Reproches en la esquela... y en la lápida

  • hace 5 años
Soledad Hernández falleció en Camarma de Esteruelas hace un mes a los 78 años. Su hijo Honorio la estuvo cuidando cuando estuvo enferma. Y fue Honorio el encargado de grabar el epitafio incendiario que la mujer quiso dejar en su tumba, en referencia al resto de su familia: "Dios hará justicia con los que te hicieron daño". En su esquela, publicada en un diario nacional, Soledad también dejó mensajes de reproche hacia sus hermanos y su hija, "por su absoluta falta de cariño y apoyo durante su larga y penosa enfermedad".