• el año pasado
A donde quiera que vaya Rosé atrae multitudes y nunca viaja sin una cohorte de fans que la sigan. Su nombre te resultará familiar porque desde 2016 la joven de 24 años forma parte de la banda femenina de K-pop, Blackpink, junto a Jennie, Lisa y Jisoo. La banda es un fenómeno artístico que ha traspasado las fronteras de Asia. Son el grupo de chicas mejor posicionado en las listas Billboard Hot 100 y Billboard 200, gracias a su éxito Ice Cream (2020) y al disco, titulado simplemente The Album (2020). El canal de YouTube de Blackpink tiene 67.8 millones de suscriptores, mientras que nada menos que 48.4 millones de personas siguen las aventuras de Rosé en Instagram.

En marzo de 2021, Rosé dio el paso hacia una carrera en solitario con R, su primer álbum. Esta carrera musical de primer nivel va de la mano de su potencial para convertirse en un rostro conocido en la moda. En octubre de 2020, Rosé fue elegida para ser el rostro de la nueva campaña de Saint Laurent ante el objetivo del fotógrafo británico David Sims, y unos meses más tarde la nombraron embajadora mundial de la joyería Tiffany & Co, por lo que no fue una sorpresa verla recientemente en la Semana de la Moda de París SS22. Estuvo en primera fila en el desfile de Saint Laurent en la plaza de Trocadero el 28 de septiembre, solo unos días después de causar sensación en la alfombra roja de la Gala del Met de Nueva York, a la que asistió acompañada por Anthony Vaccarello.

Para su serie "Prepárate conmigo", Vogue México la sorprendió en un hotel parisino, mientras daba los últimos retoques a su look para el desfile, como el peinado y el maquillaje. Rosé llevaba lo que ella denomina un "look lindo pero no recargado", todo de Saint Laurent, por supuesto. Entre consejos de belleza, sus esperanzas y sueños (como su deseo de cenar con la actriz francesa e icono de la moda Charlotte Gainsbourg, otra musa de la casa) y su amor por París, la cantante se sinceró. "Es una fantasía en sí misma estar en París y asistir a un desfile de moda, justo delante de la Torre Eiffel. Estoy viviendo una fantasía", concluye. Y no podemos discutirlo.

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