• hace 5 años
Los cambios en el reglamento sobre la actividad callejera en Granada han afectado también a las gitanas que venden romero y leen la mano. Una costumbre a la que le han puesto nombre legal: 'mendicidad coercitiva'. Esas mujeres piden a cambio del romero 20 ó 30 euros, o amenazan con echar una maldición. Muchos viandantes las acusan de insistentes. Vanessa tiene tres hijos y dice que es la única forma que tienen de salir adelante. Desde ayer, vender romero está prohibido y puede ser sancionado con hasta 1.500 euros. Aunque la Policía vigila la zona todavía se las puede ver en la calle.

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