• hace 6 meses
Alejandra y Víctor viven bajo circunstancias contrarias en una ciudad que debería ser una, pero que se encuentra dividida en dos por un muro: Tijuana y San Diego. Ella subsiste colocando uñas, en una maquila y bailando en un bar; él estudia negocios y está levantando su propia empresa. A raíz de una llamada telefónica y un altercado en un antro, ambos tienen que emprender un viaje hacia el otro lado de sus respectivas fronteras. Pronto, la distancia con sus lugares de origen sentencia la forma en que enfrentan sus vidas. En su segundo largometraje, Sergio Flores Thorija explora los contrastes sociales en los límites entre México y Estados Unidos, donde se trastocan identidades y anhelos.