La historia de Isaura, una esclava que nace en la hacienda del comendador Almeida, en Campos, en el año 1835. Isaura es hija de la bella Juliana, esclava del comendador, y de Miguel, el capataz de la hacienda. Juliana muriO despues del parto, e Isaura fue adoptada y educada por Gertrudis, esposa del comendador, quien siempre quiso tener una hija. Diecinueve años despues, Leoncio, el hijo del comendador, regresa a la hacienda y se obsesiona de ella. Sin embargo, es obligado a casarse por interes con Malvina hija del rico coronel Sebastian. Al morir Gertrudis y Almeida, Leoncio manipula unos documentos para impedir la libertad de Isaura y poder seguir manteniendola bajo su propiedad. Leoncio esta cada vez mas agresivo y su mujer huye de el; quedando Isaura a su merced, con lo cual tambien se ve obligada a escapar ante la violencia que ejerce. Tomasia, la condesa de Campos, la ayuda en su fuga, y aprovecha para cambiarse de nombre: Elvira. La joven conoce luego al verdadero amor de su vida, Alvaro. Pero un dÝa Leoncio la recaptura, regresandola a su condicion de esclava, y tiene la idea de casarla con Belchior, el jardinero deforme. Alvaro intentara la dificil mision de rescatarla.
Encuentra todos los capitulos en https://sites.google.com/view/cyberhome-nicaragua
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TVTranscripción
00:00Ara!
00:04He mandado llamarte
00:06Porque debemos conversar
00:12No me mande a la barraca por amor de Dios
00:16No haga una maldad así conmigo
00:20No hice nada malo a doña Malvina
00:24La culpa fue del señor Leoncio
00:26Señor Leóncio, oiga, se la vive acosando a las esclavas, para que nos acostemos con él en la barraca, y si no vamos, nos manda al tronco.
00:41Sosiega tu corazón muchacha, sosiega tu corazón. ¿Por quién me tomas? ¿Cómo, cómo mandaría a mi propia hija a la barraca?
00:57¿Usted me llamó hija?
01:01Porque es verdad Rosa, tú eres mi hija, y eso, nadie jamás lo podrá cambiar.
01:09Bueno, esta es la cuestión, estos largos años que pasaste en la barraca, tus modales no me agradan, no puedo mentirte a ti, no hay como hacer que mis tres hijos legítimos, te acepten así, de un día para el otro.
01:35Es preciso darle tiempo al tiempo, y tu modo incorrecto de hablar, me incomoda, me abochorna yo, me siento avergonzado.
01:49Sí, sí, el señor Leóncio dijo que tengo la boca sucia.
01:53Pero eso se puede corregir.
01:56Sí, la señorita Elena dijo que me puede ayudar a hablar igual que una señorita.
02:00Que buena noticia Rosa, estupendo, es realmente lo que quiero, que te conviertas en una joven fina, educada, que sepa usar los cubiertos, porque siento asco cuando veo a los esclavos comer con las manos.
02:17Puedo aprender todo lo que usted quiera.
02:20Estupendo, estupendo, voy a mejorar tu educación, voy a conseguirte un buen marido, y Rosa, solo entonces voy a darte tu libertad.
02:34Oiga, eso que usted acaba de decir, fue tan bonito, que me parece una música, me siento así muy, muy agradecida por su cariño coronel.
02:53Nada sucede en la vida de la gente, sea dolor o sea alegría, si no fuera por nuestro merecimiento.
03:13Aquí está Bernardo, tu libertad, tu carta de libertad.
03:20Hace tanto tiempo que soñé con tener esta carta de libertad señora.
03:28Ser libre.
03:30Yo, tanto que he hecho, por tener mi libertad.
03:37Pero sabía que nunca la iba a conseguir, sin mucho trabajo.
03:41Como esclavo coronelero, trabajando para darle dinero a mi señor.
03:49Huyendo, revoltoso, huyendo, huyendo.
03:54Sabía que nunca la iba a conseguir, sin mucho trabajo.
03:59Como esclavo coronelero, trabajando para darle dinero a mi señor.
04:09Huyendo, revoltoso, quilombero.
04:17Pero nunca desistí señora, nunca.
04:20Nunca, nunca desistí de ser libre.
04:27Y ahora, mi sueño se está realizando.
04:35Bien que te lo mereces, sé feliz.
04:39Lo seré señora condesa, lo seré.
04:44Haré todo en esta vida para ser feliz, todo.
04:50Gracias Dios mío.
04:52Viva la libertad.
04:54Viva la libertad.
04:57Gracias señora.
05:00Gracias Dios mío.
05:03Gracias mi señor Jesucristo.
05:07Gracias señora.
05:11Gracias señora condesa.
05:14Muchas gracias, muchas gracias.
05:18Oiga.
05:20Coronel, me deja ir a la ciudad para comprar carne.
05:23Para hacer un banquete para usted, igual que doña Gertrudis hacía en la hacienda.
05:28Pero tú sabes cocinar bien.
05:31Y claro que sé, tengo manos de hada.
05:35Está bien, puedes ir.
05:37Con permiso.
05:39Un momento, espera.
05:45Abre tu mano.
05:51Esto es para que te compres unos buenos paños.
05:56Y te hagas unos vestidos nuevos.
06:02Dios guarde al señor.
06:04Mi padre.
06:06Por tanta bondad, ¿sabe?
06:10Permiso.
06:21Iba al almacén para agradecerle haber testificado por mí.
06:25¿En verdad viajará?
06:27El juez me absolvió. Estoy libre.
06:29Pero qué buena noticia, amigo.
06:31Voy a las minas con el negro Bernardo a intentar suerte.
06:34Necesito mucho dinero, señor Miguel.
06:36Mi hermana no está dispuesta a ayudarme porque está en contra de mi amor por Elena.
06:39Entonces, ¿qué otra salida me queda? Voy a buscar oro y diamantes.
06:43Tal vez la suerte me sonría.
06:45Por lo visto, su amor por la señorita Elena no se enfría.
06:48Nunca.
06:50No estoy enamorado de ella.
06:52Elena es la mujer de mi vida.
06:54Y como todos están contra los dos, intentaremos vivir en otra parte.
06:58Hola.
07:01Rosa.
07:03¿Cómo estás? Hace tiempo que no te veo.
07:05Vaya, Rosa. Pero, ¿qué pasó? Estás mucho más bonita.
07:09Es que el coronel, mi padre, me llevó a vivir con él a la casa grande, ¿sabe?
07:14Hasta me dio dinero para comprar unos paños, para hacerme unos vestidos.
07:17Estoy aprendiendo a hablar como señorita.
07:20Es que yo soy hija de esclava, soy esclava también, pero soy hija del coronel.
07:25Eso es muy bueno.
07:27Rosa, creo que debes aprovechar tu suerte y dejar a un lado la maldad.
07:33Continúa así, siendo buena, para que no te saquen de ahí.
07:37No, yo voy a hacer lo que el coronel quiera.
07:42Porque si no, alguien puede mandarme al granero, como el señor Leoncio.
07:47En verdad te envidio, Rosa. Viviendo en la misma casa que Elena.
07:52Ella mandó una carta para el señorito.
07:55¿Para mí?
07:58Y ya comienzas desobedeciendo a tu padre, el señor coronel.
08:02Está contra este romance.
08:04Pero oiga, es que la señorita Elena es mi hermana, y es muy buena conmigo.
08:09Y oiga, ella muere de amor por el señorito Gabriel.
08:15No sé cómo agradecerte, Rosa.
08:17Y por favor, hace días que estoy por entregarle esta carta.
08:21¿La llevas por mí?
08:23Yo tendré que tener mucho cuidado con el coronel, mi padre.
08:27Porque si no, me manda de vuelta a la barraca y apresa a la señorita Elena en el cuarto.
08:33Voy a comprar carne para hacer un banquete para mi padre, el coronel.
08:44Leoncio ya no me engaña, Isaura. Se nota que el notario no viene.
08:48Pero doña Malvina, ¿cree que el notario no viene por algo?
08:52¿Por qué Leoncio no lo dejó?
08:55Pero si es su deber.
08:57Deber, deber si fuera honesto.
08:59O el señor Chico no fue por él, o el notario recibió algún dinero para no venir.
09:04Leoncio es capaz de cualquier cosa para no dar tu libertad.
09:07Ay, Dios nos proteja, doña Malvina.
09:10Ay, por Dios, ¿qué hice para merecer un marido así?
09:15¡Leoncio!
09:35¡Leoncio!
09:42¿Qué es lo que estás haciendo aquí?
09:44Es que no quería despertarlo.
09:47Estabas husmeando en mis papeles.
09:50No, solo vine a ver si usted se estaba sintiendo bien.
09:54A todo este problema, me dejó muy mal.
10:00No consigo dormir. Tengo escalofríos, mucho frío.
10:07Pásame esa cobija, ¿eh?
10:12¿Qué?
10:14¿Tienes miedo de pescar lattices?
10:19¿Con tanto miedo que no quieres aproximarte a tu padre?
10:23¿Eh?
10:25¡Qué cobarde!
10:27Yo voy a llamar a Isaura.
10:29¡Leoncio, vuelve aquí! ¡Vuelve aquí, cobarde!
10:37Si el problema es hallar y traer al notario, debemos tener a alguien de confianza que pueda ir a la ciudad.
10:43Pero los capataces solo obedecen al señor Leoncio.
10:49¿Y si mandamos un esclavo?
10:53¡Ya sé! ¡El señor Belchior!
10:56¡Sí!
10:58¿Será Isaura? ¿Pero es de confianza?
11:00No sé, tengo miedo de ese hombre.
11:02Ay, no. Si usted quiere mandar recados, puede confiar en él.
11:07Con permiso.
11:09Señor Belchior, no morirá jamás.
11:13Disculpe, doña Malvina, no sabía que estaba usted aquí.
11:17No, no, señor Belchior, espere. Yo quiero hablar con usted.
11:20Le estaba diciendo a doña Malvina que usted es de confianza y puede llevarle un recado de doña Malvina al señor notario.
11:28¿Usted haría eso por mí, señor Belchior?
11:31Hay que guardar el secreto.
11:33Le daré dos monedas por el servicio.
11:34Acepto, acepto. Entonces, si puede tranquilizarse que no voy a contarle a nadie del mandado.
11:40Estupendo. Entonces vaya a la ciudad y déjale al notario que venga aquí a como dé lugar para firmar la carta de libertad de Isaura.
11:55Padre, quemaron el café de la hacienda del comendador.
11:59¿Pero cómo?
12:01Lo supe allá en la ciudad.
12:02Sí, una pila enorme, prácticamente toda la cosecha.
12:05Pero es una desgracia esa hacienda ahora es de Malvina también.
12:08Fue un incendio criminal y fue Gabriel Albuquerque.
12:12¿Gabriel?
12:14Sí, el capataz de Leoncio lo vio y luchó con él.
12:16¿Se lastimó?
12:18No, huyó. Estaba con un cómplice, un negro. Gabriel atrajo a todo el mundo al cafetal.
12:23Entre tanto, el negro quemó los costales de café.
12:26Qué horror. ¿Cómo pudo hacer eso?
12:29Esto no se quedará así, ¿oíste?
12:30No, papá. No le vaya a hacer nada malo a Gabriel.
12:33Ese café era la garantía que tenía de recibir el dinero que el comendador me debe.
12:38Pero esto solo puede ser cosa de esa maldita condesa de Campos, Tomasia.
12:42Esa mujer nunca se conformó con que Leoncio la haya dejado para casarse con la hermana de ustedes.
12:48¿Recuerda lo que dijo?
12:50Leoncio la empujó de lo alto de una escalera.
12:52Y se quiso vengar porque Leoncio mató al conde en una emboscada.
12:56Sí, motivos no faltan para que la caímos.
12:58Sí, motivos no faltan para que la condesa se venga del señor Leoncio.
13:04Señor, mi patrón está bien dispuesto.
13:08Ni parece que perdió toda la cosecha del cultivo de café.
13:12Sí, son las pequeñas alegrías que la vida nos reserva.
13:16A veces se pierde, otras se gana.
13:18Y una pérdida viene siempre acompañada de una gran felicidad.
13:24¿Alguna novedad?
13:26El notario.
13:28Asunto resuelto, está muy bien pagado.
13:31Dijo que no vendrá aquí por nada del mundo.
13:34Excelente, Francisco.
13:36Es como decía, pequeñas alegrías, después una más y otra.
13:40Y así se consigue la felicidad.
13:45Señor Leoncio, usted me disculpará, pero, pues, ¿ocurrió alguna cosa que yo no sé?
13:53Sí, así fue, chico.
13:56Tengo conmigo la garantía de mi felicidad.
14:00El testamento de mi padre con la libertad de Isaura.
14:04Y una autorización con plenos poderes de mi padre para cuidar los negocios.
14:10Ya que él está muy delicado y con estos documentos, yo resolveré todo aquí en la hacienda.
14:17Entonces el patrón ya puede considerarse dueño de todo, ¿no?
14:22Dueño de todo siempre fui por derecho de sucesión.
14:25Lo importante es que ahora yo mando.
14:28Isaura está en mi poder.
14:30Pensó que iba a huir de mí.
14:33Isaura va a ser mía, voy a doblegar a esa esclavita.
14:36Ella va a estar a mis pies.
14:39Ah, es bueno saber que tanta alegría, sí.
14:43Quiso al señor olvidar el perjuicio del incendio de los costales de café.
14:47Estás en un error.
14:48Reúne a los hombres.
14:50Me vengaré de la condesa. Vamos a atacar su casa.
14:55¡Ay, cómo es dulce el sabor de la venganza!
14:58¡Qué temeridad!
15:00¡Ay, Popaya, señor!
15:02No sabe lo que dice.
15:04Estoy me siento muy bien.
15:06Pues cumplí lo que prometí en el túmulo de mi marido.
15:09Jure que iba a vengarlo y hacer justicia.
15:12Y es eso que estoy buscando.
15:13¿A qué costo, Tomásia?
15:15¿De qué adianta se vengar o hacer justicia, como dices?
15:19Si no vamos más a tener paz.
15:21¡Qué tranquilidad vamos a tener!
15:23Sabiendo que Leóncio está furioso con usted y Gabriel.
15:27Es una testemunha de ellos contra cuatro nuestras.
15:31Y Gabriel se libró, el juez ni mandó a prenderlo.
15:34Y lo más importante de todo,
15:36es que un día, un día, un día,
15:38Gabriel se libró, el juez ni mandó a prenderlo.
15:41Y lo más importante de todo,
15:43es que el café de los Almeida ardió.
15:46Ardió como una foguera de fiesta junina.
15:49¿Sabe lo que eso significa?
15:51¿Y todos nosotros corrimos serios riesgos con este loco?
15:54¿Qué peor?
15:56El loco, el loco sabe que fueron ustedes los responsables por su fallecimiento.
16:01¿Y ahora?
16:03¿Qué va a hacer contra ustedes?
16:05¿Contra nosotros?
16:06¿Es eso lo que me asusta?
16:08Quédate tranquila, mamá.
16:10Es como Tomasa dijo, estamos al lado del bien, de la justicia.
16:13Nada malo nos va a pasar.
16:15¡Yo quería tener esa certeza, Gabriel!
16:17¡Pero recuerda lo que pasó con el conde!
16:20¿Y ahora, Bernardo?
16:22¿Qué es lo que vas a hacer con tu libertad?
16:24Bueno, señora, con mi carta de libertad ahora en el bolsillo,
16:27voy a necesitar un ayudante.
16:29Un socio que me ayude a vender las piedras.
16:32¡Deseo mucho ir!
16:34¿Cuándo nos vamos?
16:36¿Vas a dejarnos aquí solas?
16:39¿Y si el loco nos ataca?
16:41Vámonos a Lisboa, y si no quieren ir a Europa,
16:44entonces vamos, vamos al Salvador, a Recife,
16:47algún lugar donde el canalla no nos encuentre, no nos puede hacer mal.
16:51Vayan ustedes, yo me voy a la mina.
16:54Cuidado para no dar la impresión a la justicia de que estás huyendo.
16:57Pero la justicia ya me liberó, Tomasia.
16:59El coronel, su padre, también fue perjudicado.
17:02Nunca va a perdonar a Gabriel.
17:04Sí, por eso debo huir con Elena.
17:06Y además no es una buena idea dejarnos a nuestra madre y a mí aquí solas,
17:10a merced de una represalia de Leoncio.
17:13Estoy muy asustada.
17:15En vez de aprovechar las maravillas del mundo,
17:19¡estamos en guerra!
17:21Madre, solo viajaremos después de que Leoncio esté arruinado,
17:24y que ya no nos pueda asustar.
17:27Bernardo, ¿te gustaría ganar algún dinero trabajando para mí,
17:31ahora que eres libre?
17:33Sí, señora Condés, el dinero es importante.
17:36Basta para ayudar con la mina.
17:38Pago bien.
17:40Puedes cuidar de nuestra seguridad,
17:42y con un dinero extra comenzarás mejor con tu mina.
17:46Acepto, Condesa.
17:48Hoy tengo un trabajo especial para ustedes,
17:51pero les advierto que es un asunto secreto.
17:55Mataré al que abra la boca para hablar sobre este asunto.
17:58Sí, señor.
18:06¿Qué pasa?
18:30¡Jaura!
18:36¡Jaura!
18:47¡El Testamento!
18:50¿Dónde está el Testamento?
18:54¡Maldito!
18:56¡Se llevó mi Testamento!
18:59¡Mi Testamento!
19:02¡Jaura!
19:04¡Leoncio!
19:07¡Jaura!
19:18Hoy los quiero encapuchados para esconder el rostro.
19:21Vamos a atacar la casa de la Condesa.
19:23Van a fingir que son ladrones y van a disparar allá.
19:26Y de preferencia,
19:28quiero ir mañana al entierro de la Condesa de Campos
19:30y del maldito de su hermano.
19:33¡Por Dios, Padrino!
19:34¡Padrino!
19:36¡Padrino!
19:38¡Leoncio!
19:40¡El maldito!
19:42¡Me traicionó!
19:45¡Calma!
19:47¡Calma, por favor, soséguese!
19:49¡Cínico!
19:53Dijo que...
19:55me venía a ver
19:57para saber si me sentía bien.
20:00Le pedí una... una cobija.
20:02Estaba con fiebre.
20:05Y no se me quiso acercar.
20:08Debido a la tisis.
20:10Ay, no, no se ponga así, Padrino.
20:13No se ponga así.
20:15El señor Leoncio es de ese modo y no ha de cambiar.
20:19Se robó mi Testamento.
20:23¿Dónde estaba tu libertad, Isahora?
20:33¿Conseguiste entregársela?
20:35Entregué la carta en manos del señorito Gabriel, señorita.
20:38¿Y él está bien? ¿Está bien?
20:40Sí, está bien. Está bien.
20:42Ay, qué peligro corrió quemando el café de ese cretino de Leoncio.
20:46Yo traje
20:48lo que la señorita más quiere en este mundo de Dios.
20:52Una carta del señorito Gabriel.
20:54¡Ay, por Dios! ¡Dámela ya!
20:58Él está loco de amor por usted.
21:02¿Él te dijo eso?
21:04Yo oí cuando le dijo al señor Miguel
21:07que irá a buscar diamantes
21:09para conseguir huir con usted, que es la mujer de su vida.
21:13¿Buscar diamantes?
21:15Eso no. Se va con un tal Bernardo,
21:19que es esclavo liberto de la Condesa.
21:23¿Qué pasa?
21:26Ay, Rosa.
21:29Rosa Gabriel se marchará.
21:30Ay, por Dios.
21:32Mi amor se marchará, Rosa.
21:34Por amor de Dios, ayúdame. Debo encontrarme con él.
21:37Buenas tardes.
21:42¿Qué caras son esas?
21:46Rosa me está contando las novedades de la ciudad.
21:51¿Qué tienes atrás en las manos, Selena?
21:55Nada. No tengo nada.
21:57Señor Coronel,
21:59yo traje los paños para hacer vestidos bonitos para mí
22:03y la carne para preparar el banquete.
22:06Estupendo. Muy bien, muy bien.
22:08Helena te ayudará para que hagas con los patrones ropa bonita.
22:13Nada que recuerde esos trapos que usabas en la barraca.
22:17No. Yo estoy enseñando a Rosa a leer y a escribir.
22:20Ah, pues ya me contó.
22:22Ahora, Rosa, acuérdate de lo que ya te dije.
22:24No quiero saber de desobediencias.
22:27No desobedeceré al Coronel.
22:30No me sirvas de llevadera de recaditos de amor para esta imprudente.
22:37O te mando de vuelta a la barraca.
22:48Ay, qué miedo que mi padre la viera.
22:50Ni me digas si la descubre me manda de vuelta a la barraca.
22:56Ay, ¿me perdonas, Rosa? ¿Me perdonas?
23:00Fui muy imprudente. No debí pedirte algo así.
23:04No. No, lo haré de buena gana.
23:08No, no. Basta de esto.
23:10Olvídalo. Nunca te diré que vuelvas a ver a Gaviel. Olvídalo.
23:14No. Si eso hace falta,
23:16Yo puedo correr el riesgo.
23:19Ay, Rosa. Eres muy buena.
23:22Para nada. Soy una peste, ¿no?
23:27Entonces, ¿por qué has sido tan buena conmigo?
23:30Porque quiero que vuestra merced me ayude a parecer igual que una señorita.
23:39Te voy a ayudar.
23:40Ahora déjame leer la carta de mi amor y soñar despierta un poco con él.
23:45A esta hora, Elena ya debió recibir mi carta.
23:48Sí, señorito. Y debe estar triste, muy triste de saber que usted se irá a las minas para hacer su fortuna.
23:54Me gustaría verla antes de partir.
23:56Pero es peligroso, señorito.
23:58Su padre también es padre de la señora de la hacienda donde quemamos el café.
24:03Sí.
24:04Pero es peligroso, señorito.
24:06Su padre también es padre de la señora de la hacienda donde quemamos el café.
24:10Tengo que encontrar algún modo.
24:12Aún hay tiempo. Hasta estar seguros que todo está bien con la señora condesa y su señora madre.
24:17Lo más importante, señorito, es que cuidemos ahora la defensa de la casa.
24:21Muchas gracias, Bernardo, por quedarte más tiempo.
24:24¿Vamos a comprar las armas que la condesa pidió?
24:26No podría partir sin saber que mi madre y mi hermana están bien protegidas y seguras.
24:30Sí. Pero yo me quería ir a la mina, ¿sabe?
24:32Pero, ¿ya sabes dónde está esa mina?
24:34Lo sé, señorito Gabriel. Ya sé de dónde arrancaremos nuestra fortuna.
24:38Sí, estoy loco por volver allá, amigo. Loco.
24:41Sí, está cerca del quilombo donde vivía.
24:43¿Es decir que conoceré un quilombo?
24:45Sí, hombre. Lo conocerás y tengo muchos amigos por allá.
24:49¿Y puede un blanco así como yo ir al quilombo?
24:52Señorito, cualquier hombre de buen corazón a favor de la libertad de la abolición puede ser bienvenido al quilombo.
24:59Yo mismo conozco muchos quilombos.
25:00Yo mismo conozco muchos quilombos que tienen negros, blancos, indios.
25:04Apenas puedo esperar para irnos y volver con diamantes.
25:08Ahora no demora, señorito.
25:10Y con el dinero que la condesa me dará, será muy útil para comprar bandeja, asadón, sedazo, las herramientas necesarias para la mina.
25:20Ay, me imagino la cara, la desesperación de Leoncio viendo todo el café cosechado en llamas.
25:27Confieso que estoy contenta y orgullosa por tal hazaña.
25:32Pues yo estoy rezando para que no nos haga una locura mucho peor.
25:37Ya tomé providencias. Mandé preguntar quién sabe tirar de nuestros antiguos esclavos que liberé y hoy reciben paga por su trabajo.
25:45¿Y son muchos?
25:47Para nuestra suerte, algunos. Bernardo y Gabriel saldrán a comprar armas.
25:51Esta noche tendremos varios sentinelas armados por la casa.
25:54Ay, Tomasia, tantas formas buenas de vivir la vida y escogiste hacer guerra contra un loco.
26:03Es que es mucho más fuerte que yo, mamá.
26:08Esto va a tener un fin, cuando él ama el mismo suelo que yo.
26:24Doña Malvina, el comendador está muy inquieto.
26:28Debería, Esaura. Perdió casi todo el café de la cosecha de este año, está prácticamente quebrado.
26:36Es peor que eso.
26:38¿Pero qué puede ser peor que eso?
26:40El testamento que hizo se esfumó.
26:43No, no es posible.
26:45El comendador estaba dormitando y cuando despertó vio al señor Leoncio husmeando en la gaveta.
26:50Ah no, Esaura, disculpa. Leoncio no sería capaz de eso.
26:54El comendador buscó el testamento en la gaveta donde el señor Leoncio estaba husmeando y ya no estaba.
27:00Por Dios, ¿acaso esta pesadilla nunca tendrá fin?
27:03Es que estoy muy asustada, Doña Malvina. ¿Y si eso fuera verdad?
27:07Calma, Esaura, calma. No te desesperes.
27:09¿Mi suegro está seguro?
27:11Él dijo que el testamento se esfumó. Buscamos por todo el cuarto y estaba ahí.
27:17Y ahora ya desapareció.
27:18Calma, calma. Si eso fuera verdad, Leoncio tendría que dar cuentas de ese testamento.
27:24Y lo hará.
27:38Veré si tiene temperatura.
27:40Aún tiene fiebre. Pero mejorará. Esaura le hizo un té, suegro.
27:45No quiero té. Quiero el testamento.
27:48Mejor cálmese.
27:50¿Dónde está el cobarde de mi hijo?
27:52El señor Leoncio salió.
27:54Sé que fue él quien robó el testamento.
27:57Tranquilice, comendador.
27:59Doña Malvina tiene razón. Toda esta irritación no le va a hacer bien.
28:04Eso es lo que me pasa.
28:05En cuanto Leoncio llegue, lo traeré a su presencia.
28:09El testamento estaba ahí. Ahí. En la primera gaveta.
28:14El doctor Paulo me dijo que debe reposar.
28:18Pero no se quede así, tan abatido, suegro. Ha de mejorar pronto.
28:23El deseo que me da es el de desheredar a ese maldito cretino.
28:28Comendador, mejor tranquilícese.
28:30Leoncio nos dará cuentas de ese testamento.
28:33Si no, usted puede hacer otro, y esta vez lo guardaremos en un lugar mejor.
28:38Para eso necesito a ese maldito notario que no ha venido todavía.
28:43No se preocupe, padrino. Él vendrá.
28:47Mande a Belchior a la ciudad para traer al notario.
28:51¿Belchior? ¿Y por qué no a Francisco?
28:55Estoy pensando.
28:57¿Y por qué no a Francisco?
29:00Estoy pensando que el señor Francisco está de acuerdo con mi marido.
29:04Justamente para no traer al notario.
29:07Sí, sí. Ciertamente, Leoncio le dio dinero a Francisco para impedir que ese notario venga.
29:14Sí, fue eso.
29:17¡Oh, viejo infeliz este notario! ¡Váyase ya! ¡Váyase, váyase, patán!
29:22¡Ya debe tener el bolsillo lleno de dinero del señor Leoncio!
29:24¿Pero por qué pelea, señor Belchior?
29:26¡El notario debió ir a la hacienda! ¡El comendador Almeida ya le pidió que fuera más de tres veces!
29:34Pues el notario no sale de aquí.
29:36Parece que mudó la notaría a nuestra casa.
29:38Y entonces doña Malvina me mandó venir para ver lo que sucede.
29:42Ah, entonces por eso el señor Chico estaba aquí hablando ayer con el notario.
29:46Vi cuando el señor Chico le dio dinero al notario.
29:48Bendito, desgraciado, notario corrupto. ¡Qué bueno que no lo son todos!
29:55¿Leoncio?
30:03¿Puedo saber dónde mi marido guardó el testamento del comendador?
30:08¿El testamento de mi padre? ¿Pero de qué estás hablando?
30:11Sabes muy bien de qué. Dime, ¿qué hiciste con el testamento?
30:14¿Qué sé yo del testamento? ¡Debe tenerlo mi padre!
30:17Lo debería tener, pero no lo tiene.
30:19Fue robado de la gaveta de la cómoda.
30:21¿Y quién es ese hombre?
30:22Fue robado de la gaveta de la cómoda.
30:24¿Y quién estuvo en el cuarto? ¿Fuiste tú?
30:26E Isaura.
30:28¡Isaura nunca robaría!
30:30Y menos el testamento donde el comendador le da su libertad.
30:33Ya no tengo paciencia para oír tus acusaciones.
30:36Por hijos, robaste el testamento como un ruin ladrón.
30:41¿Estás tan enamorado del esclava que llegaste al punto de hurtar a tu propio padre para impedir que el esclava sea libre?
30:46Malvina, mi amor, ¿por qué no te marchas de mi casa?
30:54¿Qué me dijiste?
30:56¡Vuelve a casa de tu padre y déjame en paz!
31:04No te metes a hacer lo que el coronel no quiere que hagas, Rosa.
31:09Sí, o entonces acabarás votando para la asesoría del señor León.
31:13¡Vosotros dos!
31:15¡Dejad de hablar de mi asunto con el señor León! ¡No es para que el esclava se meta!
31:20¡Tú también eres un esclava, Rosa!
31:24El coronel puede ser tu padre, pero aún no te dio su carta de asesoría.
31:30¡Pero él lo hará!
31:32Ten cuidado, Rosa.
31:35Cuanto más te subas, mayor será la caída de la esposa.
31:39¡Los dos van a la cocina!
31:41¡Papá!
31:43Fue un poco así que el coronel no tomó la carta que el señor Gabriel le mandó a la señora Elena.
31:49¡Vosotros dos, no me aburráis, que yo mando a poner a vosotros dos en el tronco!
31:55Yo vine a hacer un bien para Josefa.
31:59¡No mereces mis cuidados!
32:03Su madre, la fallecida Josefa, merecía esa alegría.
32:09Por eso no quiero que vuelvas a ser un esclava, Rosa.
32:25Quería que Andrés me viera así.
32:28Toda bonita.
32:31Usando un vestido de salla balón.
32:39Andrés, ¿eres tú en verdad?
32:42El mismo, señor Miguel.
32:44Por Dios, déjame cerrar la tienda.
32:58Escapé del ataque del capitán Martínez.
33:03¿Qué?
33:05Escapé del ataque del capitán Martínez al Quilombo.
33:10Vivo lleno de nostalgia, señor Miguel.
33:13Qué bueno, qué bueno.
33:15Tu padre se pondrá muy feliz.
33:19¿Y él? ¿Cómo está mi viejo?
33:22Está bien.
33:24¿Y mi tía?
33:26Está bien también.
33:28¿Y Saura, señor Miguel?
33:30Sí, todos están bien de salud, a pesar del canalla de Leoncio.
33:32Gracias a Dios.
33:34Pero te arriesgaste mucho, Andrés, viniendo aquí a la ciudad.
33:38Vine con este sombrero, puesto en la cabeza, y miro al suelo para que no me reconozcan, señor Miguel.
33:44Sí, pero es muy arriesgado.
33:46¿Te imaginas si te pescan aquí?
33:48Pero necesitaba ver a mi padre y a mi tía.
33:50Y también para saber cómo está Isaura.
33:53Tu padre y tu tía fueron...
33:55Fueron comprados por el coronel, Andrés.
33:57Oh, señor Miguel.
33:59Me dice eso...
34:01Y mi corazón casi se para de tanta alegría.
34:04¿Y están bien?
34:06¿Lejos de ese maldito?
34:08Estaban siendo muy amenazados por...
34:11Por Leoncio.
34:13Y el señorito Enrique le pidió a su padre que se quedara con ellos.
34:16Y Rosa se fue con ellos también a la hacienda del coronel.
34:20Y parece que el coronel...
34:22Aceptó ante sus propios hijos que es en verdad tu padre.
34:25¡Qué cosa tan buena, señor!
34:28Cielos, pero...
34:30Rosa debe estar muy feliz por eso.
34:33Isaura, señor Miguel, ¿cómo está? Dígame.
34:38Continúa sufriendo.
34:40Señor Miguel, si usted quiere...
34:43Se puede ir con Isaura al quilombo también.
34:47Si no hay otra salida, Andrés, y no conseguimos...
34:51La libertad de Isaura por las buenas...
34:53Soy capaz de aceptar tu invitación, amigo.
34:57Quiero ir con Isaura para...
34:59Vivir muy lejos de aquí, aunque sea al quilombo...
35:02A donde sea, porque mi deseo de verdad es ir a Sao Paulo.
35:06Yo... quiero mucho ver a mi padre...
35:09Y a mi tía.
35:11Mañana resolveremos eso.
35:14Esta noche te vas a quedar escondido aquí.
35:19¿Quieres de verdad separarte de mí?
35:21Si tú estás tan segura de que yo soy un ladrón...
35:26Que estoy enamorado de la esclava...
35:29Al grado de robar el testamento donde mi padre le deja su libertad...
35:33Será mejor que te marches.
35:36Me marcharé, Leoncio.
35:38Me marcharé de aquí, sí.
35:40Pero no ahora.
35:42Si te marchas, para mí cuanto antes mejor.
35:47Tú no te mereces mi amor.
35:49Me aprecio.
35:51Pero no me iré inmediatamente.
35:54Con respeto, comandante.
35:56Mi padre necesita de mí.
36:00Señor Leoncio.
36:02Señor Leoncio, el señor y su padre quieren hablar con el señor.
36:05Urgente.
36:07Ah, infierno.
36:20El testamento, Leoncio.
36:22¿Dónde está el testamento?
36:24¿Y qué sé yo de su testamento, papá?
36:27No te hagas el santo.
36:29Con la disculpa de venir aquí...
36:31Para ver si estaba bien...
36:33Te robaste el testamento de esa gaveta.
36:36¿Qué?
36:38¿Qué?
36:40¿Qué?
36:42¿Qué?
36:44¿Qué?
36:46¿Qué?
36:47Te robaste el testamento de esa gaveta.
36:50Usted me tiene en un pésimo concepto, no es así.
36:54¿Cómo no iba a ser así?
36:56Un hombre que tira a una mujer de lo alto de una escalera.
36:59Que no respeta la última voluntad de su madre.
37:02Y ahora la del padre tampoco.
37:04No soy diferente a nadie.
37:06Pienso primero en mi felicidad y después en la de los otros.
37:10Tú eres tan cruel, perverso, criminal.
37:14Mataste a un hombre en una emboscada.
37:17Y ahora no quieres aproximarte a tu propio padre.
37:20Por miedo a enfermarte.
37:22Bueno, ya basta con un enfermo, ¿no cree?
37:25Y además tuviste el descaro de robarme el testamento mientras dormía.
37:30Tú eres cruel.
37:32Tú eres perverso.
37:34Sí.
37:36Y usted es un hombre perfecto, un ejemplo de moral.
37:39Tuvo todas las esclavas que quiso.
37:42Y ahora me quiere impedir tener a la única mujer que me ha importado en toda mi vida.
37:47Y ahora será mía, lo quiera o no lo quiera.
37:50¡Yo te maldigo, maldito Leoncio!
37:53¡Tú nunca vas a tener paz en esta vida!
37:56¡Nunca! ¡Nunca!
37:58Usted debe ahorrar fuerzas, papá.
38:01Está por morir.
38:03¡Pobre papá!
38:07¡Vuelve aquí, Leoncio!
38:09¡Aún no termino!
38:12¡Vuelve aquí!
38:14¡Cobarde!
38:15Papá, ¿no crees que deberíamos ir a la fazenda del comandante y ver lo que está pasando?
38:19Nosotros iremos, Enrique, pero no hoy.
38:22¿Y por qué no hoy?
38:24Porque en poco estará oscureciendo, ya está tarde.
38:28Sí, pero deberíamos haber ido antes.
38:31Imagino cómo Malvina debe estar nerviosa.
38:34Elena, tu hermana fue muy rápida conmigo ayer
38:37solo porque decidí traer Rosa aquí a nuestra casa.
38:40Puros ciúmes, papá.
38:42Sí, pero Leoncio también dejó bien claro que no somos bienvenidos por allá.
38:45No tenemos ni idea de qué nos dicen para volver el mes que viene.
38:49Además de que Analia es un grosero.
38:51Pero creo que deberíamos ir,
38:53porque ahora la fazenda también es de Malvina.
38:55Y fue atacada.
38:57Iremos mañana, Enrique.
38:59Hoy usted tratará de quedarse aquí.
39:01No quiero saber de visitas nocturnas a la fazenda de mi compadre, ¿entendido?
39:04¡Vamos!
39:14Estoy muy preocupada por la reacción de Leoncio.
39:17Calma, mamá. Nuestros vigilantes están afuera, todos armados.
39:20¿Y esto es ambiente para una condesa?
39:23Ay, qué pena que no quieras viajar.
39:25Pero prometo que cuando Leoncio esté arruinado y ya no ofrezca ningún peligro,
39:30vamos a viajar.
39:32Visitaremos todo Europa.
39:34Espero que entonces ya esté con mi Helena.
39:36¿Con la hija del coronel Sebastián Cuña?
39:39Solo pasando por encima de mi cadáver.
39:42Señora condesa, con permiso.
39:44¿Qué sucede, Bernardo?
39:46Parece que viste un espanto.
39:48El muchacho que estaba de vigía vino a avisar.
39:50Invadieron la hacienda, señora.
39:52Y es un bando de hombres armados.
39:54Ay, por Dios. ¿Por qué van a atacar?
39:56Son ellos. Los capataces de Leoncio.
39:58Lo sabía. Sabía que el infame de Leoncio no aceptaría perder todo el café
40:01y dejarlo así sin vengarse.
40:02Calma, mamá, calma, que nuestros vigilantes están todos armados.
40:05Voy afuera.
40:07No, no, Gabriel, quédate, quédate.
40:09No, mamá, tengo que ayudar.
40:11Vamos.
40:14Ay, por Dios.
40:26Hola.
40:28Ay, qué susto, señor Belchior.
40:30Ay, por Dios del cielo.
40:32Todo el mundo se asusta conmigo.
40:34Ay, pero también vea qué hace.
40:36Su modo de aproximarse.
40:38En silencio, de puntitas.
40:40Pensé que era el señor Leoncio.
40:42Quería aproximarme a la señorita
40:45para poder sentir su olor bonito.
40:49No es momento para galanteos, señor Belchior.
40:52La, la señorita
40:54es más fragante
40:56que cualquier flor
40:57de mi jardín.
40:59Por favor, basta de eso.
41:01No soy señorita.
41:03Soy una esclava, ¿entendió?
41:05Una esclava.
41:07Diga ya.
41:09¿Encontró al notario?
41:11Sí, sí, sí me da un beso, yo les digo.
41:14Pues entonces no me diga nada.
41:16No quiero saber.
41:18Estoy cansada de sus insinuaciones.
41:20Por Dios, ya no tengo un minuto de sosiego.
41:23Siempre alguien quiere alguna cosa.
41:24Disculpe, solo estaba bromeando.
41:27Yo no quiero enfadar a la señorita
41:30que siempre ha sido tan buena conmigo, ¿no?
41:33Entonces diga, ¿encontró al notario?
41:36Lo encontré en la casa de doña Violeta.
41:40Yo, yo, yo, yo insistí para que viniera aquí.
41:44Pero él, él, él dijo que no podía
41:46y yo, yo, yo, yo insistí tanto
41:49que acabó arrojándome un vaso de bebida en mi cara.
41:51Ay, qué lástima.
41:53Sí.
41:55Pero doña Violetita me contó lo que sucedió.
42:00Las muchachas vieron al señor Chico
42:04darme dinero al notario.
42:08No.
42:10No, el notario no vendrá aquí nunca, ¿sabes?
42:13Ahora, porque el señor Leóncio
42:16compró al maldito.
42:18No.
42:20Compró al maldito.
42:24Pero ¿será posible?