Eran poco más de las diez de la mañana. El tren Málaga-Sevilla, con 73 viajeros, está a punto de llegar a la localidad de Arahal. Pero el viaje se convierte en una montaña rusa. Los que viajan en el tercer y último vagón se llevan la peor parte. Se sale de la vía, sin llegar a volcar. Llegan las ambulancias. De los 23 heridos por contusiones, tres de ellos se encuentran graves, dos son trasladados en helicóptero. El convoy descarrila pasado un puente. "El rio Guadaira se ha desbordado, se ha producido una inundación y ésta ha provocado un deslizamiento del tren y el posterior descarrilamiento", explica Íñigo de la Serna, ministro de Fomento. Las fuertes lluvias en esta zona obligaron a cerrar parte de este trayecto de madrugada. Volvió a reabrirse esta mañana y poco después sucedía el accidente.
-Redacción-
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