• hace 5 años
La muerte de un ser querido ya es dolorosa, y además, hay que añadir los problemas administrativos y de herencia. Algunas personas piensan en ello durante su vida para dar algún alivio a sus herederos cuando llegue el momento. Otros, en cambio, no lo hacen o simplemente no tienen tiempo para pensarlo... La herencia y su distribución deben ser consideradas cuidadosamente. Y una vez que los herederos la han recibido, tienen derecho a usarla como les plazca. Se plantea, entonces, si conservar o no los bienes recaudados. Si recibes una propiedad, es bueno saber si eres copropietario (que compartes la propiedad con otra persona), en cuyo caso debe hablarlo para evitar cualquier desacuerdo. También tienes derecho a alquilar o vender la propiedad. Antes de tomar cualquier decisión apresurada, considera algunos criterios como: el estado de la propiedad, la estimación de la obra, la rentabilidad de la escritura, etc. Por último, en lo que respecta a la gestión del dinero, parece prudente invertir una buena parte de él en caprichos. Pero una vez más, ¡cada uno es libre de ver las cosas a su manera!

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