Al socialista Pedro Sánchez se le aparece el fantasma del inefable Zapatero
- hace 2 años
Sánchez está cometiendo, uno tras otro, los mismos errores que su nefasto predecesor socialista. Zapatero, que achacaba al mercado inmobiliario los males de la economía, no dudó en gastar dinero público ante una crisis financiera de libro.
Sánchez, con una crisis energética brutal, vuelve a tirar de chequera, aunque no tenga fondos, enviando señales equivocadas a los consumidores.
Ahora toca ajustar las temperaturas de la calefacción y el aire acondicionado. Lo llaman estrategia de ahorro, cuando es un plan de racionamiento, y no ha hecho más que empezar.
Con este panorama, a un año de las elecciones autonómicas, la rebelión de los barones autonómicos estaba cantada. Ayuso ha abierto la veda, que olfato político no le falta.
Sánchez, que vulnera la Constitución e indulta golpistas, dice ahora amenazante que la ‘ley en España se cumple’ y califica a Ayuso de egoísta.
Zapatero llamó antipatriotas a los que anunciaban que venía la crisis económica.
Sánchez tacha de insolidarios a los hosteleros que necesitan ver los monumentos iluminados para seguir atrayendo clientes a cenar, a los comerciantes que pretenden exhibir su mercancía ante el escaparate o a los simples transeúntes que quieren llegar solos e iluminados, incluso borrachos, por las noches a su casa.
Está claro que ya se le ha aparecido el fantasma de Zapatero.
Sánchez, con una crisis energética brutal, vuelve a tirar de chequera, aunque no tenga fondos, enviando señales equivocadas a los consumidores.
Ahora toca ajustar las temperaturas de la calefacción y el aire acondicionado. Lo llaman estrategia de ahorro, cuando es un plan de racionamiento, y no ha hecho más que empezar.
Con este panorama, a un año de las elecciones autonómicas, la rebelión de los barones autonómicos estaba cantada. Ayuso ha abierto la veda, que olfato político no le falta.
Sánchez, que vulnera la Constitución e indulta golpistas, dice ahora amenazante que la ‘ley en España se cumple’ y califica a Ayuso de egoísta.
Zapatero llamó antipatriotas a los que anunciaban que venía la crisis económica.
Sánchez tacha de insolidarios a los hosteleros que necesitan ver los monumentos iluminados para seguir atrayendo clientes a cenar, a los comerciantes que pretenden exhibir su mercancía ante el escaparate o a los simples transeúntes que quieren llegar solos e iluminados, incluso borrachos, por las noches a su casa.
Está claro que ya se le ha aparecido el fantasma de Zapatero.