Econalítica: Inflación cerrará este año entre 10.000% y 15.000%
La incertidumbre sobre una pronta salida a la crisis económica y política de Venezuela, la cual ha estado presente en 2019, continuará siendo la constante del próximo año en perjuicio de la mayoría de la población, según los especialistas que participaron en el foro “Perspectivas, acompañando las buenas decisiones” celebrado en Caracas y organizado por la firma Ecoanalítica.
El economista y director de la firma, Asdrúbal Oliveros, indicó que la inflación cerrará este año entre 10.000% y 15.000% frente a 2.000.000% de 2018. Sin embargo, esa desaceleración no significa que la economía haya mejorado, pues Venezuela sigue en el primer lugar del mundo como el país con mayor inflación. La previsión para 2020, agregó, es una tasa inflacionaria de 3.000%lo cual sigue colocando a nuestro país en el primer puesto del ranking mundial con mayor inflación.
Destacó que la economía venezolana registrará en 2019 la caída continua manifestada durante 6 años consecutivos para alcanzar -39% al cierre del ejercicio frente a -24% en 2018.
Indicó que entre 2013 y 2019 la caída de la economía puede llegar a ser de 70% acumulada. No obstante, el cálculo para 2020 es de entre -8% y -10%, lo cual igualmente no significa una mejoría sino tendencia de estancamiento que no beneficia a los venezolanos.
Oliveros insistió que el hecho de un menor deterioro económico no oculta la realidad de que 50% de la población esté en serios problemas porque sus ingresos son en bolívares que se deprecian con la inflación y/o dependen de los CLAP y los bonos de la administración de Nicolás Maduro para sacar a flote al grupo familiar.
Llamó a no dejarse llevar por el espejismo de la presencia de mucha gente comprando en los centros comerciales, porque ellos representan “una burbuja” de solo 15% de la población que gana o genera bastantes divisas fundamentalmente dólares.
El otro 35% de los venezolanos, precisó, percibe ingresos en bolívares provenientes de transferencias desde el exterior a través de ayudas de familiares y cuyo monto global se ubica actualmente en el equivalente a 3.500 millones de dólares. No obstante, ese dinero no alcanza para cubrir los gastos de los beneficiarios porque la inflación sube más rápido que la apreciación en la tasa de cambio.
Considera que la economía venezolana registra cada vez mayores transacciones en dólares, lo cual no implica una dolarización formal. Asimismo, las causas del estancamiento del deterioro económico están en la reducción del gasto público y en las importaciones. Recordó que las sanciones del presidente Donald Trump mantienen a Venezuela en una situación de aislamiento.
Pedro Palma, economista de Ecoanalítica, señaló que la administración de Maduro ha recurrido para financiarse a sus aliados China y Rusia (le transfirieron recientemente más de 400 millones de euros) y el oro monetario del Banco Central de Venezuela, cuyas reservas han caído 30% los últimos meses.
El economista y director de la firma, Asdrúbal Oliveros, indicó que la inflación cerrará este año entre 10.000% y 15.000% frente a 2.000.000% de 2018. Sin embargo, esa desaceleración no significa que la economía haya mejorado, pues Venezuela sigue en el primer lugar del mundo como el país con mayor inflación. La previsión para 2020, agregó, es una tasa inflacionaria de 3.000%lo cual sigue colocando a nuestro país en el primer puesto del ranking mundial con mayor inflación.
Destacó que la economía venezolana registrará en 2019 la caída continua manifestada durante 6 años consecutivos para alcanzar -39% al cierre del ejercicio frente a -24% en 2018.
Indicó que entre 2013 y 2019 la caída de la economía puede llegar a ser de 70% acumulada. No obstante, el cálculo para 2020 es de entre -8% y -10%, lo cual igualmente no significa una mejoría sino tendencia de estancamiento que no beneficia a los venezolanos.
Oliveros insistió que el hecho de un menor deterioro económico no oculta la realidad de que 50% de la población esté en serios problemas porque sus ingresos son en bolívares que se deprecian con la inflación y/o dependen de los CLAP y los bonos de la administración de Nicolás Maduro para sacar a flote al grupo familiar.
Llamó a no dejarse llevar por el espejismo de la presencia de mucha gente comprando en los centros comerciales, porque ellos representan “una burbuja” de solo 15% de la población que gana o genera bastantes divisas fundamentalmente dólares.
El otro 35% de los venezolanos, precisó, percibe ingresos en bolívares provenientes de transferencias desde el exterior a través de ayudas de familiares y cuyo monto global se ubica actualmente en el equivalente a 3.500 millones de dólares. No obstante, ese dinero no alcanza para cubrir los gastos de los beneficiarios porque la inflación sube más rápido que la apreciación en la tasa de cambio.
Considera que la economía venezolana registra cada vez mayores transacciones en dólares, lo cual no implica una dolarización formal. Asimismo, las causas del estancamiento del deterioro económico están en la reducción del gasto público y en las importaciones. Recordó que las sanciones del presidente Donald Trump mantienen a Venezuela en una situación de aislamiento.
Pedro Palma, economista de Ecoanalítica, señaló que la administración de Maduro ha recurrido para financiarse a sus aliados China y Rusia (le transfirieron recientemente más de 400 millones de euros) y el oro monetario del Banco Central de Venezuela, cuyas reservas han caído 30% los últimos meses.