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Juan Carlos Vasconcelos Montalvo, El Canas, identificado como jefe de sicarios de La Familia en la zona oriente del Estado de México y responsable de la matanza de al menos 20 personas durante los últimos 30 días, fue detenido por agentes de esa entidad, en su vivienda de la colonia Ermita Iztapalapa, en el Distrito Federal.

El anuncio de su captura lo realizó el procurador de justicia mexiquense, Alfredo Castillo Cervantes, quien dijo que las masacres en el municipio de Nezahualcóyotl se debieron a que El Canas sospechaba que los narcomenudistas, que trabajaban para él, pretendían traicionarlo con el grupo conocido como La Mano con Ojos (escisión del cártel de Los Beltrán Leyva) que opera en el DF y el Edomex.

Su detención, explicó, derivó de las labores de inteligencia que esa procuraduría realizó y por la información que le brindó el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), de la Procuraduría General de la República.

Mencionó que el líder de La Familia en la zona oriente del Estado de México, es originario del estado de Michoacán y conocido bajo los alias de El Rockero o El Vaquero.

En conferencia de prensa indicó que al detenido se le aseguró una subametralladora calibre nueve milímetros, misma que fue utilizada durante las ejecuciones de los pasados 16 de enero y 13 de febrero en Nezahualcóyotl.

Castillo Cervantes relató que El Canas también participó el pasado 8 de enero en la ejecución de cinco personas en la delegación Iztapalapa, en un local denominado El Talibán, como parte de un ajuste de cuentas contra los integrantes de una organización que opera en el DF, relacionada con el tráfico de estupefacientes, misma que le debía dinero.

Sin embargo, el 15 de enero, miembros de ese grupo contrario ubicaron a El Canas en una fiesta que se realizaba el municipio de Los Reyes la Paz, en el Estado de México, pero fue alertado y pudo escapar del lugar.

El funcionario señaló que el 16 de enero, Vasconcelos Montalvo acudió a la colonia La Esperanza, en Nezahualcóyotl, en donde ubicó a narcomenudistas que operaban bajo sus órdenes, a quienes ultimó bajo la sospecha de que tenían algo que ver con los datos que se proporcionaron al grupo contrario para su posible ubicación y ejecución.

Dicha persona que ya había sido detenida en diciembre de 2009, por posesión de narcóticos, consumía en exceso drogas y cuando lo hacía se volvía inestable y violento, ya que incluso amedrentaba a su propia gente.

Motivado por la sospecha de traición decidió asesinar a siete personas más de su grupo el 13 de febrero, luego de que tres días antes fue informado de que personas cercanas a él podrían proporcionar datos para localizarlo y ultimarlo.

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