Sánchez gasta más de 158 millones de euros en propaganda de su Gobierno
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Pedro Sánchez no deja de batir récords.
El Ejecutivo PSOE-Podemos gasta más de 158 millones de euros en publicidad institucional. Y, cuanto más se acerquen las elecciones, más invertirán en sacar anuncios con la marca ‘Gobierno de España’ o la del ministerio que se suba al carro.
Cuando Sánchez consiguió aprobar sus primeros presupuestos del Estado en 2021, disparó el gasto en propaganda en comparación a la partida presupuestaria que había dejado Rajoy. Es decir, desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, el presupuesto dedicado a publicidad institucional se ha incrementado un 124%.
Más de 160 campañas son las que están previstas para este 2022 en el plan gubernamental de publicidad. La más cara, del Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño, casi 23 millones de euros.
Y, además de esos 158 millones que mencionábamos, el Ejecutivo cuenta con otros 128 millones en lo que, legal y técnicamente, se denomina “publicidad comercial” a través de entes y empresas públicas pero, en realidad, está controlada por el Gobierno por medio de los directivos que ha puesto al frente.
El Ejecutivo PSOE-Podemos gasta más de 158 millones de euros en publicidad institucional. Y, cuanto más se acerquen las elecciones, más invertirán en sacar anuncios con la marca ‘Gobierno de España’ o la del ministerio que se suba al carro.
Cuando Sánchez consiguió aprobar sus primeros presupuestos del Estado en 2021, disparó el gasto en propaganda en comparación a la partida presupuestaria que había dejado Rajoy. Es decir, desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, el presupuesto dedicado a publicidad institucional se ha incrementado un 124%.
Más de 160 campañas son las que están previstas para este 2022 en el plan gubernamental de publicidad. La más cara, del Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño, casi 23 millones de euros.
Y, además de esos 158 millones que mencionábamos, el Ejecutivo cuenta con otros 128 millones en lo que, legal y técnicamente, se denomina “publicidad comercial” a través de entes y empresas públicas pero, en realidad, está controlada por el Gobierno por medio de los directivos que ha puesto al frente.