Hace tres días el mundo se despidió del máximo representante del arte cinético que exaltó la relevancia del color mientras enorgullecía el nombre de Venezuela, el maestro Carlos Cruz-Diez. Y aunque su legado se despliega por museos y calles de diferentes ciudades, su natal Caracas aprovecha para decirle que sus obras siguen vistiéndola y lo harán siempre.
La capital venezolana es una galería de arte si se detiene a apreciar la creación que distintos artistas plásticos le han regalado. Cruz-Diez no es la excepción y sus piezas las podemos encontrar desde Av. Bolívar hasta la Universidad Simón Bolívar (USB).
En el centro de Caracas varias son las obras que el artista dejó. Sin embargo, lo más resaltante es el rercinto que lleva su nombre, el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez.
-FOTO-
En Colegio de Ingenieros, específicamente en el Centro Nacional de Acción Social por la Música, convergen las obras de Jesús Soto y Cruz-Diez. Soto con una esfera amarilla con blanco, y el maestro cinético con tres creaciones: el suelo que le da color a toda la planta baja de la sede, el diseño que cubre los asientos de la sala Simón Bolívar y el telón del escenario.
En la plaza de Plaza Venezuela, junto al “Abra Solar” de Alejandro Otero, se encuentra la Fisicromía para Andrés Bello, cuyo diseño es doble faz y que en la actualidad necesita restauración porque ha perdido parte de su fachada
En Las Mercedes, La Castellana y Los Palos Grandes también hay obras del maestro del color, en el edificio ABA, en el Centro Cultural BOD y en el Centro Plaza, respectivamente.
Las universidades también tienen presente las creaciones de Cruz-Diez en sus pasillos. La más relevante, por la multiplicidad de obras de arte que posee, es la Universidad Alejandro Humboldt por tener un patrimonio artístico y cultural desde las rejas hasta el cafetín, incluyendo el edificio y sus pasillos que irradian los colores del maestro. Y la Simón Bolívar tiene su característico laberinto cromovegetal creado por el artista en 1994.
Manuel Sulbarán, rector de la Universidad Alejandro Humboldt, afirma que la importancia de las obras en la urbe es que crean cultura en los ciudadanos y aclara que esto ocurre “si las piezas son buenas, como las de Cruz-Diez”.
Destaca que hay alumnos de esta casa de estudios que desconocen la relevancia del autor de laspiezas, pero que el legado de artista del color llegará a ellos y desde ahora en adelante el compromiso es mantener el patrimonio.
En abril de 2017, el maestro del arte cinético envió un carta a los jóvenes venezolanos: “El arte es generoso, un artista sirve para enriquecer el espíritu de sus semejantes” (…) “si mi esfuerzo en la vida para lograr ganar un lugar en el mundo del arte puede servirles de referencia, les digo que eso lo logré gracias a realizarlo en un contexto de plena libertad, y la libertad solo se logra en democracia”.
La capital venezolana es una galería de arte si se detiene a apreciar la creación que distintos artistas plásticos le han regalado. Cruz-Diez no es la excepción y sus piezas las podemos encontrar desde Av. Bolívar hasta la Universidad Simón Bolívar (USB).
En el centro de Caracas varias son las obras que el artista dejó. Sin embargo, lo más resaltante es el rercinto que lleva su nombre, el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz Diez.
-FOTO-
En Colegio de Ingenieros, específicamente en el Centro Nacional de Acción Social por la Música, convergen las obras de Jesús Soto y Cruz-Diez. Soto con una esfera amarilla con blanco, y el maestro cinético con tres creaciones: el suelo que le da color a toda la planta baja de la sede, el diseño que cubre los asientos de la sala Simón Bolívar y el telón del escenario.
En la plaza de Plaza Venezuela, junto al “Abra Solar” de Alejandro Otero, se encuentra la Fisicromía para Andrés Bello, cuyo diseño es doble faz y que en la actualidad necesita restauración porque ha perdido parte de su fachada
En Las Mercedes, La Castellana y Los Palos Grandes también hay obras del maestro del color, en el edificio ABA, en el Centro Cultural BOD y en el Centro Plaza, respectivamente.
Las universidades también tienen presente las creaciones de Cruz-Diez en sus pasillos. La más relevante, por la multiplicidad de obras de arte que posee, es la Universidad Alejandro Humboldt por tener un patrimonio artístico y cultural desde las rejas hasta el cafetín, incluyendo el edificio y sus pasillos que irradian los colores del maestro. Y la Simón Bolívar tiene su característico laberinto cromovegetal creado por el artista en 1994.
Manuel Sulbarán, rector de la Universidad Alejandro Humboldt, afirma que la importancia de las obras en la urbe es que crean cultura en los ciudadanos y aclara que esto ocurre “si las piezas son buenas, como las de Cruz-Diez”.
Destaca que hay alumnos de esta casa de estudios que desconocen la relevancia del autor de laspiezas, pero que el legado de artista del color llegará a ellos y desde ahora en adelante el compromiso es mantener el patrimonio.
En abril de 2017, el maestro del arte cinético envió un carta a los jóvenes venezolanos: “El arte es generoso, un artista sirve para enriquecer el espíritu de sus semejantes” (…) “si mi esfuerzo en la vida para lograr ganar un lugar en el mundo del arte puede servirles de referencia, les digo que eso lo logré gracias a realizarlo en un contexto de plena libertad, y la libertad solo se logra en democracia”.
Category
🗞
Noticias