Sospechas de trata y un raro mensaje: la madre de chica desaparecida se encadenó para pedir justicia
Mariela, madre de Yara, una joven desaparecida el 30 de junio de 2023 en Mar del Plata, se encuentra encadenada en el Palacio de Justicia, llevando a cabo una huelga de hambre para exigir respuestas claras sobre el paradero de su hija.
La mujer recibió un inquietante mensaje a través de las redes sociales en el que se afirmaba que Yara estaba secuestrada en Cosquín, Córdoba, y que además estaba embarazada. El mensaje incluía el nombre y apellido de su presunto captor.
Desesperada por la falta de avances en la investigación, Mariela ha decidido tomar medidas extremas tras lo que considera una serie de irregularidades y negligencias por parte de las autoridades.
En una entrevista, explicó que la búsqueda inicial de su hija fue llevada adelante solo por la familia durante diez días, ya que la policía no actuó con rapidez. Al cabo de ese tiempo, se encontraron algunas pertenencias de la joven en un descampado, junto a restos óseos.
Sin embargo, las autoridades locales sugirieron que Yara se habría suicidado y que sus restos habrían sido devorados por perros, una explicación que Mariela rechaza por completo.
Según Mariela, se realizaron pruebas de ADN en el Cuerpo Único de Investigación en Necropsias (CUNIN), que arrojaron un 71% de coincidencia, pero ella asegura que estos resultados no son concluyentes y que, además, no se realizó un segundo análisis de ADN en La Plata como había sido prometido.
"Yo creo con firmeza que mi hija está secuestrada porque ella se comunicó conmigo", afirma Mariela, refiriéndose a un mensaje recibido el 11 de julio, un día después de que se hallaran los restos óseos.
La mujer recibió un inquietante mensaje a través de las redes sociales en el que se afirmaba que Yara estaba secuestrada en Cosquín, Córdoba, y que además estaba embarazada. El mensaje incluía el nombre y apellido de su presunto captor.
Desesperada por la falta de avances en la investigación, Mariela ha decidido tomar medidas extremas tras lo que considera una serie de irregularidades y negligencias por parte de las autoridades.
En una entrevista, explicó que la búsqueda inicial de su hija fue llevada adelante solo por la familia durante diez días, ya que la policía no actuó con rapidez. Al cabo de ese tiempo, se encontraron algunas pertenencias de la joven en un descampado, junto a restos óseos.
Sin embargo, las autoridades locales sugirieron que Yara se habría suicidado y que sus restos habrían sido devorados por perros, una explicación que Mariela rechaza por completo.
Según Mariela, se realizaron pruebas de ADN en el Cuerpo Único de Investigación en Necropsias (CUNIN), que arrojaron un 71% de coincidencia, pero ella asegura que estos resultados no son concluyentes y que, además, no se realizó un segundo análisis de ADN en La Plata como había sido prometido.
"Yo creo con firmeza que mi hija está secuestrada porque ella se comunicó conmigo", afirma Mariela, refiriéndose a un mensaje recibido el 11 de julio, un día después de que se hallaran los restos óseos.
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