• hace 6 años
La disciplina deportiva del “running” ha tomado un auge significativo en Venezuela. Pese a la profunda crisis económica y política que embarga al país, un gran número de clubes de corredores hacen vida en la capital Caracas, para buscar en el deporte, una vía de escape a la dura realidad que afrontan los venezolanos.

Carlos Sevilla, un joven humilde del oeste de Caracas, comenzó a correr en las tardes para evitar la congestión del transporte público en la ciudad, situación que despertó la chispa que lo convierte hoy en día en Carlos “La bala”, por ser uno de los atletas con logros importantes como conquistar el podio en la reconocida carrera CAF para situarse en la élite del mundo de los “runners” en Venezuela.

El día a día de los corredores no es color de rosa, requiere de un gran esfuerzo no solo en la preparación física, sino desde el punto de vista económico para poder sobrellevar la alimentación con las dificultades de escasez e hiperinflación. “Ser un corredor es caro, todo está dolarizado. Desde los zapatos, camisa y más indumentaria”, aseguró Carlos, además de tener que sortear los problemas de inseguridad a la hora de “patear” las calles de Caracas.

Tras pasar por varios equipos, Sevilla emprende junto a un grupo de amigos el club “Caracas Corre” en el que reciben a todo aquel que quiera iniciarse o desarrollarse en la disciplina. María Fernanda Casanova funge como motivadora dentro del club Caracas Corre, y relata lo difícil que es su rol con las condiciones actuales de Venezuela. “Es difícil porque todo el mundo está muy negativo con la situación actual, y yo les doy el empujón motivacional para que no decaigan”, destacó María Fernanda.

Desde el club Caracas Corre, destacan los valores y la amistad que deja la disciplina, y se declaran “adictos al deporte que no quieren curarse”.

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