• hace 5 años
Una residencia de ancianos de Japón ha preparado una fiesta de cumpleaños para su anciana más emblemática pero ha sido una celebración austera, porque la señora Okawa lleva ya 115 años soplando velas. Misao Okawa se convirtió la semana pasada en la mujer más anciana del mundo. De regalo, ha recibido un flores y un chal, porque por ahora su salud es espléndida. Si va en silla de ruedas es para no caerse, no porque no pueda andar. El secreto para cuidarse es dormir y comer bien. Para muestra un botón. Porque ante semejante menú y delante de todos, Misao hace alarde de su apetito.

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