Dependiendo de la zona, el agua potable de Quito es refrescante, un toque salada, pero siempre exquisita, coinciden los seis catadores responsables de garantizar que el líquido que sale de los grifos de la capital ecuatoriana tenga un sabor agradable.
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00:00Estos hombres son catadores de agua. Son responsables de garantizar que el agua potable de Quito
00:07tenga un sabor agradable. Los degustadores de la Empresa Pública de Agua de Quito se
00:12reúnen mensualmente en una habitación de paredes blancas para evitar cualquier interferencia
00:17con sus sentidos. Estos paladares entrenados saben que el agua
00:22proveniente de cada una de las 22 plantas de tratamiento presentes en Quito, con 2,8
00:27millones de habitantes, no es igual. Para no alterar su percepción de sabores han
00:47reducido al mínimo el consumo de café, dulces y picante. La cata fue incorporada hace 14
00:53años al control de calidad para cumplir con la norma que exige garantizar un sabor
00:58agradable y apto. El recurso es preciado hoy más que nunca
01:11en Ecuador. El país atraviesa la peor sequía en seis décadas y como buena parte de Sudamérica
01:18sufre la fuerza devastadora de miles de incendios. La calificación otorgada por cada uno de
01:23estos seis paladares a cada una de las muestras es esencial para determinar que están dentro
01:29de los parámetros aceptables. La pureza y potabilidad del agua en Quito
01:45está a cargo de equipos especializados en plantas de tratamiento, pero el sabor es responsabilidad
01:51de estos humillers únicos en Ecuador.