• hace 8 meses
El té blanco es un té mínimo procesado originario de China.

Se elabora a partir de delicadas yemas y hojas jóvenes de la planta Camellia sinensis, proveniente de la provincia china de Fujian.

Estas yemas y hojas se dejan marchitar ligeramente en primer lugar, después se secan a los rayos del sol y son ligeramente procesadas para prevenir la oxidación. Esto preserva las características de su sabor.

A pesar de su nombre, el té blanco elaborado es de color amarillo pálido.

Su nombre deriva de los finos pelos de color blanco plateado en los brotes sin abrir de la planta del té, que le dan a la planta un aspecto blanquecino.

El té blanco no se enrolla ni se oxida, lo que da como resultado un sabor caracterizado como “más ligero” que la mayoría de los tés negros o tradicionales.

Es el antioxidante más potente de la Naturaleza, con tres veces más polifenoles que el té verde.

El té blanco tiene muchos beneficios para la salud, como ser un antioxidante, cardiotónico, diurético y antimutagénico.

También tiene contraindicaciones, como no ser recomendado para algunas personas con alergias o problemas cardiovasculares...

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