La política de cero COVID de China, ejerce presión sobre la economía del país.
China se enfrenta actualmente al peor brote de COVID desde que comenzó la pandemia.
En las últimas semanas han surgido informes sobre la tensión que las severas medidas de bloqueo han ejercido sobre los ciudadanos de China.
Pero también han cobrado un alto precio a la economía de China, la segunda economía más grande del mundo.
Los economistas dicen que el costo de la economía de China tiene repercusiones en todo el mundo.
Hablando del impacto de la perspectiva de la pandemia en Shanghái y Shenzhen, no podemos olvidar que son partes importantes de toda la cadena de suministro.., Yao Jingyuan, ex economista jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas, a 'The New York Times'.
... y ciertamente tendrá un efecto en todo el círculo de toda la economía china, Yao Jingyuan, ex economista jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas, a 'The New York Times'.
Shanghai, en particular, juega un papel importante en la cadena de suministro de automóviles.
Shanghai es un centro para las compañías automotrices internacionales: si el centro falla, todo el sistema no funcionará, Cui Dongshu, Asociación de Automóviles de Pasajeros de China, a 'The New York Times'.
Las economías locales en China enfrentan consecuencias devastadoras por los cierres, pero los gerentes de las fábricas apoyan las medidas.
Zhangjiagang está bajo una gran presión. Me preocupan las pérdidas, pero no hay otra manera, Yang Degang, gerente de la fábrica de Zhangjiagang, a 'The New York Times'.
Sin embargo, los camioneros en China han comenzado a reconocer la tensión de los bloqueos de la nación.
No podemos salir de la autopista, todas las salidas están vigiladas. Sólo queremos ir a casa. No pude obtener suficiente comida el otro día, y mi cuerpo no puede soportarlo más, Yu Yao, camionero, a 'The New York Times'.
En Estados Unidos, los distribuidores han trasladado sus operaciones de China a otros países.
La confiabilidad me ha hecho mudarme y la comodidad de los clientes que no quieren hacer pedidos desde China, Jake Phipps, importador y distribuidor estadounidense, a 'The New York Times'
China se enfrenta actualmente al peor brote de COVID desde que comenzó la pandemia.
En las últimas semanas han surgido informes sobre la tensión que las severas medidas de bloqueo han ejercido sobre los ciudadanos de China.
Pero también han cobrado un alto precio a la economía de China, la segunda economía más grande del mundo.
Los economistas dicen que el costo de la economía de China tiene repercusiones en todo el mundo.
Hablando del impacto de la perspectiva de la pandemia en Shanghái y Shenzhen, no podemos olvidar que son partes importantes de toda la cadena de suministro.., Yao Jingyuan, ex economista jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas, a 'The New York Times'.
... y ciertamente tendrá un efecto en todo el círculo de toda la economía china, Yao Jingyuan, ex economista jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas, a 'The New York Times'.
Shanghai, en particular, juega un papel importante en la cadena de suministro de automóviles.
Shanghai es un centro para las compañías automotrices internacionales: si el centro falla, todo el sistema no funcionará, Cui Dongshu, Asociación de Automóviles de Pasajeros de China, a 'The New York Times'.
Las economías locales en China enfrentan consecuencias devastadoras por los cierres, pero los gerentes de las fábricas apoyan las medidas.
Zhangjiagang está bajo una gran presión. Me preocupan las pérdidas, pero no hay otra manera, Yang Degang, gerente de la fábrica de Zhangjiagang, a 'The New York Times'.
Sin embargo, los camioneros en China han comenzado a reconocer la tensión de los bloqueos de la nación.
No podemos salir de la autopista, todas las salidas están vigiladas. Sólo queremos ir a casa. No pude obtener suficiente comida el otro día, y mi cuerpo no puede soportarlo más, Yu Yao, camionero, a 'The New York Times'.
En Estados Unidos, los distribuidores han trasladado sus operaciones de China a otros países.
La confiabilidad me ha hecho mudarme y la comodidad de los clientes que no quieren hacer pedidos desde China, Jake Phipps, importador y distribuidor estadounidense, a 'The New York Times'
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