• hace 10 meses
Agotado, harapiento, sucio y con los cabellos desgreñados, era la imagen que recibieron los primeros soldados bolivianos del "che". La noticia de su captura corrió como reguero de pólvora. Nadie lo podría creer, ni siquiera los que lo capturaron. Pero allí estaba el famoso comandante Guevara que soñaba con llevar la revolución cubana a toda América latina. Todos sabemos como continuó la historia, pero pocos saben de la maldición del "che" en contra de sus asesinos.


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