Como el invierno se acerca, el frío se hace notar y apetece estar calentitos y cómodos en casa.
Subir el termostato puede encarecer la factura de la luz, pero encontrar la temperatura adecuada puede ayudar a equilibrar las cosas.
Se recomienda ajustar el termostato entre 20 y 21 grados durante el invierno cuando estés despierto y más bajo cuando duermas.
El manual de tu sistema de calefacción también debería indicarte una temperatura óptima que te ayude a utilizar la energía de forma eficiente.
Limpia las rejillas de ventilación y los hornos para reducir los riesgos para la salud al calentar tu casa, manteniendo la temperatura por encima de 13 grados para evitar que se congelen las tuberías.
Según el Departamento de Energía de EE.UU., ajustar el termostato entre 5 y 8 grados hacia abajo te ahorrará entre un 5 y un 15% en las facturas de calefacción.
Por último, para conservar el calor en el interior, es esencial comprobar que no haya corrientes de aire y sellar los huecos alrededor de ventanas y puertas.
Subir el termostato puede encarecer la factura de la luz, pero encontrar la temperatura adecuada puede ayudar a equilibrar las cosas.
Se recomienda ajustar el termostato entre 20 y 21 grados durante el invierno cuando estés despierto y más bajo cuando duermas.
El manual de tu sistema de calefacción también debería indicarte una temperatura óptima que te ayude a utilizar la energía de forma eficiente.
Limpia las rejillas de ventilación y los hornos para reducir los riesgos para la salud al calentar tu casa, manteniendo la temperatura por encima de 13 grados para evitar que se congelen las tuberías.
Según el Departamento de Energía de EE.UU., ajustar el termostato entre 5 y 8 grados hacia abajo te ahorrará entre un 5 y un 15% en las facturas de calefacción.
Por último, para conservar el calor en el interior, es esencial comprobar que no haya corrientes de aire y sellar los huecos alrededor de ventanas y puertas.
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