Perú vive una victoria triste por el luto de los caídos en las protestas

  • hace 4 años
Lima, 15 nov (EFE), (Imagen: Mikhail Huacàn).- Un ensordecedor estruendo de aplausos y cacerolazos estalló al mediodía de este domingo en todo Perú ni bien los peruanos escucharon las palabras "renuncia irrevocable" en la boca del presidente transitorio Manuel Merino, cuya figura provocó las protestas más masivas que se recuerdan en los últimos 20 años.
Desde sus ventanas, los peruanos volvieron a protagonizar una sonora cacerolada, esta vez de fiesta y no de protesta como todas las anteriores que se habían repetido religiosamente a diario desde el lunes, cuando Merino asumió el poder tras la polémica destitución en el Congreso de Martín Vizcarra.
Sin embargo, fue una alegría pasajera y fugaz que terminó dejando un regusto amargo y agridulce, pues en esa celebración faltaban Jack Pintado e Inti Sotelo, los dos jóvenes fallecidos a causa de la cruda represión de la Policía Nacional hacia la multitudinaria marcha del sábado .
Pronto estos dos chicos de 22 y 24 años, respectivamente, se volvieron en una suerte de mártires de la "generación del bicentenario", esa a la que le habían dicho que salir a las calles a marchar y protestar no servía de nada, que solo generaba caos y no beneficiaba a la economía.
No obstante, esa misma generación, esa que se comunica por Twitter, Instagram y TikTok y aparentemente parece rehuir de la actualidad política del país, ha descubierto que juntarse en la calle sirve para cambiar cosas.
CHILE, ECUADOR Y BOLIVIA SIRVIERON DE EJEMPLO
Lo ha hecho tras ver por esas mismas redes sociales cómo otros jóvenes de su misma generación lograban cambio al manifestarse contundentemente en Chile, Ecuador y Bolivia.
"Acabamos de despertar y somos la juventud, la generación Z los que hemos salido a luchar por lo que merecemos como país, para que no nos sigan robando, usurpando y haciendo lo que quieran con nosotros", aseguró a Efe Jenny Fernández, una joven junto a miles de jóvenes a celebrar la renuncia de Merino y reclamar justicia por los dos fallecidos.
Ya con Merino fuera del poder, nada impidió a los miles de manifestantes volver al centro de Lima y llegar frente al Congreso, el gran objetivo de todas las marchas de esta semana que fue impedido ante la dura represión y violencia policial.
Frente al rascacielos de la Corte Superior Justicia de Lima, la zona cero de los enfrentamientos de la Policía contra los manifestantes, se instauró un pequeño altar hacia las dos víctimas mortales con sus fotos y ofrendas de flores de color blanco que coparon la reja del edificio.
Esa era la primera parada para seguir mostrando la indignación contra el Gobierno y especialmente al Congreso al grito de "Merino asesino" y con pancartas como "Perú está de luto" y "no murieron, los asesinaron".
JÓVENES CONTRA LA VIEJA POLÍTICA
Luego la población se concentró frente a la plaza del Congreso, resguardado por dos líneas de policías que esta vez sí dieron lugar a una protesta pacífica.
Allí la indignación se dirigió hacia los 105 congresistas que el lun

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