• hace 5 años
Trabajan desde el cielo para que las llamas no abrasen la tierra. Son pilotos experimentados del Ejército del Aire que luchan contra el fuego. Siempre preparados, a estos profesionales les son suficientes 30 minutos desde que se da la alarma para estar ya sobrevolando la zona afectada. Un trabajo arriesgado para el que hace falta una preparación exhaustiva y muchas horas de vuelo. Además, cada incendio requiere un estudio pormenorizado, ya que cada uno tiene unas condiciones climáticas y orográficas diferentes. El humo se convierte en el principal enemigo en las alturas, impidiendo la visibilidad de los pilotos que deben huir de él. Su labor es fundamental en la extinción de la llamas, un enemigo común que ya ha arrasado más de 76.000 hectáreas en España en lo que va de año.
-Redacción-

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