• hace 5 años
En Orihuela, Alicante, la Policía Local ha reducido a un hombre con una pistola eléctrica. El detenido tenía una actitud violenta. Uno de los dos agentes de la Policía Municipal primero resiste y retrocede y después al sentirse acorralado no tiene más remedio que utilizar la pistola táser. El detenido la emprendió a patadas y cabezazos contra la puerta de un local de alterne al que no le dejaban pasar. Hizo caso omiso a las repetidas advertencias de los agentes que le pedían que se calmara. El hombre, lejos de hacerlo, empezó a destrozar los retrovisores de los coches cercanos e incluso llegó a agredir a uno de los agentes.
-Redacción-

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