• hace 3 años
Morton Halas es un abogado defensor agresivo y de mucho éxito que no se detendrá ante nada para que sus clientes salgan libres. Habiendo defendido con éxito a Big Mike Probich, se encuentra trabajando para Larry Coombs, otro mafioso de poca monta que tiene la ambición de llegar a la cima. Coombs y su principal ejecutor, Whitey Metz, deciden derrotar a Probich y hacerse cargo de su red. Lo logran, pero las cosas no salen tan bien como se planeó y Eliot Ness pronto tiene un testigo ocular que puede identificarlos a ambos. Halas tiene un don para lo dramático y justo cuando el veredicto del caso está a punto de ser anunciado, hace arreglos para que alguien se levante en audiencia pública y anuncie, con el arma homicida en la mano, que él es el asesino. Ness y el fiscal del distrito saben que la solución está ahí y descubren que tienen que confiar en sus propia astucia si quieren que Halas, Coombs y Metz terminen enfrentándose la justicia.

Aparte de Eliot Ness no me consta que haya más personajes reales en este episodio.

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