• hace 11 meses
Además del aumento de los precios de la energía, otra razón por la que las facturas de energía podrían dispararse es la forma en que se utiliza la lavadora.
Calentar el agua es una de las operaciones que más energía consumen en el hogar, por lo que los hábitos de lavado podrían estar costando dinero extra.
Es recomendable esperar a tener la ropa sucia llena, aunque se tenga ganas de lavar la camisa favorita.
También se puede empezar por cambiar los ajustes de la lavadora para adaptarlos al tamaño de la carga y evitar el derroche de electricidad.
Utilizar demasiado detergente no solo puede dañar la ropa, sino también aumentar el tiempo del ciclo de lavado, lo que puede conllevar gastos adicionales.
Si es posible, secar las prendas al aire libre ayuda a mantener su calidad y reduce los gastos de funcionamiento de la secadora.
Por último, se puede ahorrar en la factura de la luz si se realiza el ciclo de lavado durante las horas de menor consumo, ya que el consumo de energía es menor en la zona.

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