Ese día, un fuerte temporal de viento azotó Cataluña. La cubierta del túnel de bateo del estadio de béisbol de Sant Boi salió literalmente volando. 4 niños de entre 9 y 12 años murieron bajo los escombros. Otros 7 resultaron heridos, además de los dos monitores. Hoy, el ayuntamiento ha querido recordar a las víctimas con un pleno extraordinario. Un acto al que no han asistido las familias. Están dolidas porqué todavía no han recibido ninguna indemnización y el consistorio no ha pedido disculpas por defender desde el principio que la culpa del derrumbe fue del viento. El alcalde asegura que ya lo ha hecho a su manera. Los familiares sí que han asistido al acto de homenaje del club de béisbol donde siguen jugando los niños heridos. Hoy, han vuelto a salir al campo para recordar a sus compañeros. Los padres de los niños fallecidos siguen pendientes de la investigación judicial que determinará si había deficiencias en la construcción del túnel. En el caso hay tres imputados.
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