La Fundación MONA junto a la Asociación FAADA (ambas protectoras de animales) llevan años luchando contra el uso de animales en el mundo de espectáculo. El chimpancé es uno de los más usados, ya que es fácil de adiestrar y resultan muy graciosos al público. No obstante, detrás de muchos números hay malos tratos y graves secuelas físicas y psicológicas que dejan a los simios marcados para siempre. En el santuario de MONA han recogido en los últimos años a una decena de chimpancés que han participado en múltiples anuncios, películas y programas de televisión. Cuando los recogieron, tenían problemas de movilidad porque vivían en jaulas, se mordían las manos a causa del estrés y tenían pánico a los humanos. Desde que llegaron a la reserva, sus cuidadores intentan devolverles la vida salvaje que se les arrebató siendo crías, pero muchos arrastran problemas mentales y físicos que durarán para siempre.
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