Un colombiano clona orquídeas al borde de la extinción
Una explosión de color entre los bosques del noroeste de Colombia pincela una colección de 25.000 orquídeas, la "pasión" de Daniel Piedrahita. Las cultiva exóticas y nativas, regaladas, compradas y hasta clonadas, en un esfuerzo por salvar de la extinción a las especies amenazadas.
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00:00Dentro de dos invernaderos rectangulares se despliegan desde la Catleya Trinae,
00:04insignia nacional, hasta la más de Bahía, Beichiana, de la Inca Machu Picchu, pasando
00:09por un clon de la ya extinta Licaste Skinneri, de Guatemala. Unas 20 especies de la reserva
00:14están amenazadas y el sueño de Piedra Ita es reintroducirlas en sus lugares de origen.
00:19El santuario es también laboratorio para multiplicar orquídeas en peligro como la
00:23ungola Brevilaris o la Drácula Nosferatu, exclusivas de Colombia. La clonación consiste
00:27en polinizarlas para reproducir un clon puro y así obtener una cápsula de semilla, que
00:32se convertirá en una orquídea tras un proceso que puede durar años.
00:35Como la sobralia Piedra Itae, cada año nuevas especies aparecen en el radar de Colombia,
00:40como ocho descubiertas en enero y nombradas en honor a mujeres colombianas o a la maxilaria
00:44andina de la cordillera central, cuyo descubrimiento recién se anunció en junio. Tras décadas
00:49de estudio, miles de flores e incontables horas de cultivo, a Piedra Ita le ha quedado
00:54un concepto claro, una orquídea, te la voy a definir en una sola palabra, perfección.