Así se vivió la despedida de Rafael Nadal de la CDMX

  • hace 2 años
Rafael Nadal vivió una autentica, y helada noche, este jueves en la Plaza de Toros México. El Coloso de Insurgentes se vistió de gala para recibir al tenista español en plena gira de retiro por Latinoamérica con el TennisFest. En un duelo muy disputado ante el noruego, Casper Ruud, el 22 veces ganador de Grand Slam se llevó el triunfo en dos de tres sets para cederle la batuta al joven tenista. Una enorme ovación de pie por parte de la afición cerró con broche de oro el duelo que terminó con un primer set de 7-6 gracias a una muerte súbita con un 9-7 a favor del español y el segundo episodio con un 6-4. Un primer set con un inicio parejo. Cada vez que Nadal se adelantaba en un juego, Ruud se recuperaba. El quinto juego obligó al español a apretar más venció al joven noruego, pero el tenor se repitió y el sexto fue para Ruud. Tanto fue la paridad que el primer set fue alargado tras un 5-5, pero tuvo que aparecer la muerte súbita para definir al ganador del primer duelo. Incluso la muerte súbita fue alargada lo más que se pudo con igualdades en los últimos puntos hasta que que se dio la diferencia de dos puntos a favor de Rafa con un 9-7 para llevarse el episodio. El segundo set comenzó con Ruud ganando su servicio, pero Nadal respondió y logró empatar en el segundo set. El parcial se quedó 1-1. Después de un duelo de tiros espectaculares, Ruud mantuvo su servicio y el noruego se colocó al frente 1-2. El segundo set comenzó con Ruud ganando su servicio, pero Nadal respondió y logró empatar en el segundo set. El parcial se quedó 1-1. Después de un duelo de tiros espectaculares, Ruud mantuvo su servicio y el noruego se colocó al frente 1-2 Rafa rompió la tensión invitando a una de las chicas recogepelotas a "disputar" un punto con él. Momento muy emotivo y aplaudido. Un doble Matchpoint cerró la noche entre una afición entregada y agradecida por el espectáculo. Nadal comenzó a saludar a su público y una lluvia de cojines lo arropó entre el “¡Olé, olé, olé!”. Antes de que Nadal y Ruud aparecieran en el ruedo convertido en cancha, los organizadores del evento llevaron a la gente ubicada en general sol y sombra a la zona de segundo tendido para tener toda esa área de la Monumental ocupada y ofrecerle al máximo ganador en el tenis un escenario único y pletórico. El espectáculo de luces y música fueron la cereza del pastel para un evento que si bien tenía el título de partido de exhibición, el desempeño de los tenistas fue digno de un duelo de cualquier torneo de la ATP.