarlo con la cena.
00:06:42Si necesita algo antes, no dude en llamarme.
00:06:45Mientras se dirigía a la puerta, el señor Álvarez la llamó, señorita Guzmán.
00:06:50María se volvió.
00:06:51Sí, señor Álvarez.
00:06:53El anciano la miró con una expresión indescifrable.
00:06:56Bienvenida a la casa.
00:06:58Con una sonrisa agradecida, María salió de la biblioteca, cerrando suavemente la puerta tras de sí.
00:07:04En el pasillo, se permitió soltar un suspiro de alivio.
00:07:08El primer encuentro había sido intenso, pero sentía que había logrado establecer una base de respeto mutuo con su paciente.
00:07:15La señora Peralta apareció como de la nada, sobresaltando a María.
00:07:19Veo que ha sobrevivido al primer round, comentó el ama de llaves con un atisbo de sonrisa.
00:07:25María rió nerviosamente.
00:07:27Eso parece.
00:07:29El señor Álvarez es… interesante.
00:07:31Esa es una forma amable de decirlo, respondió la señora Peralta.
00:07:35Venga, le mostraré su habitación.
00:07:38Supongo que querrá instalarse antes de la cena.
00:07:41Mientras seguía la señora Peralta por las escaleras hacia el segundo piso,
00:07:45María no pudo evitar sentir una mezcla de emoción y aprensión.
00:07:49Había algo en esta casa, en el señor Álvarez, que la intrigaba profundamente.
00:07:54La habitación que le habían asignado era espaciosa y estaba decorada con un gusto exquisito, aunque algo anticuado.
00:08:00Una cama con docel dominaba el espacio, flanqueada por mesitas de noche de caoba.
00:08:05Un escritorio antiguo se ubicaba junto a una ventana que ofrecía una vista panorámica del jardín trasero.
00:08:11Espero que encuentre todo a su gusto, dijo la señora Peralta.
00:08:16Si necesita algo, no dude en pedirlo.
00:08:18Gracias, es perfecta, respondió María, dejando su maleta sobre la cama.
00:08:23Una vez sola, María se permitió un momento para asimilar todo lo ocurrido.
00:08:28Se acercó a la ventana, observando el jardín descuidado que se extendía más allá.
00:08:33Los arbustos sin podar y las flores silvestres que crecían libremente le daban un aire melancólico al lugar.
00:08:39¿En qué me he metido?, murmuró para sí misma, pero no pudo evitar sonreír ante el desafío que se presentaba ante ella.
00:08:45Los días siguientes transcurrieron en una rutina que poco a poco se fue asentando.
00:08:50María se levantaba temprano para preparar el desayuno del señor Álvarez y administrarle su medicación matutina.
00:08:56Luego, pasaban la mañana en la biblioteca, donde el anciano leía o simplemente observaba el jardín
00:09:02mientras María se ocupaba de las tareas domésticas ligeras y monitoreaba su estado.
00:09:06A pesar de su actitud inicial, el señor Álvarez resultó ser un conversador fascinante cuando estaba de humor.
00:09:12Sus historias sobre viajes por el mundo y encuentros con personajes famosos mantenían a María cautivada.
00:09:18Una tarde, mientras María ajustaba las almohadas del sillón del señor Álvarez, éste la sorprendió con una pregunta inesperada.
00:09:25Dígame, señorita Guzmán, ¿tiene familia?
00:09:28María, pillada con la guardia baja, tardó un momento en responder.
00:09:33Sí, señor Álvarez.
00:09:35Tengo a mi madre y, bueno, tuve una abuela maravillosa, pero falleció hace unos años.
00:09:41El anciano la miró con intensidad.
00:09:43Era cercana a su abuela.
00:09:45María sonrió con nostalgia.
00:09:47Mucho.
00:09:49Ella fue quien me inspiró a ser enfermera.
00:09:51Siempre decía que cuidar de los demás era la vocación más noble.
00:09:55Su abuela parece haber sido una mujer sabia, comentó el señor Álvarez, con un tono que María no supo interpretar.
00:10:02¿Puedo preguntar cómo se llamaba?
00:10:04Elena, respondió María.
00:10:06Elena Martínez.
00:10:08Por un instante, María creyó ver un destello de reconocimiento en los ojos del señor Álvarez,
00:10:13pero desapareció tan rápido que pensó haberlo imaginado.
00:10:16Un hombre hermoso, dijo el anciano, volviéndose hacia la ventana.
00:10:21Como el de una reina, María, intrigada por la reacción del señor Álvarez,
00:10:25estaba a punto de preguntar más cuando la señora Peralta entró en la biblioteca.
00:10:30Disculpen la interrupción, dijo el ama de llaves.
00:10:33Señorita Guzmán, hay una llamada para usted.
00:10:36Es su madre.
00:10:38María se disculpó y salió para atender la llamada.
00:10:41Cuando regresó, encontró al señor Álvarez dormitando en su sillón.
00:10:45Con cuidado, le colocó una manta sobre las piernas y salió silenciosamente de la habitación.
00:10:51Esa noche, mientras se preparaba para dormir, María no pudo evitar pensar en la conversación sobre su abuela.
00:10:57Había algo en la forma en que el señor Álvarez había reaccionado que la inquietaba,
00:11:02aunque no podía precisar por qué.
00:11:04Sacudiendo la cabeza para alejar esos pensamientos, se metió en la cama.
00:11:08¿Estás imaginando cosas?
00:11:10María, se dijo a sí misma.
00:11:12Concéntrate en tu trabajo.
00:11:14Los días se convirtieron en semanas y María se encontró cayendo en una rutina cómoda en la mansión.
00:11:20El señor Álvarez, aunque todavía tenía sus momentos de mal humor,
00:11:24parecía haberse acostumbrado a su presencia e incluso la esperaba con cierta impaciencia cada mañana.
00:11:29Una tarde lluviosa, mientras María le leía al señor Álvarez uno de sus libros favoritos,
00:11:34el anciano la interrumpió con una pregunta que la tomó por sorpresa.
00:11:38María, dijo, usando su nombre de pila por primera vez, ¿alguna vez has sentido que el pasado te persigue?
00:11:44María bajó el libro, intrigada por la pregunta.
00:11:47Bueno, supongo que todos tenemos recuerdos que nos acompañan, sean buenos o malos.
00:11:52¿Por qué lo pregunta?
00:11:54El señor Álvarez suspiró, su mirada perdida en la lluvia que golpeaba los ventanales.
00:11:59A veces pienso que toda mi vida ha sido una serie de decisiones equivocadas.
00:12:04Caminos no tomados, palabras no dichas.
00:12:07María, conmovida por la vulnerabilidad repentina del anciano, se acercó a él.
00:12:12Señor Álvarez, todos cometemos errores.
00:12:16Lo importante es cómo los enfrentamos y aprendemos de ellos.
00:12:19El anciano la miró con una sonrisa triste.
00:12:22Ah, la sabiduría de la juventud.
00:12:25Ojalá fuera tan simple, querida.
00:12:28Hay errores que no tienen solución, secretos que pesan más con cada año que pasa.
00:12:34Intrigada y un poco preocupada, María decidió arriesgarse a preguntar más.
00:12:39Señor Álvarez, si hay algo que le preocupa, quizás hablar de ello podría ayudar.
00:12:44Sé que no soy más que su enfermera, pero estoy aquí para escucharlo si lo necesita.
00:12:48El anciano la miró largamente, como si estuviera sopesando sus palabras.
00:12:53Finalmente, con un suspiro, dijo, eres una buena chica, María.
00:12:58Me recuerdas a alguien que conocí hace mucho tiempo.
00:13:02Alguien que cambió mi vida para siempre.
00:13:04María sintió que estaba a punto de descubrir algo importante,
00:13:07pero en ese momento, la señora Peralta entró en la habitación con la bandeja de la merienda.
00:13:12Disculpen la interrupción, dijo el ama de llaves, lanzando una mirada curiosa a ambos.
00:13:18Pensé que les vendría bien un té caliente con esta lluvia.
00:13:21El señor Álvarez pareció salir de su ensimismamiento y asintió.
00:13:25Gracias, señora Peralta.
00:13:28Siempre tan oportuna.
00:13:30María notó el tono sardónico en la voz del anciano
00:13:32y se preguntó si la interrupción había sido realmente accidental.
00:13:36La señora Peralta, por su parte, mantuvo su expresión impasible mientras servía el té.
00:13:42Cuando el ama de llaves se retiró, el momento de intimidad se había perdido.
00:13:46El señor Álvarez se concentró en su taza de té, evitando la mirada inquisitiva de María.
00:13:51Creo que por hoy es suficiente lectura, dijo el anciano después de un rato.
00:13:56Si no te importa, me gustaría descansar un poco antes de la cena.
00:14:00María asintió, reconociendo que el señor Álvarez necesitaba espacio.
00:14:04Por supuesto, estaré en la cocina si me necesita.
00:14:08Mientras salía de la biblioteca, María no pudo evitar sentir una mezcla de frustración y curiosidad.
00:14:14Estaba claro que el señor Álvarez guardaba secretos
00:14:17y, por alguna razón, sentía que estos secretos podrían estar relacionados con ella de alguna manera.
00:14:23En la cocina, María se encontró con la señora Peralta, que estaba preparando la cena.
00:14:29El ama de llaves la miró de reojo mientras cortaba verduras.
00:14:32El señor Álvarez parecía bastante pensativo hoy, comentó la señora Peralta con aparente casualidad.
00:14:38María, decidiendo ser directa, respondió
00:14:41Sí, estábamos teniendo una conversación interesante antes de que usted entrara con el té.
00:14:46La señora Peralta dejó de cortar por un momento y miró a María directamente.
00:14:51Señorita Guzmán, llevo trabajando para el señor Álvarez más años de los que usted tiene de vida.
00:14:57Si hay algo que he aprendido, es que algunos recuerdos es mejor dejarlos en el pasado.
00:15:02¿Qué quiere decir con eso?, preguntó María, intrigada por el tono de advertencia en la voz del ama de llaves.
00:15:08La señora Peralta suspiró, como si estuviera decidiendo cuánto revelar.
00:15:12El señor Álvarez ha vivido una vida complicada.
00:15:16Ha habido muchas alegrías, pero también mucho dolor.
00:15:20A veces, cuando mira por esa ventana de la biblioteca, siento que está viendo fantasmas del pasado.
00:15:26María sintió un escalofrío recorrer su espalda.
00:15:29Señora Peralta, ¿sabe usted algo sobre esos fantasmas?
00:15:33El ama de llaves volvió a su tarea de cortar verduras, evitando la mirada de María.
00:15:38No es mi lugar hablar de ello, señorita Guzmán.
00:15:41Solo le aconsejo que tenga cuidado.
00:15:44A veces, las preguntas pueden abrir puertas que es mejor mantener cerradas.
00:15:49Con esas crípticas palabras, la señora Peralta dio por terminada la conversación, concentrándose en la preparación de la cena.
00:15:56María, sintiéndose más confundida que nunca, decidió subir a su habitación para refrescarse antes de la cena.
00:16:03Mientras se miraba en el espejo del baño, María no pudo evitar pensar en las palabras del señor Álvarez y la señora Peralta.
00:16:10¿Qué secretos guardaba esta casa?
00:16:13¿Y por qué tenía la sensación de que, de alguna manera, estaban conectados con ella?
00:16:18Sacudiendo la cabeza, María decidió que estaba dejando volar demasiado su imaginación.
00:16:23Concéntrate en tu trabajo, se dijo a sí misma.
00:16:27Estás aquí para cuidar al señor Álvarez, no para desenterrar viejos secretos.
00:16:32Sin embargo, mientras bajaba las escaleras para la cena, María no pudo evitar sentir que había algo más en esta casa,
00:16:38algo que estaba a punto de descubrir, para bien o para mal.
00:16:42La cena transcurrió en un silencio inusual.
00:16:45El señor Álvarez parecía perdido en sus pensamientos, apenas tocando su comida.
00:16:50María intentó iniciar una conversación casual un par de veces, pero sólo recibió respuestas monosilábicas.
00:16:56Cuando terminaron de cenar, María se dispuso a ayudar al señor Álvarez a prepararse para dormir.
00:17:02Mientras lo acompañaba a su habitación, el anciano se detuvo de repente en el pasillo.
00:17:07María, dijo con voz cansada, ¿podrías traerme el álbum de fotos que está en el segundo cajón de mi escritorio en la biblioteca?
00:17:14Creo que esta noche necesito recordar algunas cosas.
00:17:18Sorprendida por la petición, María asintió.
00:17:21Por supuesto, señor Álvarez.
00:17:24Vuelvo enseguida.
00:17:25Mientras se dirigía a la biblioteca, María no pudo evitar sentir una mezcla de emoción y aprensión.
00:17:31¿Sería este álbum la clave para entender los secretos del señor Álvarez?
00:17:35La biblioteca estaba a oscuras cuando entró.
00:17:38María encendió la lámpara del escritorio y abrió el segundo cajón.
00:17:42Efectivamente, allí había un álbum de fotos antiguo, con la cubierta de cuero desgastada por el tiempo.
00:17:48Con cuidado, María tomó el álbum y se dispuso a llevárselo al señor Álvarez.
00:17:53Sin embargo, justo cuando estaba a punto de apagar la lámpara, algo llamó su atención.
00:17:59En el fondo del cajón, parcialmente oculto por papeles viejos, brillaba algo metálico.
00:18:04Sin pensarlo dos veces, María apartó los papeles y contuvo el aliento.
00:18:09Allí, en el fondo del cajón, había un anillo de oro con un zafiro engastado.
00:18:14Un anillo que le resultaba terriblemente familiar.
00:18:17Con manos temblorosas, María tomó el anillo y lo examinó bajo la luz de la lámpara.
00:18:22No había duda, era idéntico al anillo que su abuela Elena siempre llevaba,
00:18:27el mismo que había desaparecido misteriosamente después de su muerte.
00:18:30El corazón de María comenzó a latir con fuerza.
00:18:33¿Cómo era posible que el señor Álvarez tuviera un anillo idéntico al de su abuela?
00:18:38¿O acaso era el mismo anillo?
00:18:40Mil preguntas comenzaron a formarse en su mente,
00:18:43pero fueron interrumpidas por la voz del señor Álvarez llamándola desde el pasillo.
00:18:47¿María?
00:18:48¿Has encontrado el álbum?
00:18:50Rápidamente, María guardó el anillo en su bolsillo y cerró el cajón.
00:18:54Con el álbum en las manos y el corazón aún acelerado, salió de la biblioteca.
00:18:59Sí, señor Álvarez, aquí lo tengo, dijo, tratando de mantener la compostura.
00:19:04El anciano la miró con una expresión indescifrable.
00:19:07Gracias, querida.
00:19:09Creo que esta noche tendremos mucho de qué hablar.
00:19:12Mientras seguía al señor Álvarez a su habitación,
00:19:15María sintió que estaba a punto de descubrir una verdad que cambiaría su vida para siempre.
00:19:20El anillo en su bolsillo parecía pesar una tonelada
00:19:23y las preguntas en su mente amenazaban con desbordarla.
00:19:26¿Qué conexión había entre el señor Álvarez y su abuela?
00:19:29¿Y cómo encajaba ella en toda esta historia?
00:19:32A medida que entraban en la habitación del anciano,
00:19:34María supo que estaba a punto de enfrentarse a un pasado que, sin saberlo, había definido su presente.
00:19:40Con el corazón en la garganta, se preparó para una conversación
00:19:44que prometía revelar secretos largamente guardados y que, sin duda,
00:19:48cambiaría el curso de su vida para siempre.
00:19:51María siguió al señor Álvarez hasta su habitación,
00:19:54el pesado álbum de fotos en sus manos y el anillo oculto en su bolsillo
00:19:58parecían quemar con la intensidad de mil secretos.
00:20:01El anciano se acomodó lentamente en su sillón favorito junto a la ventana,
00:20:05su rostro surcado de arrugas parecía más cansado que nunca bajo la tenue luz de la lámpara.
00:20:10«Siéntate, María», dijo el señor Álvarez, señalando una silla cercana.
00:20:15«Hay mucho de qué hablar esta noche», María obedeció, su corazón latiendo con fuerza.
00:20:21Colocó el álbum sobre sus rodillas, pero sus dedos jugueteaban nerviosamente
00:20:25con el borde de su uniforme, cerca del bolsillo donde había escondido el anillo.
00:20:29«Señor Álvarez», comenzó, su voz apenas un susurro, «yo».
00:20:33El anciano levantó una mano, interrumpiéndola.
00:20:36«Antes de que digas nada, María, déjame mostrarte algo».
00:20:40Con manos temblorosas, el señor Álvarez abrió el álbum.
00:20:44Las páginas crujieron, revelando fotografías en blanco y negro de tiempos pasados.
00:20:50María se inclinó para ver mejor, su curiosidad superando momentáneamente su nerviosismo.
00:20:55«Esta», dijo el anciano, señalando una foto, «es tu abuela, Elena».
00:20:59María contuvo el aliento.
00:21:01Allí, sonriendo a la cámara, estaba su abuela.
00:21:05Pero no como la recordaba, sino joven, radiante, con toda una vida por delante y a su lado.
00:21:12«Y ese soy yo», continuó el señor Álvarez, su voz cargada de emoción.
00:21:17Hace más de cincuenta años, María miró al anciano, luego a la foto, y de nuevo al anciano.
00:21:23Las piezas comenzaban a encajar, pero el rompecabezas que formaban era algo que nunca hubiera imaginado.
00:21:29«¿Ustedes se conocían?», preguntó, aunque ya sabía la respuesta.
00:21:33El señor Álvarez asintió lentamente.
00:21:36«Más que eso, María. Tu abuela y yo nos amábamos».
00:21:41La revelación cayó sobre María como un balde de agua fría.
00:21:44Su mente daba vueltas, tratando de procesar esta información.
00:21:48¿Su abuela y el señor Álvarez?
00:21:51¿Amantes?
00:21:52«Pero, pero mi abuelo», balbuceó María.
00:21:55«Tu abuelo entró en la vida de Elena después», explicó el señor Álvarez con un dejo de amargura en su voz.
00:22:00«Elena y yo éramos jóvenes, estábamos enamorados, pero las circunstancias, las circunstancias nos separaron».
00:22:08María escuchaba atentamente, su mano inconscientemente acariciando el bolsillo donde guardaba el anillo.
00:22:13«¿Qué pasó?», preguntó en voz baja.
00:22:16El señor Álvarez cerró los ojos, como si el recuerdo fuera demasiado doloroso.
00:22:21«Yo tenía que viajar al extranjero por negocios. Le propuse matrimonio a Elena antes de irme, le di un anillo».
00:22:28María sintió que su corazón se detenía.
00:22:31Con manos temblorosas sacó el anillo de su bolsillo.
00:22:35«¿Este anillo?», preguntó, mostrando celo al anciano.
00:22:39«Los ojos del señor Álvarez se abrieron de par en par. ¿Dónde, dónde encontraste eso?».
00:22:43En su escritorio, admitió María.
00:22:46«Lo siento, no quería husmear, pero es idéntico al que siempre llevaba mi abuela, el que desapareció después de su muerte».
00:22:54El anciano extendió su mano y María le entregó el anillo.
00:22:58Lo sostuvo con reverencia, como si fuera el objeto más precioso del mundo.
00:23:02«Este anillo», dijo con voz quebrada, «simbolizaba nuestra promesa de amor eterno».
00:23:07Cuando volví de mi viaje, Elena ya no estaba.
00:23:10«Se había casado con tu abuelo».
00:23:13María sintió que las lágrimas se agolpaban en sus ojos.
00:23:16«¿Pero por qué? Si se amaban tanto».
00:23:19«Esa es la pregunta que me ha atormentado durante décadas», respondió el señor Álvarez.
00:23:24«Elena nunca me dio una explicación. Simplemente desapareció de mi vida.
00:23:30Y yo, yo nunca tuve el valor de buscarla, de exigir respuestas».
00:23:34Un silencio pesado cayó sobre la habitación.
00:23:37María trataba de asimilar toda esta información,
00:23:40de reconciliar la imagen de su dulce abuela con esta historia de amor truncado.
00:23:44Señor Álvarez dijo finalmente «¿Por qué me está contando todo esto ahora?».
00:23:49El anciano la miró con una mezcla de tristeza y determinación.
00:23:52«Porque, María, creo que es hora de que sepas la verdad.
00:23:56Toda la verdad».
00:23:58«¿Y por qué?»
00:23:59«Porque creo que tú podrías ser la clave para entender lo que realmente pasó».
00:24:03María frunció el seño, confundida.
00:24:06«¿Yo? Pero ¿cómo podría?»
00:24:08En ese momento, un golpe en la puerta los interrumpió.
00:24:12La señora Peralta entró, llevando una bandeja con té.
00:24:16«Pensé que podría necesitar algo caliente», dijo el ama de llaves,
00:24:19mirando de reojo a María y al señor Álvarez.
00:24:22«Gracias, señora Peralta», respondió el anciano.
00:24:25«Déjela en la mesa, por favor».
00:24:28Mientras la señora Peralta servía el té,
00:24:30María notó que lanzaba miradas furtivas al álbum de fotos
00:24:34y al anillo que el señor Álvarez aún sostenía.
00:24:37¿Acaso ella sabía algo?
00:24:39Una vez que el ama de llaves se retiró,
00:24:41el señor Álvarez retomó la conversación.
00:24:43«María, hay algo más que debes saber».
00:24:46«Algo que descubrí hace poco y que, bueno, que podría cambiar todo».
00:24:50El corazón de María latía con fuerza.
00:24:53«¿Qué es, señor Álvarez?»
00:24:55El anciano tomó un sorbo de té,
00:24:57como si necesitara fuerzas para lo que estaba a punto de decir.
00:25:01«Creo, creo que tu madre podría ser mi hija».
00:25:04María se quedó sin aliento.
00:25:06«¿Qué?»
00:25:07«Pero, pero eso es imposible.
00:25:10Mi madre es hija de mi abuelo, de...»
00:25:12«Está segura», interrumpió el señor Álvarez.
00:25:15«¿Alguna vez te has preguntado
00:25:17por qué tu madre no se parece en nada a tu abuelo?
00:25:20¿Por qué tiene los mismos ojos azules que yo?»
00:25:22María se levantó de golpe,
00:25:24su mente un torbellino de pensamientos y emociones.
00:25:27«No, no puede ser.
00:25:29Mi abuela nunca, ella no habría».
00:25:32«Helena guardaba muchos secretos, María»,
00:25:34dijo el señor Álvarez con suavidad.
00:25:37«Y creo que el más grande de todos podría ser este».
00:25:40María comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación,
00:25:43tratando de procesar esta nueva información.
00:25:46«Pero si es verdad, ¿por qué mi abuela nunca dijo nada?
00:25:49¿Por qué lo mantuvo en secreto todos estos años?»
00:25:52El señor Álvarez suspiró profundamente.
00:25:55«Esa es la pregunta que me ha estado carcomiendo
00:25:58desde que lo sospeché CH2.
00:26:00Pero creo que la respuesta podría estar en algún lugar de esta casa».
00:26:04María se detuvo en seco.
00:26:06«¿Qué quiere decir?»
00:26:08«Helena solía escribir diarios», explicó el anciano.
00:26:11«Cuando desapareció de mi vida,
00:26:13dejó atrás muchas de sus pertenencias.
00:26:16Entre ellas, sus diarios.
00:26:18Nunca tuve el valor de leerlos,
00:26:20pero quizás allí estén las respuestas que buscamos».
00:26:23Un nuevo propósito se encendió en los ojos de María.
00:26:26«¿Dónde están esos diarios?
00:26:28Eso es lo que no sé con certeza», admitió el señor Álvarez.
00:26:32«Con los años, muchas cosas se han movido,
00:26:35se han guardado en diferentes lugares.
00:26:37Pero si están en algún lugar,
00:26:39tiene que ser en esta casa», María sintió con determinación.
00:26:43«Los encontraremos, señor Álvarez.
00:26:46Juntos descubriremos la verdad».
00:26:48El anciano sonrió débilmente.
00:26:50«Gracias, María.
00:26:52Pero recuerda,
00:26:54esta búsqueda podría revelar verdades dolorosas.
00:26:57¿Estás segura de que quieres continuar?»
00:26:59María miró el anillo que ahora descansaba sobre la mesa,
00:27:02luego al álbum de fotos y finalmente al señor Álvarez.
00:27:06«Necesito saber la verdad, por dolorosa que sea.
00:27:10Se lo debo a mi abuela, a mi madre y a usted».
00:27:13El señor Álvarez asintió con aprobación.
00:27:16«Muy bien.
00:27:18Mañana comenzaremos nuestra búsqueda.
00:27:20Pero por ahora,
00:27:22creo que ambos necesitamos descansar y procesar todo esto».
00:27:25María ayudó al anciano a prepararse para dormir,
00:27:28su mente aún dando vueltas con todas las revelaciones de la noche.
00:27:31Antes de salir de la habitación,
00:27:34el señor Álvarez la llamó una última vez.
00:27:36María dijo suavemente,
00:27:38«Pase lo que pase,
00:27:40quiero que sepas que tu abuela fue el amor de mi vida
00:27:42y que, si resulta ser cierto,
00:27:45estaría orgulloso de ser tu abuelo».
00:27:47Con lágrimas en los ojos,
00:27:49María asintió y salió de la habitación.
00:27:51Esa noche, el sueño tardó en llegar,
00:27:54su mente repasando una y otra vez los eventos del día
00:27:57y las posibles implicaciones de lo que habían descubierto.
00:28:00A la mañana siguiente,
00:28:02María se despertó con una nueva determinación.
00:28:05Después de ayudar al señor Álvarez con su rutina matutina,
00:28:08ambos se dirigieron a la biblioteca para comenzar su búsqueda.
00:28:11Por donde empezamos,
00:28:13se acercó María mirando las innumerables estanterías y cajones
00:28:16que llenaban la habitación.
00:28:18El señor Álvarez se acomodó en su sillón, pensativo.
00:28:21Elena solía guardar sus cosas más preciadas
00:28:24en lugares inesperados.
00:28:26Decía que los mejores escondites
00:28:28eran aquellos que estaban a plena vista.
00:28:30María asintió,
00:28:32recordando cómo su abuela siempre tenía un lugar especial
00:28:34para cada cosa.
00:28:36Entonces, buscaremos en los lugares más obvios primero.
00:28:39Comenzaron por los estantes de libros,
00:28:41revisando cuidadosamente cada volumen
00:28:43en busca de cualquier cosa que pudiera estar escondida
00:28:45entre sus páginas.
00:28:47Horas pasaron,
00:28:49y aunque encontraron viejas fotografías y cartas,
00:28:51no había rastro de los diarios.
00:28:53Mientras María revisaba un viejo baúl
00:28:55en una esquina de la biblioteca,
00:28:57no pudo evitar hacer la pregunta
00:28:59que había estado rondando su mente toda la mañana.
00:29:01Señor Álvarez comenzó con cautela,
00:29:03si mi madre resulta ser realmente su hija,
00:29:05¿qué piensa hacer?
00:29:07El anciano,
00:29:09examinando una pila de papeles antiguos,
00:29:11levantó la mirada.
00:29:13Sus ojos reflejaban una mezcla de esperanza y temor.
00:29:15Honestamente,
00:29:17María, no lo sé, admitió.
00:29:19He pasado tantos años solo,
00:29:21creyendo que había perdido
00:29:23mi oportunidad de tener una familia.
00:29:25Si es cierto, bueno,
00:29:27cambiará todo.
00:29:29María asintió comprensivamente,
00:29:31entiendo,
00:29:33pero no cree que mi madre tiene derecho a saberlo.
00:29:35El señor Álvarez suspiró profundamente.
00:29:37Por supuesto que sí,
00:29:39pero también temo su reacción.
00:29:41¿Y si nos odia a Elena
00:29:43y a mí por haberle ocultado la verdad
00:29:45durante tantos años?
00:29:47Mi madre no es así,
00:29:49dijo María con convicción.
00:29:51Sí, probablemente estará conmocionada
00:29:53y dolida al principio,
00:29:55pero ella siempre ha valorado la verdad
00:29:57por encima de todo.
00:29:59El anciano sonrió débilmente.
00:30:01Suena como Elena.
00:30:03Tu abuela siempre decía que la verdad,
00:30:05era preferible a vivir en una mentira.
00:30:07Continuaron su búsqueda en silencio
00:30:09por un tiempo, cada uno sumido
00:30:11en sus propios pensamientos.
00:30:13De repente, María se detuvo,
00:30:15una idea formándose en su mente.
00:30:17Señor Álvarez, dijo emocionada,
00:30:19¿recuerda algún lugar especial
00:30:21que compartiera con mi abuela?
00:30:23¿Algún rincón de la casa que fuera significativo
00:30:25para ustedes dos?
00:30:27El anciano frunció el ceño, pensativo.
00:30:29Bueno, solíamos
00:30:31pasar mucho tiempo en el invernadero.
00:30:33A Elena le encantaban las orquídeas.
00:30:35Teníamos una colección
00:30:37impresionante allí.
00:30:39María sintió que su corazón se aceleraba.
00:30:41¿El invernadero?
00:30:43¿Aún existe?
00:30:45Sí, aunque hace años que no lo uso,
00:30:47respondió el señor Álvarez.
00:30:49Está en la parte trasera de la propiedad,
00:30:51un poco descuidado, me temo.
00:30:53Sin perder un segundo,
00:30:55María se puso de pie.
00:30:57Tenemos que ir allí.
00:30:59Ahora, el señor Álvarez la miró sorprendido,
00:31:01pero asintió.
00:31:03Con cuidado, se levantó de su sillón
00:31:05y, apoyándose en su bastón,
00:31:07siguió a María fuera de la biblioteca.
00:31:09Mientras atravesaban el jardín trasero,
00:31:11María no pudo evitar notar
00:31:13lo overgrown y descuidado que estaba todo.
00:31:15Era como si el tiempo
00:31:17se hubiera detenido en esta parte de la propiedad.
00:31:19Finalmente, llegaron a una estructura
00:31:21de cristal cubierta de enredaderas.
00:31:23El invernadero,
00:31:25en su día probablemente hermoso,
00:31:27ahora parecía un fantasma de tiempos pasados.
00:31:29Hace tanto que no venía aquí,
00:31:31murmuró el señor Álvarez,
00:31:33su voz cargada de nostalgia.
00:31:35María abrió la puerta con cuidado,
00:31:37el chirrido de las bisagras oxidadas
00:31:39rompiendo el silencio.
00:31:41El interior estaba lleno de plantas marchitas
00:31:43y macetas vacías,
00:31:45pero aún se podía sentir el eco de la belleza
00:31:47que alguna vez habitó ese lugar.
00:31:49¿Dónde guardaban las cosas personales aquí?
00:31:51preguntó María, sus ojos escaneando el espacio.
00:31:53El señor Álvarez señaló
00:31:55hacia un rincón.
00:31:57Había un viejo escritorio allí.
00:31:59Elena solía sentarse a escribir
00:32:01mientras yo cuidaba de las plantas.
00:32:03María se dirigió al lugar indicado.
00:32:05Efectivamente,
00:32:07había un escritorio antiguo
00:32:09cubierto de polvo y telarañas.
00:32:11Con cuidado, comenzó a abrir
00:32:13los cajones uno por uno.
00:32:15Están vacíos, dijo con decepción
00:32:17después de revisar los primeros dos.
00:32:19El señor Álvarez se acercó,
00:32:21apoyándose pesadamente en su bastón.
00:32:23Elena siempre fue ingeniosa
00:32:25con sus escondites.
00:32:27Intenta buscar compartimentos secretos.
00:32:29María sintió y comenzó a examinar
00:32:31el escritorio más de cerca.
00:32:33Pasó sus dedos por los bordes,
00:32:35buscando cualquier irregularidad.
00:32:37De repente, sintió algo.
00:32:39Creo que encontré algo,
00:32:41murmuró, presionando un pequeño
00:32:43botón oculto en la parte inferior
00:32:45del escritorio. Con un suave clic,
00:32:47un compartimento secreto se abrió
00:32:49en la parte trasera del mueble.
00:32:51María contuvo el aliento mientras metía
00:32:53la mano y sacaba un paquete envuelto
00:32:55en tela. ¿Qué es? Preguntó el señor
00:32:57Álvarez, inclinándose para ver mejor.
00:32:59Con manos temblorosas,
00:33:01María desenvolvió el paquete.
00:33:03Dentro había varios cuadernos de cuero,
00:33:05sus páginas amarillentas por el
00:33:07paso del tiempo. Los diarios,
00:33:09susurró María, su voz mezclada
00:33:11con asombro y aprensión. El señor Álvarez
00:33:13se dejó caer en una silla cercana,
00:33:15visiblemente conmovido.
00:33:17Después de todos estos años,
00:33:19María abrió el primer diario,
00:33:21la caligrafía elegante de su abuela
00:33:23llenando las páginas.
00:33:25¿Quiere que lo lea en voz alta?
00:33:27Preguntó, mirando al anciano con preocupación.
00:33:29El señor Álvarez cerró los ojos
00:33:31por un momento, como si estuviera
00:33:33reuniendo fuerzas.
00:33:35Luego asintió.
00:33:37Por favor, María.
00:33:39Creo que ambos necesitamos escuchar esto.
00:33:41María tomó aire y comenzó a leer.
00:33:4315 de mayo de 1970.
00:33:45Hoy, Alejandro me pidió
00:33:47que me casara con él.
00:33:49Mi corazón está dividido.
00:33:51Lo amo más que a nada en este mundo,
00:33:53pero hay algo que no le he dicho,
00:33:55algo que podría cambiarlo todo.
00:33:57María se detuvo, mirando al señor Álvarez.
00:33:59El anciano tenía
00:34:01los ojos cerrados, una lágrima
00:34:03solitaria rodando por su mejilla.
00:34:05Continúa, por favor, dijo con
00:34:07voz ronca. María asintió y siguió
00:34:09leyendo. No sé cómo decirle que
00:34:11estoy embarazada.
00:34:13Tengo miedo de su reacción, de cómo esto
00:34:15podría afectar sus planes, su carrera.
00:34:17Sé que me ama,
00:34:19pero ¿estará listo para ser padre?
00:34:21¿Y si decide que es demasiado
00:34:23pronto, que no está preparado?
00:34:25No puedo soportar la idea
00:34:27de perderlo, pero tampoco puedo
00:34:29imaginar una vida sin este bebé que crece
00:34:31dentro de mí. María se detuvo,
00:34:33su mente dando vueltas.
00:34:35Abuela, susurró, ¿por qué
00:34:37no dijiste nada? El señor Álvarez
00:34:39abrió los ojos, una mezcla de dolor
00:34:41y asombro en su mirada.
00:34:43Ella.
00:34:45Estaba embarazada cuando me fui.
00:34:47Y no me lo dijo. María continuó
00:34:49leyendo, las páginas del diario
00:34:51revelando la angustia y la confusión de su
00:34:53abuela. Elena escribía
00:34:55sobre su amor por Alejandro, su miedo
00:34:57a perderlo, y su creciente preocupación
00:34:59por el futuro del bebé. Luego,
00:35:01llegaron a una entrada que hizo que
00:35:03ambos contuvieran el aliento. 10 de
00:35:05julio de 1970.
00:35:07Alejandro se ha ido.
00:35:09Se fue al extranjero por negocios,
00:35:11sin saber que llevo a su hijo en mi vientre.
00:35:13Quise decírselo antes de que
00:35:15partiera, pero el miedo me paralizó.
00:35:17¿Y si decide que no
00:35:19quiere esta responsabilidad?
00:35:21¿Y si elige su carrera por encima
00:35:23de nosotros? No puedo
00:35:25soportar la idea de ser un obstáculo
00:35:27en sus sueños. Quizás,
00:35:29quizás sea mejor así.
00:35:31Tal vez deba desaparecer de su vida
00:35:33y criar a este bebé por mi cuenta.
00:35:35Duele tanto, pero ¿qué
00:35:37otra opción tengo? María levantó
00:35:39la vista del diario, sus ojos llenos
00:35:41de lágrimas. Señor Álvarez,
00:35:43ella lo hizo para protegerlo.
00:35:45Pensó que usted elegiría
00:35:47su carrera sobre ella y el bebé.
00:35:49El anciano sacudió la cabeza,
00:35:51su rostro una máscara de dolor y arrepentimiento.
00:35:53Nunca,
00:35:55nunca habría elegido nada
00:35:57por encima de Elena y nuestro hijo.
00:35:59Si tan solo me lo hubiera
00:36:01dicho. María continuó leyendo.
00:36:03Las entradas siguientes narraban
00:36:05como Elena conoció a Antonio,
00:36:07el hombre que se convertiría en el abuelo
00:36:09de María. Antonio,
00:36:11viudo y sin hijos, se enamoró
00:36:13de Elena y le ofreció casarse con ella,
00:36:15prometiendo criar al bebé como suyo
00:36:17propio. 23 de septiembre
00:36:19de 1970. He tomado
00:36:21una decisión que me perseguirá el resto
00:36:23de mi vida. Me casaré
00:36:25con Antonio. Es un buen
00:36:27hombre y ama a este bebé como si
00:36:29fuera suyo. Alejandro
00:36:31merece perseguir su sueño sin la carga
00:36:33de una familia no planificada.
00:36:35Duele tanto que apenas puedo
00:36:37respirar, pero sé que es lo mejor para
00:36:39todos. Que Dios me perdone por esta
00:36:41mentira, pero es la única forma de
00:36:43asegurar un futuro para mi hijo.
00:36:45María cerró el diario, incapaz de
00:36:47continuar. El silencio
00:36:49en el invernadero era pesado, cargado
00:36:51de revelaciones y verdades largamente
00:36:53ocultas. Toda mi vida,
00:36:55dijo el señor Álvarez finalmente, su
00:36:57voz apenas un susurro, he vivido
00:36:59creyendo que Elena me había abandonado
00:37:01por otro hombre. Nunca
00:37:03imaginé, nunca supe. María
00:37:05tocó al anciano, tomando sus manos
00:37:07entre las suyas. Ella
00:37:09lo amaba, señor Álvarez.
00:37:11Lo amaba tanto que estaba dispuesta
00:37:13a sacrificar su propia felicidad
00:37:15por lo que creía que era mejor para usted.
00:37:17El señor Álvarez asintió lentamente,
00:37:19lágrimas corriendo libremente
00:37:21por su rostro arrugado.
00:37:23Y yo, yo nunca luché por ella.
00:37:25Debía haber regresado,
00:37:27debía haberla buscado. No podía
00:37:29saberlo, dijo María suavemente.
00:37:31Ambos tomaron decisiones
00:37:33basadas en lo que creían correcto
00:37:35en ese momento. Se quedaron en silencio
00:37:37por un largo rato, cada uno
00:37:39procesando las revelaciones que acababan
00:37:41de descubrir. Finalmente,
00:37:43María habló, señor Álvarez,
00:37:45esto significa que usted es
00:37:47realmente mi abuelo.
00:37:49Y mi madre, ella no sabe nada de esto.
00:37:51El anciano la miró, una nueva
00:37:53determinación brillando en sus ojos
00:37:55a pesar de las lágrimas.
00:37:57Tienes razón, María,
00:37:59tu madre merece saber la verdad.
00:38:01Hemos vivido con esta mentira
00:38:03durante demasiado tiempo.
00:38:05María asintió, sintiendo una mezcla
00:38:07de miedo y anticipación.
00:38:09¿Cómo se lo diremos? Juntos,
00:38:11respondió el señor Álvarez,
00:38:13apretando la mano de María.
00:38:15Se lo diremos juntos.
00:38:17Es hora de que esta familia sane
00:38:19las heridas del pasado. Mientras salían
00:38:21del invernadero, los diarios de Helena
00:38:23cuidadosamente guardados bajo el brazo
00:38:25de María, ambos sintieron que estaban
00:38:27al borde de un nuevo capítulo en sus vidas.
00:38:29Un capítulo lleno
00:38:31de verdades dolorosas, pero también
00:38:33de la posibilidad de redención y reunión.
00:38:35El camino que les esperaba no sería
00:38:37fácil, pero por primera vez en
00:38:39décadas, el señor Álvarez sintió
00:38:41que tenía una razón para mirar hacia
00:38:43el futuro con esperanza.
00:38:45Y María, aunque abrumada por
00:38:47todo lo que había descubierto, estaba
00:38:49determinada a ayudar a su recién descubierto
00:38:51abuelo a reconectar con la familia que
00:38:53nunca supo que tenía. Mientras
00:38:55caminaban de regreso a la casa, el sol
00:38:57de la tarde bañaba el jardín en una luz
00:38:59dorada, como si la naturaleza misma
00:39:01estuviera celebrando la verdad que finalmente
00:39:03había salido a la luz. El peso
00:39:05de los secretos se había levantado,
00:39:07y aunque quedaban muchas conversaciones
00:39:09difíciles por delante, tanto María
00:39:11como el señor Álvarez sentían que,
00:39:13por fin, estaban en el camino
00:39:15correcto. El sol de la
00:39:17mañana se filtraba a través de las cortinas
00:39:19de la habitación de María, despertándola
00:39:21de un sueño intranquilo. Se
00:39:23incorporó lentamente, frotándose los
00:39:25ojos y tratando de orientarse.
00:39:27Por un momento, tuvo la esperanza
00:39:29de que todo lo ocurrido en los últimos
00:39:31días hubiera sido sólo un sueño
00:39:33elaborado. Pero al ver los
00:39:35diarios de su abuela sobre la mesita de noche,
00:39:37la realidad la golpeó con fuerza.
00:39:39Dios mío, murmuró para sí
00:39:41misma, ¿cómo vamos a manejar esto?
00:39:43Con un suspiro, se levantó y
00:39:45comenzó a prepararse para el día.
00:39:47Mientras se cepillaba el cabello
00:39:49frente al espejo, no pudo evitar
00:39:51buscar rasgos del señor Álvarez en su propio
00:39:53rostro. ¿Tenía sus ojos?
00:39:55¿Su sonrisa?
00:39:57Era extraño pensar
00:39:59que el hombre al que había conocido hace apenas
00:40:01unas semanas era en realidad su abuelo
00:40:03biológico. Bajó las escaleras con
00:40:05aprensión, esperando encontrar al señor
00:40:07Álvarez en el comedor para el desayuno.
00:40:09Sin embargo, la
00:40:11mesa estaba vacía, con sólo la
00:40:13señora Peralta moviéndose silenciosamente,
00:40:15preparando el café.
00:40:17Buenos días, señora Peralta, saludó
00:40:19María. El señor
00:40:21Álvarez aún no ha bajado, el ama
00:40:23de llaves la miró con una expresión que María
00:40:25no pudo descifrar.
00:40:27El señor Álvarez no se encuentra bien
00:40:29esta mañana. Ha pedido
00:40:31que le lleve el desayuno a su habitación.
00:40:33María sintió una punzada de preocupación.
00:40:35¿Está enfermo?
00:40:37Tal vez debería ir a
00:40:39verlo. La señora Peralta negó con la
00:40:41cabeza. Dijo que
00:40:43necesitaba tiempo para pensar.
00:40:45Sugirió que usted desayunara
00:40:47y luego lo visitara en su estudio.
00:40:49María sintió lentamente, sentándose
00:40:51a la mesa. Mientras la señora
00:40:53Peralta le servía el café, no
00:40:55pudo evitar notar la mirada inquisitiva
00:40:57de la mujer. Señora Peralta,
00:40:59comenzó María, dudando un momento
00:41:01antes de continuar. Usted, ¿sabe
00:41:03algo sobre la historia del señor Álvarez
00:41:05y mi abuela? El ama de llaves se quedó
00:41:07inmóvil por un instante, luego
00:41:09continuó sirviendo como si nada hubiera
00:41:11pasado. No es mi lugar
00:41:13hablar de los asuntos personales del
00:41:15señor Álvarez, respondió con tono
00:41:17neutro. María suspiró.
00:41:19No entiendo. Es sólo
00:41:21que todo esto es muy confuso
00:41:23y abrumador. La señora Peralta la miró
00:41:25por un momento, su expresión suavizándose
00:41:27ligeramente.
00:41:29Señorita María, he trabajado
00:41:31para el señor Álvarez durante muchos años.
00:41:33He visto su dolor,
00:41:35su soledad. Cualquiera
00:41:37que sea la verdad que hayan descubierto,
00:41:39espero que traiga paz a esta casa.
00:41:41Con esas crípticas palabras,
00:41:43la señora Peralta se retiró,
00:41:45dejando a María sola con sus pensamientos
00:41:47y su desayuno a medio comer.
00:41:49Después de lo que pareció una eternidad,
00:41:51María finalmente se armó de valor
00:41:53para subir al estudio del señor Álvarez.
00:41:55Tocó suavemente a la puerta.
00:41:57Adelante, escuchó la voz
00:41:59cansada del anciano desde el interior.
00:42:01María entró para encontrar al señor
00:42:03Álvarez sentado junto a la ventana,
00:42:05los diarios de Elena abiertos sobre su regazo.
00:42:07Parecía haber envejecido
00:42:09diez años en una sola noche.
00:42:11Buenos días, señor Álvarez,
00:42:13dijo María suavemente.
00:42:15¿Cómo se encuentra? El anciano levantó
00:42:17la mirada, una sonrisa triste
00:42:19en sus labios.
00:42:21Buenos días, María.
00:42:23O debería decir, buenos días,
00:42:25nieta. María sintió un nudo
00:42:27en la garganta. Era la primera
00:42:29vez que el señor Álvarez la llamaba
00:42:31así explícitamente.
00:42:33Se acercó y se sentó en la silla frente
00:42:35a él. He estado leyendo los diarios
00:42:37toda la noche, continuó el señor Álvarez.
00:42:39Cada palabra
00:42:41es como un puñal en mi corazón,
00:42:43pero no puedo dejar de leer.
00:42:45Elena, tu abuela,
00:42:47sufrió tanto. María sintió
00:42:49sin saber qué decir.
00:42:51Finalmente reunió el coraje para
00:42:53hacer la pregunta que había estado rondando
00:42:55su mente toda la mañana.
00:42:57¿Qué vamos a hacer ahora?
00:42:59¿Cómo se lo diremos a mi madre?
00:43:01El señor Álvarez cerró los ojos por un
00:43:03momento como si estuviera reuniendo
00:43:05fuerzas. He estado
00:43:07pensando en eso. Creo
00:43:09que lo mejor sería que la invitáramos aquí.
00:43:11Decírselo en persona,
00:43:13mostrarle los diarios.
00:43:15Pero María, debes entender que
00:43:17esto podría destrozarla.
00:43:19Descubrir que toda su vida ha sido
00:43:21una mentira. Lo sé, dijo María,
00:43:23sintiendo el peso de la responsabilidad
00:43:25sobre sus hombros.
00:43:27Pero como usted dijo ayer, merece
00:43:29saber la verdad. Hemos
00:43:31vivido con esta mentira durante demasiado
00:43:33tiempo. El anciano asintió lentamente.
00:43:35Tienes razón.
00:43:37Eres tan valiente como
00:43:39Elena, ¿sabes?
00:43:41Ella también siempre defendía la verdad,
00:43:43incluso cuando era dolorosa.
00:43:45María sintió las lágrimas picando en sus
00:43:47ojos. Gracias.
00:43:49Yo aún estoy
00:43:51tratando de procesar todo esto.
00:43:53Es extraño pensar que tengo
00:43:55un nuevo abuelo, una nueva historia
00:43:57familiar. El señor Álvarez extendió
00:43:59su mano, tomándola de María.
00:44:01Sé que esto es mucho
00:44:03para asimilar. Y quiero
00:44:05que sepas que, independientemente de lo
00:44:07que suceda cuando tu madre se entere,
00:44:09estoy agradecido de haberte conocido,
00:44:11María. De tener
00:44:13la oportunidad de ser parte de tu vida,
00:44:15aunque sea de esta manera tan
00:44:17inesperada. María apretó la mano del
00:44:19anciano, sintiendo una oleada de
00:44:21afecto hacia este hombre que, hasta hace
00:44:23poco, era un completo extraño.
00:44:25Yo también estoy agradecida,
00:44:27señor Álvarez.
00:44:29O debería decir, abuelo.
00:44:31El anciano sonrió, sus ojos
00:44:33brillantes con lágrimas contenidas.
00:44:35Alejandro.
00:44:37Puedes llamarme Alejandro, si quieres.
00:44:39María asintió, probando el
00:44:41nombre. Alejandro.
00:44:43De acuerdo. Pasaron los
00:44:45siguientes minutos en un silencio cómodo,
00:44:47cada uno perdido en sus propios
00:44:49pensamientos. Finalmente,
00:44:51María habló. Creo que deberíamos
00:44:53llamar a mi madre hoy mismo.
00:44:55Cuanto más esperemos,
00:44:57más difícil será. Alejandro asintió.
00:44:59Tienes razón.
00:45:01¿Quieres hacerlo tú o prefieres
00:45:03que lo haga yo? María lo pensó
00:45:05por un momento. Creo que
00:45:07debería hacerlo yo.
00:45:09Será menos sospechoso si la invito yo
00:45:11a venir. Muy bien, dijo Alejandro.
00:45:13Usa el teléfono de
00:45:15mi escritorio. Tomaré
00:45:17un poco de aire fresco en el jardín
00:45:19mientras tanto. María vio como el anciano
00:45:21se levantaba con dificultad y salía
00:45:23de la habitación, apoyándose en su bastón.
00:45:25Cuando se quedó sola,
00:45:27se acercó al teléfono, su corazón
00:45:29latiendo con fuerza.
00:45:31Marcó el número de su madre,
00:45:33rezando en silencio por fuerza para lo que
00:45:35estaba por venir. Después de tres tonos,
00:45:37escuchó la voz familiar de su
00:45:39madre. Hola, hola,
00:45:41mamá, dijo María, tratando
00:45:43de mantener un tono casual.
00:45:45¿Cómo estás, María,
00:45:47cariño? ¡Qué sorpresa!
00:45:49Estoy bien, ¿y tú?
00:45:51¿Cómo va todo con
00:45:53tu nuevo trabajo? María respiró
00:45:55hondo. Va interesante.
00:45:57De hecho, mamá,
00:45:59te llamaba porque me preguntaba si
00:46:01podrías venir a visitarme.
00:46:03Hay algo importante que necesito
00:46:05hablar contigo. Hubo un momento de silencio
00:46:07al otro lado de la línea.
00:46:09¿Está todo bien, María?
00:46:11Suenas preocupada.
00:46:13Estoy bien, mamá.
00:46:15Es sólo que es complicado
00:46:17de explicar por teléfono.
00:46:19¿Podrías venir mañana? Otro silencio.
00:46:21Luego, por supuesto,
00:46:23cariño.
00:46:25Sabes que haría cualquier cosa por
00:46:27ti. Estaré allí mañana
00:46:29por la mañana.
00:46:31¿Necesitas que lleve algo? María sintió
00:46:33un nudo en la garganta.
00:46:35No, mamá.
00:46:37Sólo te quiero, sabes.
00:46:39Yo también te quiero, mi niña.
00:46:41Te veré mañana.
00:46:43Después de colgar, María se quedó mirando
00:46:45el teléfono por un largo rato.
00:46:47Finalmente, se levantó
00:46:49y fue a buscar a Alejandro al jardín.
00:46:51Lo encontró sentado en un banco,
00:46:53mirando las flores marchitas
00:46:55con una expresión melancólica.
00:46:57Ya está hecho, dijo María,
00:46:59sentándose junto a él.
00:47:01Vendrá mañana por la mañana,
00:47:03Alejandro asintió lentamente.
00:47:05Bien. Tendremos que prepararnos
00:47:07para una conversación difícil.
00:47:09Pasaron el resto del día en un estado
00:47:11de ansiosa anticipación.
00:47:13María ayudó a Alejandro con sus tareas
00:47:15habituales, pero había una tensión
00:47:17palpable en el aire.
00:47:19La señora Peralta los observaba
00:47:21con curiosidad, claramente consciente
00:47:23de que algo importante estaba sucediendo.
00:47:25Esa noche, ninguno de los dos
00:47:27pudo dormir bien.
00:47:29María daba vueltas en su cama,
00:47:31imaginando miles escenarios diferentes
00:47:33sobre cómo podría reaccionar su madre.
00:47:35Alejandro, por su parte,
00:47:37pasó horas mirando viejas fotografías,
00:47:39perdido en recuerdos de un amor
00:47:41perdido hace mucho tiempo.
00:47:43La mañana llegó demasiado pronto.
00:47:45María se vistió con cuidado,
00:47:47eligiendo un conjunto que su madre
00:47:49le había regalado en su último cumpleaños.
00:47:51Cuando bajó a desayunar,
00:47:53encontró a Alejandro ya sentado
00:47:55a la mesa, pálido pero determinado.
00:47:57«Buenos días», dijo María,
00:47:59sentándose frente a él.
00:48:01«¿Estás listo para esto?»
00:48:03Alejandro esbozó una sonrisa tensa.
00:48:05Tanto como se puede estar
00:48:07para voltear el mundo de alguien de cabeza.
00:48:09Apenas habían terminado de desayunar
00:48:11cuando escucharon el sonido de un coche
00:48:13acercándose por el camino de entrada.
00:48:15María sintió que su corazón
00:48:17se aceleraba. «Es ella», dijo,
00:48:19levantándose de un salto.
00:48:21Alejandro también se puso de pie,
00:48:23apoyándose en su bastón.
00:48:25«Ve tú primero. Yo esperaré
00:48:27en el estudio». María sintió
00:48:29y se dirigió a la puerta principal.
00:48:31Respiró hondo antes de abrirla,
00:48:33justo cuando su madre estaba
00:48:35a punto de tocar el timbre. «Mamá»,
00:48:37exclamó, abrazándola con fuerza.
00:48:39«María, cariño»,
00:48:41respondió su madre, devolviendo el abrazo.
00:48:43«Te he extrañado
00:48:45tanto. Pero dime,
00:48:47¿qué es eso tan importante que tenías
00:48:49que decirme?» María se separó del abrazo,
00:48:51mirando a su madre a los ojos.
00:48:53Lucía Cancinos,
00:48:55la sonrisa de madre tenía un toque
00:48:57cansado, denotando estrés y
00:48:59desconocidos problemas para su hija.
00:49:01«Ven, entremos.
00:49:03Hay alguien que quiero que conozcas».
00:49:05Confundida, la madre
00:49:07de María la siguió al interior de la casa.
00:49:09María la guió hasta el estudio,
00:49:11donde Alejandro esperaba de pie
00:49:13junto a la ventana. «Mamá»,
00:49:15dijo María, su voz temblando ligeramente,
00:49:17«te presento al señor Alejandro
00:49:19Álvarez». «Mi».
00:49:21«Mi paciente». La madre
00:49:23de María miró al anciano con curiosidad.
00:49:25«Mucho gusto,
00:49:27señor Álvarez». «Soy
00:49:29Carmen, la madre de María».
00:49:31Alejandro dio un paso adelante,
00:49:33sus ojos fijos en Carmen.
00:49:35«El gusto es mío, Carmen».
00:49:37«Por favor, siéntate.
00:49:39Hay algo importante
00:49:41que debemos discutir». Carmen frunció
00:49:43el ceño, mirando a María y luego
00:49:45de nuevo a Alejandro. «¿Qué
00:49:47está pasando?». «María,
00:49:49me estás asustando». María tomó
00:49:51la mano de su madre y la guió hasta
00:49:53un sillón. «Mamá,
00:49:55por favor, siéntate».
00:49:57«Esto, esto no va a ser fácil
00:49:59de escuchar». Una vez que todos
00:50:01estuvieron sentados, María miró
00:50:03a Alejandro, quien asintió levemente.
00:50:05Con un suspiro tembloroso,
00:50:07María comenzó. «Mamá,
00:50:09hace unos días descubrimos algo,
00:50:11algo sobre la abuela Elena.
00:50:13Algo que cambia todo lo que
00:50:15creíamos saber sobre nuestra familia».
00:50:17Carmen se tensó visiblemente.
00:50:19«¿De qué estás hablando, María?
00:50:21¿Qué tiene que ver el señor
00:50:23Álvarez con tu abuela?» Alejandro
00:50:25se inclinó hacia adelante, sus ojos
00:50:27llenos de emoción. «Carmen,
00:50:29yo, yo conocí a tu madre
00:50:31hace muchos años.
00:50:33De hecho, Elena y yo estuvimos
00:50:35enamorados». Carmen se quedó
00:50:37bloqueabierta, mirando a Alejandro
00:50:39con incredulidad. «¿Qué?
00:50:41Pero, eso es imposible.
00:50:43Mi madre amaba
00:50:45a mi padre. Ellos...
00:50:47Mamá...» Interrumpió María suavemente.
00:50:49«Hay más.
00:50:51Encontramos los diarios de la abuela.
00:50:53Y, y creemos que el señor
00:50:55Álvarez...» «Alejandro
00:50:57es tu padre biológico».
00:50:59El silencio que siguió fue ensordecedor.
00:51:01Carmen miró a María,
00:51:03luego a Alejandro, y de nuevo
00:51:05a María, su rostro una máscara
00:51:07de shock y confusión. «No», dijo
00:51:09finalmente, sacudiendo la cabeza.
00:51:11«No, esto
00:51:13tiene que ser un error.
00:51:15Mi padre era Antonio».
00:51:17«Él, Carmen», dijo Alejandro con
00:51:19voz suave, «sé que esto es difícil
00:51:21de creer. Pero te aseguro
00:51:23que es la verdad.
00:51:25Elena y yo nos amábamos, pero las
00:51:27circunstancias nos separaron.
00:51:29Ella nunca me dijo que estaba embarazada
00:51:31cuando me fui al extranjero».
00:51:33María se levantó de golpe, su rostro
00:51:35pálido. «Esto es una
00:51:37locura. No puede ser
00:51:39cierto. Mi madre nunca
00:51:41me mentiría así.
00:51:43Nunca nos mentiría a todos». María se
00:51:45acercó a su madre, tratando de tomar
00:51:47su mano, pero Carmen se alejó.
00:51:49«Mamá, por favor,
00:51:51lee los diarios».
00:51:53La abuela explica todo.
00:51:55Ella, ella pensó que estaba
00:51:57haciendo lo correcto. Carmen
00:51:59miró los diarios que María le ofrecía
00:52:01como si fueran una serpiente venenosa.
00:52:03Con manos temblorosas, tomó
00:52:05uno y lo abrió. A medida que leía,
00:52:07su rostro pasaba por una gama
00:52:09de emociones, incredulidad, dolor,
00:52:11ira, confusión. «No»,
00:52:13murmuró, cerrando el diario de
00:52:15golpe. «Esto no puede ser
00:52:17verdad. Mi madre,
00:52:19ella no haría esto». Alejandro
00:52:21se levantó lentamente, apoyándose
00:52:23en su bastón. «Carmen,
00:52:25sé que esto es un shock.
00:52:27Créeme, para mí también lo fue
00:52:29cuando lo descubrí. Pero Elena,
00:52:31tu madre, ella pensó que
00:52:33estaba haciendo lo mejor para todos».
00:52:35Carmen lo miró, sus ojos llenos
00:52:37de lágrimas y furia.
00:52:39«¿Lo mejor? ¿Mentirme
00:52:41toda mi vida? ¿Privarme
00:52:43de conocer a mi verdadero padre?
00:52:45¿Cómo puede eso ser lo mejor?»
00:52:47María intentó acercarse a su madre
00:52:49nuevamente. «Mamá,
00:52:51la abuela estaba asustada.
00:52:53Pensó que Alejandro elegiría su
00:52:55carrera sobre ella y el bebé.
00:52:57«Ella, no la defiendas»,
00:52:59gritó Carmen, haciendo que María
00:53:01retrocediera sorprendida.
00:53:03«Todos estos años, todas las
00:53:05historias sobre lo maravilloso que era mi
00:53:07padre. Antonio».
00:53:09Y resulta que todo era una
00:53:11mentira. Alejandro dio un paso
00:53:13hacia Carmen, su rostro lleno de dolor
00:53:15y arrepentimiento. «Carmen,
00:53:17por favor,
00:53:19no culpes a tu madre.
00:53:21Si hay alguien a quien culpar, ese
00:53:23soy yo. Debí haber
00:53:25escuchado por ella, debí haberla buscado
00:53:27cuando desapareció». Carmen lo miró,
00:53:29una mezcla de emociones en su rostro.
00:53:31«¿Y por qué no lo hiciste?
00:53:33Si tanto la amabas,
00:53:35¿por qué la dejaste ir tan fácilmente?»
00:53:37Alejandro bajó la mirada,
00:53:39la culpa evidente en cada línea de su
00:53:41rostro envejecido. «Porque
00:53:43fui un cobarde. Cuando
00:53:45volví y me enteré de que se había casado,
00:53:47asumí que había encontrado a alguien
00:53:49mejor. Nunca se me ocurrió,
00:53:51nunca imaginé que pudiera estar
00:53:53embarazada». El silencio cayó pesadamente
00:53:55en la habitación.
00:53:57Carmen se dejó caer en el sillón,
00:53:59su cuerpo temblando ligeramente.
00:54:01María se arrodilló frente
00:54:03a ella, tomando sus manos entre las
00:54:05suyas. «Mamá», dijo suavemente,
00:54:07«sé que esto es duro,
00:54:09pero piensa en la abuela».
00:54:11Ella cargó con este secreto toda
00:54:13su vida. «Debe haber
00:54:15sido un peso terrible». Carmen levantó
00:54:17la mirada, sus ojos encontrándose
00:54:19con los de su hija. «¿Y
00:54:21qué hay de mi peso? El peso
00:54:23de descubrir que toda mi vida ha sido
00:54:25una mentira. Que el hombre
00:54:27al que llamé padre durante años no era
00:54:29mi verdadero padre». Alejandro se
00:54:31acercó lentamente, sentándose en
00:54:33una silla cercana. «Carmen,
00:54:35entiendo tu dolor y tu ira.
00:54:37Tienes todo el derecho a
00:54:39sentirte traicionada. Pero
00:54:41por favor, no dejes que esto
00:54:43borre todos los buenos recuerdos que tienes
00:54:45de tu madre y de Antonio.
00:54:47Él te crió, te amó como a
00:54:49una hija. Eso no cambia
00:54:51con esta revelación». Carmen lo miró,
00:54:53una chispa de curiosidad mezclándose
00:54:55con su dolor. «¿Y tú?
00:54:57¿Qué quieres de mi ahora?
00:54:59¿Esperas que te llame
00:55:01papá y finjamos que los últimos
00:55:03cincuenta años no existieron?»
00:55:05Alejandro negó con la cabeza, sus
00:55:07ojos llenos de tristeza.
00:55:09«No espero nada, Carmen.
00:55:11Solo quería que supieras
00:55:13la verdad. Si decides
00:55:15que no quieres tener nada que ver conmigo,
00:55:17lo entenderé. Pero
00:55:19quiero que sepas que, desde el momento
00:55:21en que supe de tu existencia, te he
00:55:23amado. Incluso sin
00:55:25conocerte, siempre fuiste mi hija
00:55:27en mi corazón». Estas palabras parecieron
00:55:29tocar algo en Carmen.
00:55:31Sus hombros se hundieron y, por primera
00:55:33vez desde que llegó, las lágrimas
00:55:35comenzaron a caer libremente por sus
00:55:37mejillas. María la
00:55:39abrazó inmediatamente, sosteniéndola
00:55:41mientras hoyosaba. «No sé qué hacer»,
00:55:43murmuró Carmen entre lágrimas.
00:55:45«No sé cómo procesar
00:55:47todo esto». María acarició suavemente
00:55:49el cabello de su madre.
00:55:51«No tienes que decidir nada ahora,
00:55:53mamá. Tómate el
00:55:55tiempo que necesites.
00:55:57Estamos aquí para ti», Alejandro
00:55:59asintió, aunque Carmen no podía verlo.
00:56:01«María tiene razón.
00:56:03No hay prisa.
00:56:05Sé que necesitarás tiempo
00:56:07para asimilar todo esto.
00:56:09Y quiero que sepas que, sea
00:56:11cual sea tu decisión, la respetaré».
00:56:13Carmen se separó lentamente del abrazo
00:56:15de María, secándose las lágrimas
00:56:17con el dorso de la mano.
00:56:19Miró a Alejandro, realmente
00:56:21lo miró por primera vez desde que entró
00:56:23en la habitación. Vio el dolor
00:56:25en sus ojos, el arrepentimiento,
00:56:27pero también vio algo más,
00:56:29esperanza. «Yo», comenzó Carmen,
00:56:31su voz todavía temblorosa,
00:56:33«necesito algo de tiempo».
00:56:35«Esto es, es demasiado
00:56:37para procesar de una vez», Alejandro
00:56:39asintió comprensivamente.
00:56:41«Por supuesto.
00:56:43Tómate todo el tiempo que necesites».
00:56:45María apretó suavemente la mano de su madre.
00:56:47«¿Quieres quedarte aquí
00:56:49unos días? Podríamos
00:56:51pasar tiempo juntas, y podrías,
00:56:53podrías conocer mejor a Alejandro,
00:56:55si quieres». Carmen pareció
00:56:57considerar la oferta por un momento.
00:56:59Finalmente, asintió
00:57:01lentamente. «Creo que
00:57:03eso sería útil.
00:57:05Sí, me quedaré unos días».
00:57:07La tensión en la habitación pareció
00:57:09disminuir ligeramente con esta decisión.
00:57:11María sonrió,
00:57:13aliviada de que su madre no hubiera salido
00:57:15corriendo de la casa. «Bien»,
00:57:17dijo, poniéndose de pie.
00:57:19«Iré a preparar una habitación
00:57:21para ti. ¿Por qué no te quedas
00:57:23aquí y hablas un poco más con
00:57:25Alejandro?» Carmen miró a su hija
00:57:27con una mezcla de gratitud y aprensión.
00:57:29«Está bien.
00:57:31Gracias, cariño».
00:57:33María salió de la habitación, dejando
00:57:35a Carmen y Alejandro solos.
00:57:37El silencio entre ellos era pesado,
00:57:39cargado de años de secretos y oportunidades
00:57:41perdidas. Finalmente,
00:57:43Carmen habló, «cuéntame sobre ella».
00:57:45«Sobre mi madre».
00:57:47«¿Cómo era cuando la conociste?»
00:57:49Alejandro sonrió suavemente,
00:57:51sus ojos perdiéndose en recuerdos
00:57:53lejanos. «Elena era,
00:57:55era como un rayo de sol.
00:57:57Brillante, cálida,
00:57:59llena de vida. Tenía
00:58:01una risa que podía iluminar una habitación
00:58:03entera. Y era valiente,
00:58:05tan valiente.
00:58:07Nunca conocía a nadie con un corazón
00:58:09tan grande como el suyo». Carmen
00:58:11escuchaba atentamente, bebiendo cada
00:58:13palabra. «Por primera vez
00:58:15estaba escuchando sobre una faceta
00:58:17de su madre que nunca había conocido.
00:58:19La conocí en una fiesta de la universidad»,
00:58:21continuó Alejandro.
00:58:23«Estaba estudiando literatura
00:58:25y yo economía.
00:58:27Nuestros mundos no podrían haber sido
00:58:29más diferentes, pero desde el momento
00:58:31en que la vi, supe que era especial».
00:58:33A medida que Alejandro hablaba, compartiendo
00:58:35historias y anécdotas de su tiempo
00:58:37con Elena, Carmen sentía que una
00:58:39parte de ella que siempre había estado vacía
00:58:41comenzaba a llenarse.
00:58:43Era como si estuviera conociendo a su
00:58:45madre por primera vez, viendo una
00:58:47parte de ella que siempre había estado oculta.
00:58:49Las horas pasaron mientras conversaban.
00:58:51María regresó
00:58:53en algún momento, trayéndote
00:58:55y sándwiches, pero ninguno de los dos
00:58:57pareció notarlo.
00:58:59Estaban perdidos en un mundo de recuerdos
00:59:01y descubrimientos. Cuando la luz del día
00:59:03comenzó a desvanecerse, Carmen
00:59:05finalmente se dio cuenta de cuánto tiempo
00:59:07había pasado.
00:59:09Se sentía emocionalmente agotada,
00:59:11pero también, de alguna manera,
00:59:13más ligera. «Creo que necesito descansar
00:59:15un poco», dijo, levantándose
00:59:17lentamente. «Ha sido,
00:59:19ha sido un día intenso».
00:59:21Alejandro asintió, también poniéndose
00:59:23de pie. «Por supuesto».
00:59:25«Gracias, Carmen».
00:59:27«Gracias por escuchar,
00:59:29por darme la oportunidad de compartir
00:59:31estos recuerdos contigo». Carmen
00:59:33lo miró por un largo momento, como si
00:59:35estuviera tratando de reconciliar al hombre
00:59:37frente a ella con la idea de un padre
00:59:39que nunca conoció.
00:59:41Finalmente, en un movimiento que
00:59:43sorprendió a ambos, dio un paso adelante
00:59:45y abrazó a Alejandro. El anciano
00:59:47se quedó inmóvil por un segundo,
00:59:49sorprendido, antes de devolver
00:59:51el abrazo con fuerza.
00:59:53Carmen pudo sentir las lágrimas del hombre
00:59:55mojando su hombro, y se dio cuenta
00:59:57de que ella también estaba llorando.
00:59:59«Buenas noches, papá», susurró
01:00:01Carmen, antes de separarse rápidamente
01:00:03y salir de la habitación.
01:00:05Alejandro se quedó allí, conmocionado
01:00:07y emocionado. María,
01:00:09que había estado observando silenciosamente
01:00:11desde la puerta, se acercó
01:00:13a él. «¿Estás bien?», preguntó
01:00:15suavemente. Alejandro asintió,
01:00:17secándose las lágrimas.
01:00:19«Sí, yo, creo que sí.
01:00:21Por primera vez en mucho
01:00:23tiempo, creo que realmente estoy
01:00:25bien». María sonrió, abrazando
01:00:27al anciano. «Me alegro.
01:00:29Creo que todos
01:00:31necesitamos descansar».
01:00:33Ha sido un día largo. Mientras María
01:00:35ayudaba a Alejandro a prepararse para dormir,
01:00:37no pudo evitar sentir una mezcla
01:00:39de alivio y ansiedad.
01:00:41La verdad había salido a la luz,
01:00:43y aunque el camino por delante no sería
01:00:45fácil, al menos ahora tenían
01:00:47la oportunidad de sanar como familia.
01:00:49Esa noche, mientras la casa finalmente
01:00:51se sumía en el silencio,
01:00:53tres generaciones de una familia recién
01:00:55descubierta se fueron a dormir, cada
01:00:57uno con sus propios pensamientos y emociones,
01:00:59pero unidos por un hilo
01:01:01invisible de verdad y esperanza. María,
01:01:03acostada en su cama, miraba
01:01:05al techo pensando en los eventos del día.
01:01:07Había sido testigo
01:01:09del nacimiento de una nueva relación
01:01:11entre su madre y su abuelo recién descubierto.
01:01:13Aunque sabía que el
01:01:15camino por delante estaría lleno de desafíos
01:01:17y conversaciones difíciles,
01:01:19sentía una chispa de esperanza en su corazón,
01:01:21mientras el sueño comenzaba
01:01:23a apoderarse de ella, María se dio
01:01:25cuenta de que su decisión de venir a cuidar
01:01:27de un anciano en sus últimos días había
01:01:29cambiado su vida de maneras que nunca
01:01:31hubiera imaginado.
01:01:33Había descubierto secretos familiares,
01:01:35había desenterrado verdades ocultas,
01:01:37y en el proceso, había ayudado
01:01:39a reunir a una familia fragmentada.
01:01:41Con una sonrisa en los labios,
01:01:43María finalmente se quedó dormida,
01:01:45soñando con un futuro donde los secretos
01:01:47del pasado ya no tendrían poder sobre ellos,
01:01:49y donde el amor y la verdad triunfarían
01:01:51sobre las mentiras y el miedo.

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