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Madrid, 15 oct (EFE).- En su último álbum, al "juicioso" músico Dani Martín le ha hablado de frente y "sin pudores" el tipo "payaso y alegre" que lleva rapeando desde los 14 años o escuchando rumbas de Manzanita para que se permita "jugar" y publicar tras más de dos décadas de carrera su trabajo más "absolutamente antipostureo".
"Es un disco de quitarme corsés y muchas otras cosas. Estoy muy feliz, porque es un disco de Daniel Martín García, es lo que soy y lo que he sido siempre y darme ese permiso es maravilloso", señala el artista madrileño en una charla con Efe a unas horas de la publicación de "Lo que me dé la gana" (Sony Music).
Su cuarto álbum de estudio, que sigue a "La montaña rusa" (2016) y el recopilatorio "Grandes éxitos y pequeños desastres" (2017), ha pasado mucho en la nevera (como parece reflejar el envase hermético ideado por Boa Mistura que lo encierra). Se terminó de masterizar en septiembre de 2019 pero a causa de la COVID-19 llevaba "desde enero en una fábrica metido", todo "un ejercicio de paciencia muy positivo" para su autor.
"El ser humano es muy fuerte y nos hacemos a todo. Ahora ves a todo el mundo con mascarillas, respondiendo la gran mayoría a lo que se nos pide. Ojalá la parte gestora y la parte opositora hiciesen lo mismo y nos diesen más sensación de seguridad y unidad y no de tanta guerra", contrapone Martín, que cantaría a la clase política su nueva canción "Los huesos", la que interpreta con Juanes.
No es para ellos sin embargo la peineta que acompaña la portada del disco. "Ese gesto va para mí, para ese yo que no me ha permitido ser quien soy, un tipo alegre y payaso, que no vocaliza o que vocaliza menos, uno que no toca la guitarra tan bien... Soy lo que soy y con esas cartas tengo que jugar, sin intentar convencer a ningún movimiento ni gente", considera Martín (Madrid, 1977).
Decidido a aprender "cosas que por sí solo no sabía hacer", se aproximó a compañeros y amigos como el citado Juanes, Alejandro Sanz ("La jaula") o Coque Malla ("Empieza la función") para teñir con sus colores respectivos algunas de sus nuevas composiciones.
"Cuando sales de lo que sabes hacer y alguien te pide un poco más o te hace caminar por otro lado, cuando lo intentas 120 veces, te das cuenta de que puedes salirte de lo lineal sin ser un disfraz", señala Martín, antes de preguntarse: "¿Por qué me iba a quedar solo en el medio tiempo y la balada?".
Así surgen cortes como "Portales", una canción con "algo muy Beatle, ya que fueron los que se dieron el permiso de hacer rock and roll y sonidos psicodélicos, el pop más pop y las canciones más populares como 'Yellow Submarine' u 'Ob-La-Di, Ob-La-Da'".
"Para mí la palabra es jugar, sin pensar quién es ese tipo con el que estoy componiendo, qué ha hecho y si es mejor o peor que yo, si le va a gustar a mis amigos músicos... Todo lo demás son miedos y prejuicios", apunta sobre su propósito en este "Lo que me dé la gana".
Como resultado predomina un toque ácido, irónico y guasón en e

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