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Santiago Auserón se impregna de la sabiduría rítmica del son desde su primera visita a Cuba en 1984, influjo que tras | dG1fY1BlUFpWV0RFZlk
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00:00 Vengo de una generación educada en la herencia de la música negra norteamericana.
00:05 España dejó de prestar atención a los sones que le recordaban la pérdida de su colonia más preciada.
00:12 Y la industria fonográfica internacional condicionó nuestros gustos musicales desde la infancia.
00:18 Ya en la adolescencia entendimos que aquello guardaba alguna relación con los derechos de la música.
00:25 Andando el tiempo caímos en la cuenta de que había música negra investiza en nuestra propia lengua.
00:32 Eso nos llevó a visitar Cuba en la primera mitad de los 80 y a descubrir sus músicas populares.
00:38 Por una vez, hablar en español no iba a suponer una desventaja.
00:43 Recuerdo las sensaciones al llegar a Cuba en 1984.
00:48 El olor a combustible en el aeropuerto José Martí, el aire cálido y húmedo, la profundidad de la noche,
00:56 los destellos de vida en un rostro negro que hablaba mi lengua con desparpajo y con propiedad,
01:02 como habitante de un siglo de oro que España había olvidado.
01:06 Al despertar la mañana, el estallido de música por todas partes.
01:11 La gente que viene del rock y del jazz, que nacimos bajo el influjo de la música negro norteamericana,
01:19 y luego hemos tenido que ir aprendiendo nuestra propia tradición.
01:24 La música es un instrumento que nos permite aprender a ser más que un instrumento.
01:30 Es un instrumento que nos permite aprender a ser más que un instrumento.
01:35 Es un instrumento que nos permite aprender a ser más que un instrumento.
01:41 Es un instrumento que nos permite aprender a ser más que un instrumento.
01:47 Es un instrumento que nos permite aprender a ser más que un instrumento.
01:53 Es un instrumento que nos permite aprender a ser más que un instrumento.
01:59 El rostro negro me ayudó a asimilar el influjo cubano.
02:06 Sin el motor musical de Cuba no vamos a ningún sitio. Hace falta el motor musical de Cuba.
02:13 No entiendo por qué España olvidó los mejores tesoros de Cuba.
02:21 La gente hermana, la lengua, la memoria del mestizaje y un mapa musical fascinante.
02:28 Como rockero me tocaba asimilar las verdades del nuevo mundo.
02:33 Buscar equilibrio entre las dos vertientes del influjo africano, la anglosajona y la hispana.
02:40 Me puse a ello durante décadas, haciendo caso omiso de las críticas que me reprochaban haber dejado atrás el éxito comercial.
02:49 Alternando viajes a La Habana, a Santiago de Cuba y a Nueva Orleans,
02:54 se ve las consecuencias musicales de la conexión entre sus puertos a lo largo del siglo XIX.
03:01 -Todo ahí ya en el siglo XIX, ¿no? -Todo, todo.
03:04 -Sería rock and roll, pues toma rock and roll. -Claro, claro.
03:09 Aquellos que mi amor sembraron libios, hoy es solo flores en decepciones.
03:23 Azufre. En vez de azúcar yo digo azufre, por los demonios.
03:36 Agüita. Santa palabra.
03:39 - No, no, no, no, no. - No, no, no, no.
03:41 [AUDIO_EN_BLANCO]

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