En 1971 la cantidad de dinero emitida había aumentado fuertemente, pero como siempre sucede los efectos negativos comienzan a verse 18 a 24 meses después. Efectivamente en 1973 se registró el alza masiva de precios, y los salarios se vieron afectados con una disminución del poder adquisitivo. En ese año el gobierno japonés reaccionó disminuyendo la emisión, pero los efectos de la inflación continuaron durante un tiempo. La reacción diferida hizo que 1973 haya sido un año de recesión muy duro. La inflación solo se detuvo cuando el gobierno tomó la determinación de mantener controlado el crecimiento monetario. Demoró 5 años para extraer a la inflación del sistema. El Japón había logrado una estabilidad relativa. Desgraciadamente no hay manera de evitar el dificil camino que debieron seguir los japoneses para lograr tanto una inflación baja como una sana economía.
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