Unguía, entre el abandono estatal y el apoyo del Clan del Golfo

Santa María La Nueva (Colombia), 18 may (EFE).- El barrio es conocido popularmente como “Las casitas” pero algunas vecinas lo llaman “bendición de Dios”, aunque más bien la “bendición” la concedió el grupo que controla y manda en este rincón del noroeste Colombia, desconectado casi completamente del país y que linda con Panamá: el Clan del Golfo.
Son 40 viviendas, de unos 15 metros cuadrados, pintadas de verde, blanco, rojo y amarillo, los colores de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el otro nombre con el que se conoce a la mayor banda criminal de Colombia y que en esta zona del Golfo del Urabá ha llenado un vacío que ningún Gobierno ha ocupado, donde casi todo es deficiente: desde la electricidad a la educación, las vías de acceso o la sanidad.
IMÁGENES: IRENE ESCUDERO.