La escisión del feminismo español cada día es más evidente.
Cada vez son más los enfrentamientos entre mujeres, sobre todo aquellas que pretenden dar carnets de feminismo.
División que no solo se ve en manifestaciones, sino en ejemplos como el que se pudo ver en 'La Alternativa', programa del canal de noticias 7NN, en el que dos tertulianas debatían acerca del feminismo actual.
Una de ellas, Lidia Falcón, la más veterana feminista de las dos, comenzó a criticar a su compañera Elena Berberana, por considerar su feminismo menos legítimo por tomar como referentes a su madre y abuela.
La tertuliana, encendida como ella sola, soltaba:
Sois unas ingratas, porque tú estás aquí sentada en esta tribuna, diciendo lo que dices y teniendo una cámara delante porque 220 años de feminismo te han llevado hasta aquí. Porque si no estarías fregando en tu casa, recibiendo palizas de tu marido y sin poder protestar porque, por supuesto, la Policía no te tomaría la denuncia. Y ya no solo 200 años atrás, sino 50 años atrás.
Berbarana trató de cortar a Falcón y rebatir sus palabras:
Yo no estoy desvirtuando el feminismo de las sufragistas.
Pero la tertuliana y activista seguía con el raca-raca:
Tú eres una profesional del periodismo y de la comunicación y todas las que se oponen al feminismo son unas ingratas, no se han enterado de lo que han vivido las mujeres todos estos 200 años, de la lucha que hemos seguido para que tú hoy estés aquí chillándome a mí.
Berberana, alucinada, dijo sin rodeos:
Yo no estoy aquí chillándole ni faltándole el respeto. Usted ha hablado de mi madre y de mi abuela, cosa que no entiendo. Yo no sé que clase de feminismo critica a madres y a abuelas. Eso es un feminismo abyecto y, en todo caso, no voy a pertenecer a él. Yo estoy aquí por mi madre y por mi abuela. Y yo soy así por ellas.
A lo que Lidia respondió indignada:
¡No. Tú no estás aquí por ellas, estás aquí por mí porque yo llevo 50 años defendiendo los derechos y la promoción! Tú estás aquí porque yo he estado en la cárcel, porque a mí me han pegado palizas, porque yo he estado repartiendi folletos y porque he estado muchas noches sin dormir escribiendo la defensa de los derechos y que la Constitución te garantice que puedas decirme que soy abyecta. ¡Por eso estás aquí, no por tu abuela ni por tu madre, por muy buenas, honradas y trabajadoras que fueran, estás aquí por mí!
Cada vez son más los enfrentamientos entre mujeres, sobre todo aquellas que pretenden dar carnets de feminismo.
División que no solo se ve en manifestaciones, sino en ejemplos como el que se pudo ver en 'La Alternativa', programa del canal de noticias 7NN, en el que dos tertulianas debatían acerca del feminismo actual.
Una de ellas, Lidia Falcón, la más veterana feminista de las dos, comenzó a criticar a su compañera Elena Berberana, por considerar su feminismo menos legítimo por tomar como referentes a su madre y abuela.
La tertuliana, encendida como ella sola, soltaba:
Sois unas ingratas, porque tú estás aquí sentada en esta tribuna, diciendo lo que dices y teniendo una cámara delante porque 220 años de feminismo te han llevado hasta aquí. Porque si no estarías fregando en tu casa, recibiendo palizas de tu marido y sin poder protestar porque, por supuesto, la Policía no te tomaría la denuncia. Y ya no solo 200 años atrás, sino 50 años atrás.
Berbarana trató de cortar a Falcón y rebatir sus palabras:
Yo no estoy desvirtuando el feminismo de las sufragistas.
Pero la tertuliana y activista seguía con el raca-raca:
Tú eres una profesional del periodismo y de la comunicación y todas las que se oponen al feminismo son unas ingratas, no se han enterado de lo que han vivido las mujeres todos estos 200 años, de la lucha que hemos seguido para que tú hoy estés aquí chillándome a mí.
Berberana, alucinada, dijo sin rodeos:
Yo no estoy aquí chillándole ni faltándole el respeto. Usted ha hablado de mi madre y de mi abuela, cosa que no entiendo. Yo no sé que clase de feminismo critica a madres y a abuelas. Eso es un feminismo abyecto y, en todo caso, no voy a pertenecer a él. Yo estoy aquí por mi madre y por mi abuela. Y yo soy así por ellas.
A lo que Lidia respondió indignada:
¡No. Tú no estás aquí por ellas, estás aquí por mí porque yo llevo 50 años defendiendo los derechos y la promoción! Tú estás aquí porque yo he estado en la cárcel, porque a mí me han pegado palizas, porque yo he estado repartiendi folletos y porque he estado muchas noches sin dormir escribiendo la defensa de los derechos y que la Constitución te garantice que puedas decirme que soy abyecta. ¡Por eso estás aquí, no por tu abuela ni por tu madre, por muy buenas, honradas y trabajadoras que fueran, estás aquí por mí!
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