Salmo del día (15.12.2020)

  • hace 4 años
Si sientes que necesitas una oración honesta en un momento de persecución u hostigamiento contra ti, reza el Salmo 69 y deja que Dios inunde tu corazón con Su gracia.

¡Sálvame, Dios mío,

porque el agua me llega a la garganta!

Estoy hundido en el fango del Abismo

y no puedo hacer pie;

he caído en las aguas profundas,

y me arrastra la corriente.

Estoy exhausto de tanto gritar,

y mi garganta se ha enronquecido;

se me ha nublado la vista

de tanto esperar a mi Dios.

Más numerosos que los cabellos de mi cabeza

son los que me odian sin motivo;

más fuertes que mis huesos,

los que me atacan sin razón.

¡Y hasta tengo que devolver

lo que yo no he robado!

Dios mío, tú conoces mi necedad,

no se te ocultan mis ofensas.

Que no queden defraudados por mi culpa

los que esperan en ti, Señor del universo;

que no queden humillados por mi causa

los que te buscan, Dios de Israel.

Por ti he soportado afrentas

y la vergüenza cubrió mi rostro;

me convertí en un extraño para mis hermanos,

fui un extranjero para los hijos de mi madre:

porque el celo de tu Casa me devora,

y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.

Cuando aflijo mi alma con ayunos,

aprovechan para insultarme;

cuando me visto de penitente,

soy para ellos un motivo de risa;

los que están a la puerta murmuran contra mí,

y los bebedores me hacen burla con sus cantos.

Pero mi oración sube hasta ti, Señor,

en el momento favorable:

respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,

sálvame, por tu fidelidad.