• hace 3 años
James Phelps, con un casette al hombro, llega hasta la puerta de lo que parece se un almacén con un letrero que reza: "Por favor mantengan esta puerta despejada". De detrás de un cuadro hay un sobre con fotos.

Buenos días, señor Phelps.

Durante los últimos veinticinco años este país ha dependido de la amistad de Kuala Rokat, una pequeña, pero estratégica nación entre China e India. Este es el sello imperial de Kuala Rokat, una figura de jade (foto) de dos mil años con un cordón de oro.

Hace dos semanas apareció en la colección de arte de un famoso industrial americano, Richard Taggart.

Ayer, el gobierno, en nombre de Kuala Rokat, solicitó que Taggart devuelva el jade a sus dueños para los que ese sello es sagrado. Taggart se negó, y parece que nos hay manera legal de forzarlo. Su negativa creará problemas diplomáticos. Llevará a Kuala Rokat hacia el comunismo.

Su misión, Jim, es conseguir el sello imperial para que sea devuelto a Kuala Rokat.

Si usted, o alguno de sus agentes es capturado o muerto, negaremos cualquier conocimiento de sus actividades.

Destruya esta grabación por el medio usual.

Buena suerte, Jim.

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