Se abrió el telón en el Instituto Cervantes y allí apareció Pedro Sánchez para inaugurar otro curso político. Uno especialmente complicado, más bien al filo de lo imposible: sin Presupuestos de 2025 a la vista, en medio del polvorín de la financiación privilegiada para Cataluña y con Carles Puigdemont clamando venganza y varios casos de presunta corrupción en los tribunales. Entre ellos, el de su mujer y el de su hermano.
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00:00Les anticipo que en los próximos meses vamos a renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género,
00:07vamos a proponer y poner en marcha nuevas acciones destinadas a acotar privilegios desproporcionados
00:14que tienen y de las que se benefician ciertas élites de nuestro país,
00:18y vamos a agravar fiscalmente a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas.
00:25Lo haremos, insisto, no para perjudicar a los millonarios, sino para proteger a las clases medias y trabajadoras
00:32de un sistema que continúa siendo extraordinariamente injusto.
00:36Porque independientemente de lo que piensen algunos o algunas, España será un país mejor
00:41si tiene más automóviles eléctricos, por cierto fabricados en España,
00:45más autobuses públicos y por tanto más transporte público y menos Lamborghinis.