La Turritopsis dohrnii es una pequeña medusa que se puede encontrar desde el Pacífico hasta el Caribe, pasando por el Mediterráneo. Investigadores de la Universidad de Oviedo han secuenciado su genoma, desvelando las claves para que sea biológicamente inmortal. Esto podría dar pistas para el envejecimiento y el deterioro celular en otras especies, como la humana.Su ciclo vital se divide en cuatro partes: tras la unión de los gametos masculino y femenino aparece una larva o plánula. Después se fija en el lecho marino como pólipo, igual que las anémonas. Llos pólipos de la protomedusa se liberan como éfiras, la fase previa a la madurez sexual, que alcanzan ya como medusas. Estas se reproducen de forma sexual y vuelta a empezar. Pero si las condiciones no son normales, si se estresan por alguna amenaza ambiental, se dan la vuelta: tras reproducirse pueden regresar a las fases anteriores, volviendo a ser pólipos.Por lo que sabe la ciencia, pueden repetir el proceso de forma indefinida, algo que no pueden otras medusas. Por eso se dice que son biológicamente inmortales. Obviamente, se las puede comer un depredador o caer en manos de un bañista, pero no mueren de viejas.La capacidad de la T. dohrnii para rejuvenecer fue lo que llevó al equipo que dirige el científico Carlos López Otín en el Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo a estudiarla.Suscríbete a nuestro canal: http://cort.as/yI0nVisita http://elpais.comMás vídeos de EL PAÍS: http://cort.as/YGC9Síguenos en Facebook: https://www.facebook.com/elpaisTwitter: https://twitter.com/el_paisInstagram: https://www.instagram.com/el_pais#MedusaInmortal #Medusas #UniversidadDeOviedo #TurritopsisDohrnii
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