Saliendo de Kiev en un tren de refugiados

  • hace 3 meses
Ante la noticia de que la ciudad de Kiev iba a ser cerrada en breve, decidí que lo mejor era unirme a la multitud y salir hacia la frontera antes de quedar atrapado. Aunque era triste ver a la gente dejando atrás sus hogares y llevándose a sus hijos y mascotas hacia un futuro incierto, también mostraba lo mejor de la gente. El ánimo era alto, nadie entró en pánico, la gente compartió comida y bebida con los demás. Fue una lección de humildad formar parte de ello.