Un terremoto de 8,7 y una réplica posterior siembran el pánico en Indonesia

Carreras para escapar de los edificios en Banda Aceh tras el primer temblor, de 8,7 grados que algunos soportan agarrados a los ventanales y andamios de esta mezquita. En la calle se busca un hombro donde sofocar el pánico, mientras los más calmados llaman para saber más de los suyos y del seísmo, al que sigue, dos horas después, una réplica de gran magnitud. En esta zona de la isla indonesia de Sumatra, todos, cada uno a su manera, piden que la historia no se repita. Sólo los más pequeños no vivieron el terremoto y posterior tsunami de diciembre de 2004, que acabó con 230.000 vidas en quince países del Índico. Esta vez el seísmo se ha sentido igualmente en lugares como Tailandia o India. Las primeras olas llegadas a las costas, de apenas veinte centímetros, se han recibido con alivio. Aunque en algunas islas cercanas al epicentro el mar se ha retirado cerca de diez metros de forma repentina.