Fate's Turning (El destino está girando) [1911]

  • hace 3 años
John Lawson, Jr., debido a la enfermedad de su padre ha soportado la carga de los negocios, y desacostumbrado a la responsabilidad absoluta, sufre una crisis nerviosa. Su padre, que ya está lo suficientemente bien como para ocuparse de sus asuntos, le sugiere que haga una cura de reposo en un centro de veraneo. Así lo decide, y despidiéndose de su prometida parte, llegando al hotel de verano ese mismo día. En el comedor le atiende una bonita camarera de la que se siente muy atraído. Después de varios días, lo encontramos profundamente enamorado de la chica en detrimento de su prometida, a la que ha dejado de escribir. Acompañando a la chica a su casa, se comprometen, él le presenta un anillo de compromiso, prometiendo casarse con ella inmediatamente. Esto, por supuesto, es un paso muy peligroso, y después de una o dos semanas, Juan es llamado apresuradamente a su casa ya que la salud de su padre ha tomado un mal rumbo y su vida peligra. Tan urgente es el mensaje que no tiene tiempo de ver a la chica antes de su partida. Su padre muere y él, en la emoción de la ocasión, casi ha olvidado a la pequeña camarera, cuando le llega una carta de apelación de ella. John, que ahora ocupa el lugar de su padre en la sociedad y en los negocios, piensa que una alianza con la camarera está fuera de lugar, y le escribe en ese sentido. Esta carta es un golpe demoledor y ella va a la casa del muchacho para suplicarle que se dé cuenta del resultado desastroso de su determinación. Llega en el momento en que se celebra una "fiesta de muñecas" y se encuentra cara a cara con la prometida de John, que la recibe con desprecio. No recibe un trato mucho mejor por parte de John, por lo que vuelve a su habitación amueblada para sufrir sola por la confianza que había depositado en él. Un tiempo después se entera de que él se va a casar y, haciendo un último esfuerzo, coge a su bebé y se apresura a ir a la casa, entrando justo cuando el matrimonio está a punto de celebrarse. Su lamentable estado se gana la simpatía de todos los presentes y un sentimiento de desprecio se dirige a John, especialmente por parte de su prometida, que se marcha enseguida con su madre. John, por supuesto, siempre ha amado a la chica, y fue el falso orgullo lo que le impidió casarse con ella. Ahora éste se ha disipado en la realización de su deber, por lo que el ministro que iba a celebrar la ceremonia tal y como estaba previsto en un principio, casa a John y a la pobre chica.

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