El Instituto de la Seu d'Urgell (Lleida) no había cumplido la normativa de la Consellería porque para instalar una cámara en un aula hay que consultar antes a los trabajadores, padres y alumnos... La cámara, similar a otras que están autorizadas en el exterior o pasillos, fue instalada pero no activada. La Consellería la consideraba una intrusión en la intimidad. Porque la clase en la que se instaló la cámara, según el centro, tiene un grupo de alumnos conflictivos. Consellería y expertos coinciden: antes que vigilar hay que agotar las vías de convivencia, diálogo y mediación. Las cámaras en exteriores, pasillos y espacios con materiales costosos como laboratorios o aulas de informática son habituales en muchos institutos de España. La mayoría se ponen para evitar actos vandálicos contra el centro. Algo, según la Agencia Española de Protección de Datos, proporcional al "delito". En pocos casos se han autorizado en aulas, como en un centro de Vizcaya, donde se colocaron por un caso de acoso escolar.
-Redacción-
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