La casita del labrador de Aranjuez recupera su esplendor perdido

  • hace 8 meses
Aranjuez (Madrid), 11 nov (EFE).- (Imágenes: Ramón Ayala) La casita del labrador, un palacete que se hizo a finales del siglo XVIII el rey Carlos IV en Aranjuez para ir de veraneo, se estaba resquebrajando peligrosamente por la humedad que se comía la madera de sus cimientos pero, hoy, los trabajos de Patrimonio Nacional le acercan a su esplendor perdido.
Situada a la vera misma del río Tajo, los equipos de vigilancia del edificio neoclásico dieron las primeras alertas en 2017: las fisuras empezaban a crecer. Para cuando llegó Filomena, cuatro años más tarde, la actuación se hizo imprescindible: por algunas grietas se veía el piso de abajo.
Se declaró un expediente de emergencia y empezaron las obras de recuperación; menos de tres años después, la restauración de la estructura está casi terminada y la casa, "una joya única" del patrimonio arquitectónico español, ha logrado afianzar las estructuras, recuperar sus suelos y bóvedas y salvar su exquisita decoración.
Según ha explicado la arquitecta Mayte Domínguez, una de las directoras de las obras de rehabilitación del edificio que hoy acompañó a EFE en una visita por el edificio en obras, bajo el terreno donde se decidió levantar el palacete pasaba una ría del Tajo, lo que hacía al suelo sumamente inestable.
DECLATACIONES DE LA ARQUITECTA MAYTE DOMÍNGUEZ.
IMÁGENES DE LA CASITA DEL LABRADOR, EN ARANJUEZ, DE LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN TANTO EN EL INTERIOR COMO EN EL EXTERIOR.

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